Saturday, October 17, 2009

Una Búsqueda de Purificación

Octubre 17, 2009 – Sábado – 3:45 a.m.

Uno debe aceptar lo bueno junto con lo malo.

Ayer fue un día de recreo “interno” para mi sección, encajando mi celda en la posición de ser la última en salir. En uno de esos maravillosos, pero complicados cúmulos malditos del tipo del Departamento Correccional de Texas (lo cual sucede con alarmante frecuencia), resultó que estaría disponible para mi uso “uno” de los patios “exteriores” de recreo, “Si lo quieres, Whitaker.” Me aseguré de colocar la palabra “uno” entre comillas, para que no se pierdan el énfasis que quiero dar aquí, porque yo sí pasé por alto la palabra. Sería tan lindo que las personas usaran esos pequeños movimientos con los dedos de ambas manos más seguido, ¿no creen? (olvídenlo, no dije nada.)

Como ya lo he descrito en previas ocasiones, los patios exteriores existen como un par; si yo hubiera captado que el guardia dijo “uno” de ellos está disponible, naturalmente hubiera preguntado quién estaría en el otro. Pero no puse atención, y como resultado, no pregunté. (Mi “Diario de Bendiciones” para el día, para que quede registrado: El lado de Dios lee así: “Gracias por infundir un toque de compasión en el corazón de este guardia, JC. Eres un buen tipo en mi libro.” El lado racionalista lee: “Ya que ninguno de los tres guardias trabajando en la división en este día saben cómo caminar y masticar chicle a la misma vez, les falló la cuenta, y por lo tanto yo puedo salir. ¡Bravo por mí!”

Por lo tanto, alrededor de las 5:30 p.m. se me llevó “afuera”, esposado, hacia el sauna acostumbrado de las tardes de Octubre en el Sudeste de Texas. Mi celda generalmente pasa a rojo durante la primera ronda de las mañanas (6:30 – 8:30 a.m.), por lo tanto realmente nunca logro ver ningún rayo de sol a través de la malla de la jaula. Hoy no fue diferente, aunque en esta ocasión el sol venía del otro lado, lo cual por lo menos me dio una nueva serie de sombras para observar. Sin embargo eso era mejor que las caminatas en el cuarto interior. Estaba gozando mi caminar tipo rata haciendo girar la rueda, cuando se botaron los candados de la puerta, y se presentaron dos guardias, guiando a otro hombre de blanco. Gruñí al notar que era el muy malignizado violador de niños y asesino, un hombre que raramente sale de su celda. Aún los guardias sabían que la estaban estropeando, porque me vieron como disculpándose y dijeron, articulando para que les leyera los labios, “Lo sentimos, amigo” mientras partían. (Anexo al “Diario de Bendiciones” en ambas columnas: “Maldición al infierno.”)

Intento no juzgar. Realmente lo intento. No soy nadie para comentar la forma estropeada en que se encuentra alguien, pero es tan difícil, cuando uno escucha algunas de las historias de lo que los hombres que me rodean han hecho para llegar aquí. Este tipo, él es más joven que yo. No sé cuántos niños mató, pero son más de dos. Trato de no escuchar los noticieros, porque sé cómo tienden a inclinarse. Pero por lo que he visto con mis propios ojos, este tipo es un asqueroso. Entra en etapas de furia y avienta heces en el pasillo y hacia los oficiales. Llora en la noche durante horas y horas, sus lamentos haciendo eco por todo el pasillo. Eso puede volverte loco, si tienes que escucharlo durante mucho rato. No es una persona para el cual la palabra lástima viene a mente, y no deseaba estar allá afuera con él.

Como dije al principio, uno tiene que aceptar lo bueno con lo malo.

