Saturday, March 6, 2010

Diario de Espera de Ejecución de Kevin Varga – DÍA 24

En verdad que estoy cayendo en estado de depresión. No es solo por la fecha, aunque ciertamente ese es un factor contribuyente. No recibí la visita de mi madre e hijos que estaba esperando. He pasado largos períodos sin tener visitas con ellos desde que vine al Pabellón de la Muerte debido a que viven en Dakota del Sur y, claro, yo estoy en Texas. Sin embargo, ahora que tengo esta fecha de ejecución estoy sintiendo en forma vívida su ausencia, y yo, como lo mencioné anteriormente, estoy sintiéndome de nuevo abandonado. Sin embargo, puedo contarles de una persona que, a pesar de mi estupidéz, nunca me ha abandonado. Esta persona tuvo todo el derecho de continuar con su vida y olvidarse de mí. Decidí dejarle de escribir a causa de Samantha. Tontamente desaproveché mi tiempo, cuando, al final Samantha también me abandonó como casi cada persona en la que he puesto mi confianza. La persona a la cual me refiero es una persona especial que tiene mi corazón, mi confianza, mi lealtad, y más importante para mí, tiene mi respeto. Su nombre es Stefanía Silva y vive en Italia. Deseo decirle al mundo que ella es la persona única y más dedicada en mi vida en cuanto a la pelea por salvar mi vida. ¿Dónde está Samantha, saben, la persona que afirmó que me amaría por la eternidad? Aún la amo y nunca negaré mi amor por ella. Amo a Stefanía también, sin embargo mi amor por ella ha tomado más tiempo en desarrollarse. He conocido a Stefi por más tiempo que el que conocí a Sammy J. Simplemente siento que tienen el derecho de saber que aunque mi familia y mi susodicha esposa me han dejado a mi destino, tengo una persona que ha, y seguirá permaneciendo tan constante como la marea.

Al estar escribiendo este diario, he causado que corra el gambito de emociones y estoy seguro que antes que todo llegue al fin lo haré de nuevo. Estoy seguro que cada uno de ustedes que leen estas palabras podrá dudar lo que voy a decir en seguida, pero por favor, créanme cuando les digo, porque deseo pintar un cuadro lo más acertado posible de este lugar. Estoy seguro que otros en mi posición podrían, y usarían el espacio que Thomas me ha cedido para hablar mentiras para asegurar que el público en general apoyaría su causa. Siento que aquellos que desean tomar un papel activo en la batalla por salvar mi vida lo harán, y las mentiras no me ayudarán. Habiendo dicho eso, las personas aquí en el Pabellón de la Muerte en su generalidad son personas alegres y en cualquier momento dado uno puede escuchar la risa proveniente de las celdas que nos rodean. La mayoría, al imaginarse la prisión, tienen en su mente un cuadro de calabozos oscuros, fríos y húmedos de antaño, pero esto no es verdad en el mundo moderno de las cárceles. Se han ido las cámaras de tortura y las celdas negras que llevarían a sus habitantes a una inestabilidad mental, para ser sustituidas por celdas que por comparación son bastantes agradables. Quiero decir que aunque Texas no permite televisiones a los prisioneros en el Pabellón de la Muerte, tenemos radios y se nos permite jugar juegos. Existe la risa en este lugar, sí, aún aquí, en donde debemos enfrentar la muerte de hombres que hemos llegado a amar como hermanos, podemos reír.

Les digo esto solo para ilustrarles que mi estado depresivo NO es normal para mí. Cualquiera que pase aún una fracción de tiempo conmigo llegará a darse cuenta que prefiero la risa al enojo, tristeza o apatía. Pero estoy encontrando más difícil convocar esas sonrisas con cada día que pasa.

¿Cuántos días me quedan para vivir?

Kevin Varga 999368
Polunsky Unit
3872 FM 350 South
Livingston, Texas 77351


© Copyright 2010 por Thomas Bartlett Whitaker y Kevin Varga.
Todos los derechos reservados

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