Friday, March 12, 2010

Diario de Espera de Ejecución de Kevin Varga – DÍA 30

En una ocasión vi el corral de un matadero local en donde el ganado es colocado en jaulas en espera de su turno en el área de matanza. Un vaquero sale para forzar su entrada a la rampa que lleva hacia la sección de matanza en donde se encuentra un hombre inexpresivo que les dispara en la cabeza y después continúa esperando al próximo bovino con una paciencia y ausencia de pasión. ¿Por qué debería él tener compasión de ellos si no valen la pena que se preocupe por ellos? Después de todo ¿Por qué malgastar su emoción sobre una entidad no pensante, cuando otro estará esperando para enfrentar igualmente su muerte?

Cuando un hombre llega por primera vez al Pabellón de la Muerte, es colocado dentro de la población general de otros prisioneros del Pabellón de la Muerte y con rapidez es muy fácil olvidarse que uno ha sido sentenciado para morir en ese lugar. Y luego, de vez en cuando tu abogado te manda la negativa de las cortes y durante un corto tiempo vuelves a pensar en tu sentencia, solo para volver a perderte en las distracciones que se han convertido en tu vida en este lugar, antes de darte cuenta que la vida se ha tornado en una fecha para tu muerte. Esa fue la fecha en que me convertí en ganado. Fui transferido del corral de detención para entrar a la rampa que lleva a la sección de matanza, pero en forma contraria a aquel ganado estúpido, yo tengo la intención de pelear al hombre inexpresivo que empujará el botón que hará que mi corazón se detenga. Mi “pelea” es aquí, con estas palabras. No deseo ser llevado a mi muerte en el piso de matanza con una muerte final carente de pasión. Pensé que ser transferido a la sección de espera de ejecución era la parte difícil, pero no es así. Soy forzado a observar a cada hombre alejarse y no regresar. Una vez que un hombre es colocado en la sección de espera de ejecución existen catorce celdas en la sección, como cualquiera de las secciones dentro de este edificio en donde se hospeda a los prisioneros del Pabellón de la Muerte, pero tienen dos celdas que están equipadas con cámaras, lugar al cual se lleva a cada hombre cuando su fecha se va acercando. Al igual que el ganado, somos dirigidos dentro de las rampas que nos colocan en la posición para morir. Mi celda está pegada a una de estas dos celdas. Joshua “Moe” Maxwell estuvo en esa celda, pero antes de que su cadáver fuera enterrado, llevaron a otro hombre a su celda. Me siento como un hombre siendo torturado al tener que estar allí observando a cada uno de estos hombres ser guiados hacia su muerte. Así como le tenía tanto pavor a venir a la sección de espera de ejecución, más aún me aterroriza esa celda.

Kevin Varga 999368
Polunsky Unit
3872 FM 350 South
Livingston, Texas 77351



© Copyright 2010 por Thomas Bartlett Whitaker y Kevin Varga.
Todos los derechos reservados

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