Así que, pasamos dos horas en el exterior, observando las sombras haciendose más largas, y me di cuenta de algunas cosas terribles en cuanto a la vida de esta persona, cosas que probablemente me van a perturbar por años. Mientras escuchaba, observé a una de las mascotas de nuestra sección, una viuda negra, sentada dentro de su grieta en la pared de concreto, y no podía menos que hacer la conexión de que la madre de este hombre probablemente compartía muchas cualidades con esta araña. No es mi posición mencionar lo que me compartió confidencialmente, pero todo lo que salió de su boca en cuanto a su infancia refuerza mi convicción de que los monstruos no nacen, se hacen. Y que son formados en formas muy obvias, si solo pusiéramos atención. No me cae bien este hombre. Nunca me caerá bien. Pero sí lo entiendo, aunque sea un poco. En ocasiones, la adquisición de sabiduría lleva consigo un precio pesado, una pérdida que parece ser incalculable. Aunque nunca estaré de acuerdo con el sentimiento de que “la ignorancia es dicha”, en ocasiones como éstas, entiendo porqué algunas personas piensan así.

La distancia que nos separaba era ancha y profunda. Este abismo constituía la suma total de cómo definía a este hombre en mi mente. Después de hablar con él, se hizo bastante más estrecha. Tales eventos son demasiado raros en mi mundo. Y, humildemente declaro, en el de ustedes también. Se requiere de mucha energía y tiempo para dejar nuestra zona de confort para movernos dentro del terreno de la vida de otra persona, especialmente cuando el pasto del otro lado parece más una ciénaga tibia. En estos días, ¿quién tiene energía adicional para cosas como esa?

Sin embargo, entender es una calle de dos vías, ¿no es cierto? Este hombre conversó conmigo, porque me conoce como una persona que no repetirá los detalles de nuestra conversación, y esto requirió mucho esfuerzo de parte suya. Pero, adicionalmente tuve que estar dispuesto a escuchar. Frecuentemente me siento como si soy un completo fracaso encontrando las palabras correctas para expresar lo que siento por dentro, aún cuando sé que hay un público dispuesto a escuchar. Soy un fracaso en esto, más de lo que desearía admitir. Hago el intento, torpe como es, y ustedes tienen que recorrer un grande tramo para sentir empatía, porque si no, los abismos entre nosotros permanecen. Tal es el problema que enfrentamos como especie cuya naturaleza solipsística (enormemente egocéntrica) con facilidad es su cualidad más identificable.

Si pudiera explicarme mejor, me entenderían mejor, aún cuando lo que escribo es tan amargo que avejenta el papel en el que mecanografío. Siempre he sabido esto. Mayormente, he fracasado en poner las cosas en términos con los cuales ustedes allá afuera pueden identificarse, porque nuestros mundos son tan drásticamente diferentes. Me consuelo un poco con el hecho de que en ocasiones, aún los escritores más grandes tienen este problema.

Para poder conseguir libros de la biblioteca acá en Administración Segregativa, el proceso es más complicado que el hecho de solo salir en persona y tomar lo que le gusta a uno, como lo hacen en la población general. Primero uno tiene que hacer una requisición de una “lista de estante” lo cual consiste (supuestamente) en un enlistado completo de todos los libros que hay en la biblioteca. Después, uno manda un I-60 (una forma de requisición) para pedir los dos libros que uno quiera para esa semana. Siete a catorce días más tarde, un oficial anda con un pequeño carrito y hace entrega. (Claro, siempre y cuando la biblioteca no esté cerrada, lo cual parece estar la mayor parte del tiempo. No puedo entender la razón para que la biblioteca de una prisión necesite cerrarse para un “descanso de verano”. No es como si los convictos que están a cargo de la biblioteca han podido salir a algún lado. Lógica de Texas, me imagino. ¡Yeee-haw!).

