Wednesday, March 17, 2010

Diario de Espera de Ejecución de Kevin Varga – DÍA 35

Me encuentro diariamente tratando de evitar la depresión. Cada día que paso en la sección de espera de ejecución se está volviendo un mayor desafío que el día anterior. Cuando supe por primera vez sobre mi fecha de ejecución, encontré que no podía dormir más de tres a cuatro horas por noche, siendo que temía perderme de algo. Con el paso del tiempo he estado durmiendo más de doce horas por noche y cada vez es más difícil encontrar el deseo de levantarme de la cama. Cada día es una lucha que me encuentra con apatía en cuanto a levantarme o quedarme acostado.

Creo que es debido al hecho de que sigo sin tener noticias en cuanto a la suspensión de la ejecución. Le he escrito a personas que se supone ayudan a gente en mi posición para que sometan aquellas órdenes judiciales que tu propio abogado no somete a favor tuyo, lo cual puede parecer algo fantástico para algunos de ustedes. Pueden pensar que los abogados que tenemos son aquellos que ustedes han visto en el cine o en las historias en los libros. Piensen en el personaje de John Grisham en el libro “La Cámara” y sabrán de lo que hablo. La verdad es que nuestros abogados son, en su mayoría, hombres que el estado paga para que nos representen. A estos hombres se les da $25,000 dólares para preparar nuestra apelación. Esto puede parecer mucho dinero a muchas personas, pero si toman en consideración la cantidad de dinero que se requiere para contratar a un investigador para viajar a lugares y entrevistar a testigos potenciales, y otros gastos similares, entonces llegarán a la conclusión que el dinero no es suficiente para cubrir una apelación de defensa apropiada. Nuestros baluartes de defensa legal son hombres y mujeres que harán el justo mínimo para presentar a cada cliente, de los cuales muchos tienen varios a los cuales “representan”. Ahora tengo temor de lo que pueda venirse como resultado de que él se ha retrasado hasta el punto de que yo pueda ser ejecutado. Quiero gritar a todo lo que dan mis pulmones y proclamar al mundo que tengo miedo de esto, pero la cosa es que sé que solo sería un esfuerzo trivial de parte mía ya que he llegado al punto de sentir que soy incapaz de ayudarme a mí mismo. Mi fe en la representación legal es casi inexistente. Existen temores que me mantienen en mi cama luchando conmigo mismo cada día sin ver la razón que valga la pena levantarme. En ocasiones me siento como la hoja en un torbellino, con la misma cantidad de posibilidad de dirigir mi destino.

Sé que hay muchos de ustedes que han estado escribiendo a favor mío y que el diario ha inspirado a algunos a ayudarme. Creo que si no fuera por ustedes, me enrollaría en posición fetal y esperaría mi fecha de ejecución. Debo encontrar fuerza cada día, y cada día que me levantó y escribo, y no solo me quedo en cama esperando la muerte, es en sí una victoria.

Tengo 56 días para vivir; Intentaré desechar la depresión que me ha estado asaltando últimamente. Gracias por escucharme despoticar. Ustedes me han ayudado simplemente con su paciencia y al permitirme este lugar.

Kevin Varga 999368
Polunsky Unit
3872 FM 350 South
Livingston, Texas 77351



© Copyright 2010 por Thomas Bartlett Whitaker y Kevin Varga.
Todos los derechos reservados

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