Friday, March 5, 2010

Diario de Espera de Ejecución de Kevin Varga – DÍA 23

Bueno, es de mañana y aún estoy con la esperanza de recibir una visita el día de hoy. Este será el último día de la semana para poder recibir una. No voy a pensar demasiado en eso porque el día de hoy me desperté con un poco de esperanza y es demasiado temprano para permitir que muera dicha esperanza. Aún no he sabido nada de mi abogado, ¡ni siquiera para decirme que tengo fecha! Pero vuelvo a repetir, me niego a pensar en lo negativo el día de hoy.

Lo que no les conté ayer es que tuve mi junta con el representante del Consejo de Perdón y Libertad Condicional. Se me hizo creer que esta persona hablaría conmigo, y basándose en esta entrevista, haría una recomendación a favor o en contra de que yo recibiera clemencia. Le estaré escribiendo al consejo para pedirles que me concedan clemencia en el caso que no me suspendan la ejecución. Le pediría a cada uno de ustedes que tenga a bien hacerlo, le escriba al gobernador para pedir me proporcione clemencia. Entiendo que ustedes no me conocen más que por medio de estos escritos. Le invito a cualquiera de ustedes a escribirme para llegar a conocer al hombre antes de que escriban algo. Solo les digo que no tengo demasiados días para vivir si no me conceden una suspensión, por lo tanto el tiempo es esencial.

Lo siento, pero no tengo mucho que platicar el día de hoy. Me imagino que podría contarles acerca de la vida diaria que enfrenta un hombre en espera de ejecución comparado con lo que es simplemente ser otro prisionero en el Pabellón de la Muerte. Estoy pensando que algunos de ustedes pueden pensar que ambos son iguales, pero estarían equivocados. En primera instancia nos tienen a todos viviendo en una sección. Hay 14 celdas por sección en cualquier sección del Pabellón de la Muerte, 6 secciones por área. Ahora, cuando a un hombre se le cambia al área de espera de ejecución, ya no se le permite siquiera tener la identificación que le dio la prisión porque ya no tiene identidad, es la forma en que lo ven los oficiales aquí. Ya no se le permite tener recreación fuera de su sección. Normalmente se nos permite tener recreación en cualquier sección siempre y cuando esté disponible el salón interno de recreación en los horarios que lo pedimos. En esta sección, no hay ningún prisionero “regular” del Pabellón de la Muerte. Me siento como un leproso del Antiguo Testamento. Estamos aislados a tal grado que después de un tiempo empezamos a vernos a nosotros mismos como diferentes. Recordarán mi primer día en este lugar, me referí a estos hombres como “ellos”. Ahora es “nosotros” y me vinculo con ellos y no con aquellos otros que no han compartido en esta situación. Los oficiales también nos tratan en forma diferente, solo que nos tratan como hombres con enfermedad terminal. Supongo que, en cierta forma, lo que tenemos es terminal.

Ahora veo al mundo en forma tan diferente. Cuando uno tiene meros días para vivir, las cosas toman un significado totalmente diferente. Cuento mi vida en días en vez de decir: “Algún día lo haré”, lo hago tan pronto llega a mi mente porque el tiempo es demasiado corto. Otra cosa rara es que no parezco poder dormir como lo hacía antes. No he dormido por un período mayor de cuatro horas desde que se me dio mi fecha. El tiempo parece tan importante para mí que no quiero perderme de nada y creo que mi subconsciente lo ha detectado. Cosas que solo hace unos meses me parecían ser tan importantes han perdido su encanto. Estoy enfocado en la batalla por mi vida al grado que ya nada más parece importar.

Los dejo con este pensamiento. Piensen: si a ustedes se les dijera que iban a estar muertos en 70 días, ¿cómo les gustaría pasar ese tiempo? Deseo que decidan amar y tener contentamiento. Que sus días estén llenos de felicidad.

Kevin Varga 999368
Polunsky Unit
3872 FM 350 South
Livingston,Texas 77351


© Copyright 2010 por Thomas Bartlett Whitaker y Kevin Varga.
Todos los derechos reservados

No comments:

Post a Comment