De cualquier manera, la lista de estante no da ninguna descripción de los libros que enlista, solo el título y nombre del autor. Uno simplemente emite juicio sobre lo que ve, básicamente, lo cual es contrario a algo que fui enseñado en pre-escolar, pero qué más da. Unas semanas atrás, estaba revisando la lista de estante, formulando mi propia lista para el año siguiente, para que no tuviera que volver a pedir la maldita lista en largo tiempo. Me topé con el libro de Jean-Paul Sartre “Entre el Existencialismo y el Marxismo”, y pensé, “Oye, eso suena al lugar donde yo caigo en el espectro ideológico-ontológico. ¿Por qué no intentar leerlo?” (¡Exclamación! ¡Un socialista! “Saca la horquilla, Ma!”) Chiste. Este libro lastimó mi cerebro. Me imagino que el traductor era un tipo bastante inteligente, pero necesité un traductor para el traductor. No es un libro demasiado largo, como de 300 páginas, pero me tomó casi una semana leerlo, porque tuve que detenerme prácticamente en cada oración para intentar entender lo que estaba tratando de decir. Un ejemplo típico: “Kierkegaard es un único testigo – o, como dice- la Excepción – por virtud de un redoblar en sí mismo de la actitud subjetiva: a nuestros ojos él es un objeto de conocimiento en la forma de que es un testigo subjetivo de su propia subjetividad, a decir, en la forma que es un anunciador existente de la existencia por virtud de su propia actitud existencial.” Sí, repitan eso tres veces más rápido. Una vez que hayan logrado eso, lo que ven es que Sartre realmente estaba diciendo algo bastante simple, con la mayor cantidad posible de palabrería pomposa. (o, para ponerlo en términos que él pudiera preferir: “Discúlpenme por hurgar dentro de una batalla de palabras sin sentido, pero el praxis de Sartre es descaradamente rimbombante y magnánimamente elocuente…” ¡Ja! Ok, Ok, eso fue estúpido, perdónenme. Sonaba mejor cuando lo dije en voz alta con un acento cobista Etónico y un aire despectivo elitista. (Adelante, inténtenlo. Ya saben que lo quieren hacer.) Sigue hablando en gran cantidad acerca de Flaubert, Mallarme, y Genet. Bueno, nunca he leído “Madam Bovary”, y ni siquiera sé quiénes fueron Mallarme y Genet (el capítulo sobre Mallarme, titulado “La Poesía del Suicidio” fue cortado del libro por Big Brother.)

A pesar de todo eso, habían unas cuantas líneas que captaron mi atención y que ultimadamente me llevaron a escribir este artículo: “Todos desean escribir porque todos tienen una necesidad de tener propósito – de darle significado a lo que experimentan. De otra forma, todo se desvanece – caminas con tu naríz hacia el piso, como el puerco que está creado para escarbar trufas – y encuentras nada…Pero aún poseo una convicción, solamente una, y nunca me apartaré de ella: escribir es una necesidad que todos sienten. Es la más alta forma de la necesidad básica de comunicarse…La necesidad de escribir fundamentalmente es la búsqueda de purificación.”

La búsqueda de purificación. Sí, suena correcto. Eso es lo que espero cuando me siento en frente de esta máquina de escribir. Rara vez logro tal majestuosa meta, pero aún el intento vale la pena la mayor parte del tiempo. Soy depurado mediante la comprensión de ustedes, algo que pienso que la mayoría de ustedes reconocerían hubiera parecido imposible antes de encontrar este sitio web. Pero esta laguna, ¡ay! es tan ancha. Mi amiga D me escribió recientemente la siguiente carta: “Nunca te dije esto antes, pero me molestaba cuando escribías en cuanto las condiciones en las que vives y después le preguntabas al lector, “¿Qué dice esto de ti?”. Pensé que era un interés en ti mismo. Pero un día, mientras manejaba y pensaba sobre ello, todo empezó a caer en lugar y finalmente entendí lo que has estado diciendo. ¿Qué dice de nosotros como sociedad, al permitir este tipo de castigo? Es completamente inhumano. Es enfermizo…y mucho de lo otro que he leído hace eco a lo que dijiste. Ahora me siento como una idiota por no haberlo entendido antes pero todo lo que puedo decir es que he tenido que viajar para llegar a este punto. No es que alguna vez haya creído que alguien mereciera vivir de esta forma, simplemente que no entendía en su totalidad lo que significaba vivir la extensión de una pena de muerte hasta hace poco. Creo que es importante que las personas sepan esto…¿cómo me sentiría si perdiera a alguien a quien amo, o si no pudiera ya jamás ver las estrellas? Fueron pasos de bebé que me iniciaron en el viaje hacia entender un cuadro mucho mayor. Creo que una buena parte del problema es provocar consciencia a las personas que tales atrocidades, como es el pabellón de los condenados a muerte, existen. Las personas se resisten a la cosciencia porque es una realidad tan fea.” ¿Ven?, le dio al clavo. ¡Que pudiera yo expresarme como ella! Pueden decir muchas cosas en cuanto a mi amiga D, ya que es una mujer complicada. Sin embargo, algo que no es, una “idiota”. Muy lejos de serlo. Pero, si le tomó un buen tiempo entender lo que yo había estado diciendo durante tanto tiempo, y las palabras de D siguen llegando a mi mente: “He tenido que viajar para llegar a este punto”, ¿Podremos algún día entender la vida de alguien más, si no estuviéramos allí para caminar el sendero con ellos? Pienso que no, pero falta mucho para completar la tarea de poder describir el sendero en términos claros.

Por lo tanto, me resta intentar encontrar alguna manera de ayudar tender un puente sobre el abismo que nos divide. El artículo con las fotografías que puse en sitio web recientemente pareció haber ayudado, pero tal información es extremadamente difícil de conseguir, y no es muy probable que se me presenten más tesoros ocultos de ese tipo durante algún tiempo. Solo me quedan opciones de las que me he resistido a usar durante años, y no sé qué pensar en cuanto a eso. La mayoría de los hombres a mi alrededor que tienen sitios web colocan una amplia variedad de información en relación a sus casos. Me dije que nunca haría esto, que este sitio iba a ser más en cuanto al cambio social que a ganancia personal. Aún tengo sentimientos fuertes en cuanto a esto, y las palabras de D me animan en una forma difícil de describir, al pensar que he logrado una parte de esta meta. Y sin embargo…¿puede alguien entender lo que es ser un prisionero en el pabellón de los condenados a muerte, sin entender el proceso de la corte? Cuando lo expuse a mí mismo en esa forma, sabía que era imposible. Sin embargo, aún siento ambivalencia en cuanto a llevar esto a cabo. Todos los que estamos aquí buscamos mejores abogados, uno de esos abogados de alto perfil tipo Johnny Cochrane, que aparecerán del lado izquierdo de la plataforma como los dioses del teatro Griego antiguo, y tomen nuestros casos desinteresadamente. Esa es la razón de que la mayoría de las personas exponen su información de caso en el internet. Quiero ser muy claro en cuanto a esto: No voy a publicar ninguna información legal con esta meta en mente. Adicionalmente, siempre he sentido que de todos modos es esperar demasiado que las personas normales examinen a conciencia la enorme resma de información legal aburrida. Es como leer Sartre, con la excepción de que aún cuando no lo entendemos, sabemos que está diciendo algo inteligente, cuando en cambio la ley simplemente es un montón de palabrería retrasada escrita por abogados. Tengo la esperanza de que aún así lo leerán.

No, voy a incluir algunas cosas por otra razón completamente diferente: que puedan ver la forma real en que funcionan nuestras cortes. ¿Cómo llegaste a saber sobre esto? Oh, no conocía absolutamente nada sobre ello. Yo suponía que los programas de televisión como “Ley y Orden” eran relativamente verídicos. Desafortunadamente, Jack McCoy es un producto de la imaginación de algunos escritores talentosos, y “la verdad” tiene muy poco que ver con el proceso. De hecho, nunca llegaría a tal grado de decir que no tiene absolutamente nada que ver con el proceso. He dicho tales cosas anteriormente, pero ahora voy a respaldar mis palabras con evidencia, para que otro abismo pueda cerrarse entre nosotros.

Más abajo voy a anexar una copia de mi orden judicial de habeas corpus, y algunos de los documentos que están anexados a la orden judicial (he omitido incluir los documentos que solo tienen que ver con asuntos relacionados a la ley para que no sean tentados a sacarse los ojos). La orden judicial es un enlistado y explicación de algunos de los errores que ocurrieron durante mi juicio. Digo “algunos” porque tengo abogados designados por la corte, y no tuvimos el tiempo ni el dinero para investigar todo lo que quería yo que se hiciera. (Vean esta historia del Chronicle como un ejemplo de algo que no tuvimos la habilidad para investigar. También aquí, aquí y aquí.) En ocasiones, esta información es difícil de leer, pero creo que la mayoría de ustedes lo encontrarán entendible. Puede doler un poco leerlo, porque sus nociones de los fiscales justos se va a desmoronar, pero esta es una verdad que necesitamos reconocer, y después corregir. Si esto falla en hacer que algunos de ustedes partidarios de hueso colorado de la pena de muerte tomen una pausa, entonces no sé qué más puedo hacer. Al estar leyendo, mantengan en su mente que el “Applicant” soy yo y “undersigned” es mi abogado de orden judicial.

Este habeas no me hace verme bien. Pero es lo que es: todos sabemos por qué estoy aquí. Sin embargo, como recientemente me hizo ver un amigo(a) mío, “No se trata de lo que TÚ hiciste, Thomas. Se trata de lo que hacemos nosotros como personas morales.”

No se puede lograr mayor purificación que esa.
















© Copyright 2009 por Thomas Bartlett Whitaker.
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Thursday, October 1, 2009

No Pregunten si no Quieren Saber

Oct. 1, 2009 – Jueves

Recientemente, una amiga mía me mando unos cuantos comentarios que las personas han dejado en este sitio web en los últimos meses. Ella pensó que sería una buena idea que yo pudiera contestar algunas preguntas expuestas por muchos de ustedes, y estuve de acuerdo con ella. Voy a intentar hacer esto más seguido, ya que existen algunos pensamientos muy merecedores e inteligentes en este sitio los cuales probablemente merecen algo de elaboración. ¡Yo sabía que existían algunas personas brillantes por aquellos rumbos! Sin embargo, voy a necesitar la asistencia de ustedes que escriben para suministrarme con cualquier comentario interesante cuando son enviados al sitio web. No puedo aseverar que existirá algún tipo de sistema para poder decidir cuáles contestaré, excepto prometer que no serán consideradas las preguntas de tipo softbol. No hay razón para contestar ese tipo de preguntas, y, en cualquier caso, puedo aguantar los golpes. Por otro lado, por favor no confundan una respuesta apasionada con escarnio. No me estoy burlando de nadie que formula preguntas honestas. Para aquellos con preguntas deshonestas, bueno…esa es otra historia. Por lo tanto, me imagino que debo decir: Hagan sus preguntas con cautela. ¡Adelante!

Comentario hecho en el artículo “Si Solo Tuviera un Cerebro” - Junio 30, 2009

Terry dijo:
Pensé que el propósito de este blog era mostrar la forma en que Thomas había cambiado debido a su fe en Dios. Resultaría en tanto beneficio este blog si él pudiera dar esperanza a aquellos cuya fe falta. En vez de eso está usando este foro para quejarse constantemente.


Terry, ¿no piensas que me encantaría escribir algo sobre la forma en que Dios se ha movido en mi vida? No existe nada, ni un solo tema, que me daría mayor gozo al escribir que éste. Lo he repetido miles de veces, pero parece que a las personas no les gusta ir hacia atrás y leer los artículos pasados, por lo tanto, lo volveré a repetir, solo para no dejar nada al azar: No me considero un escritor talentoso. Dicho eso, SÍ SOY lo suficientemente bueno para escribir un artículo divertido, sentimentalmente artificial, del tipo de una celebración Kumbah-yah especial del Domingo por la mañana, el cual convencería a la mayoría que todos estamos bien, cómo somos rodeados por amor y lo grande que es Dios. Mis lectores, sin duda, causarían que mi arca de fondo educativo se rebosara, y mi petición se volvería tan popular que aún el Gobernador estaría impresionado. Esto sería tan simple de hacer. Con excepción a una cosa: No sería honesto, Terry, en ninguna forma.

Quiero ser muy, pero muy claro en cuanto a esto: Nunca he conocido a nadie que ha tratado de encontrar a Dios con tanta vehemencia como yo lo he hecho. Yo solía ser un joven extremadamente fiel, pasando por alto muchos, pero muchos eventos sociales (y el desarrollo social importante que hubiera resultado de mi presencia a dichos eventos) porque pensé que pudiera existir la posibilidad de caer en la tentación de participar en algo inmoral. En el campamento de verano, mientras los demás estaban ocupados nadando o jugando beisbol, yo caminaba por las brechas escondidas de los Ozarks, Biblia en mano. He asistido a las iglesias toda mi vida, de muchas denominaciones, y analizado los púlpitos de cada una de ellas, buscando un grano de verdad del cual pudiera asirme. Estudié en una preparatoria Cristiana. Durante todo este tiempo, mayormente leí libros teológicos, y los entendí casi todos. Desde que llegué a este lugar, he leído probablemente…oh, digamos unos 200 libros Cristianos, desde el espantoso Hal Lindsey (cuyo regocijo pobremente escondido en cuanto a la destrucción del mundo debería ser bastante aterrador para cualquier individuo sano y sobrio, pero al que perdonamos porque está meramente interesado en la “escatología”) hasta el admirable Blaise Pascal. No soy uno de esos tipos flojos que nunca ha escaneado los cielos y después ha tenido la audacia de lamentarse de que nunca ha encontrado un signo o señal de arriba. Sin embargo, no me detuve en la Biblia. He leído el Koran, y el Bhagavad-Gita, y el Rig Veda, y el Mahabharata, y el Upankishad. He devorado más Sutras Budistas de los que puedo contar. He ingerido, en ocasiones con mucho malestar, y en ocasiones con mucha apreciación, a Moses Maimonides, CS Lewis, Hegel, Lucretius, Aristoteles, Platón, Ibn Warraqq, Loyola, Descartes, Freud, Kant, Epicurus, Aristofenes, Dietrich Bonhoeffer, San Tomas de Aquino, Lutero, Tertuliano, Polkinghorne, y mucho más. No siempre entendí todo lo que dijeron, pero trabajé duro hasta entender la mayor parte de ello. No digo esto para presumir. Tengo mucho tiempo libre en mis manos. Lo menciono, para que puedan entenderme cuando digo que, a pesar de todo esto, a pesar de las horas incontables que he pasado de rodillas, aún tengo que ver que Dios se presente ante mí.

¡Ah! He cambiado, mi amiga. En más formas de las que pudiera enlistar. Pero estos cambios no vinieron de lo alto. Vinieron porque voluntariamente los traje a existencia. Me arremangué mis mangas, y puse mis manos a la obra para arreglar un barco con tremenda necesidad de reparaciones. Mis amigos religiosos constantemente quieren darle el crédito y la gloria a Dios en cuanto a esto, y no me opongo a esto en forma audible, porque es típico del pensamiento religioso: atribuirle a Dios cualquier cosa positiva, y dar crédito de cualquier cosa negativa a otra entidad. Pero sí enchila un poco por dentro, porque todos deseamos ser alabados por la dedicación que ponemos al trabajo duro.

Siento mucho que, porque mi fe no es la tuya, consideras que el valor total de este sitio iguala a uno de solo quejas. Lindo. Lo aprecio tanto. Y lo siento que no veas ninguna “esperanza” en este sitio para aquellos cuya fe falta. Hay una especie de esperanza que se puede encontrar aquí, aunque me temo que no tienes la posibilidad para, o no quieres detectarla. Es verdad, es una variedad de esperanza muy pero muy lejana de lo que estás acostumbrada, en donde se te dice que todo está bien, todo está estupendo, y que de seguro se avecinan días mejores. Al lado de esto, mi versión de esperanza ciertamente es un consuelo frío. No te voy a decir que todo será alegría, porque, probablemente, no lo será. Aquí en este lugar, todos estamos a distancia de una llamada de las 3:00 a.m. del desastre, y el que yo te diga que esto no nos pone a prueba sería mentirte. No, la esperanza escondida de algunos en este sitio es para aquellos que se dicen, “O.K., así que las cosas están mal. Vamos a lidiar con eso y arreglarlo.” Se trata de encontrar fuerza interior, cuando la fe es débil o muerta, cuando los amigos y familia se van, cuando la noche es oscura y estás solo, totalmente solo. Se trata de lograr sobrevivir. Y de ver el mundo como realmente es, no como quisiéramos que fuera. Se trata de negar nuestras tendencias, tales como aceptar la única versión de la verdad en la que ya creemos, la que nos hace sentir bien y sin retos.

Debemos aclarar lo siguiente: No quiero que te sientas bien después de leer este sitio web. Te quiero enojada. Quiero que te sientas aterrorizada. Esta falsa ilusión de que el mundo es color de rosa – este es el problema. Tenemos problemas reales que solucionar en este planeta. Existen crisis en el camino que nos matarán como especie, y esto solo será solucionado una vez que nos demos cuenta que la única forma en que podemos salir vivos es si tomamos en serio este asunto de “seres humanos”. No más ponerle cubierta de dulce a la verdad, Terry. Hasta ahora, eso no ha funcionado, y seguirá así mientras que la temperatura se eleva y la población sobrepasa los 9 billones en unas cuantas décadas. Allí es a donde tu esperanza nos ha llevado. La mía nos dará una oportunidad de sobrevivir.

Terry, te diré lo que últimamente le he dicho a muchos de mis amigos religiosos: si tu Dios es quien profesas que es, si es benevolente y amoroso, omnisciente y omnipotente y omnipresente, entonces Él ya sabe quién soy, donde estoy, y qué es lo que necesito de Él, y cuándo lo necesito. Él sabe cómo alcanzarme, con palabras que puedan penetrar. Si me ama, Él se mostrará. Si no me ama, bueno, ese es tu dilema teológico del cual tienes que encargarte, no el mío. Ya he pasado más allá de ese punto. Tengo trabajo que hacer.

Mis dudas no me hacen una persona mala. De hecho, mi divagar del mundo de la fe y las revelaciones me han hecho infinitamente mejor, por cualquier estándar que quieras enlistar. Le ayudo más a los hombres que me rodean, aún cuando tengo mucho menos. No hago esto para agradar a los cielos o para acumular tesoros en algún paraíso. Lo hago porque son mis hermanos y necesitan ayuda, y porque nadie más- en particular no los fieles- tienen la voluntad de hacerlo. Mi sistema de ética no requiere promesas de premios por ser bueno, o el miedo de asarme eternamente en alguno pozo de fuego por haber hecho mal. Hago el bien, lo más que puedo, porque he encontrado un propósito en la vida, y este propósito requiere que yo levante a los desterrados y proteja a aquellos que no se pueden proteger a ellos mismos. Mi alcance es corto en el presente tiempo, claro. Pero se alarga día a día y realmente no quieres ver lo que voy a poder hacer a este sistema dentro de diez años, si aún vivo. No puedo pensar en mejor razón para que el estado me mate lo más pronto posible que para prevenir la tormenta que estoy trayendo.

En ocasiones me causa confusión el por qué los religiosos parecen creer que tienen el mercado de la moralidad acaparada. ¿Han leído el Antiguo Testamento últimamente? Escanéenlo, y encontrarán cada acto de asesinato, violación, tortura, y depravación imaginable, que no solamente es permitido por Yahweh, sino aprobado y mandado por Él. ¿Se dignan a verme desde esas alturas? Lo siento. No lo creo. No importando lo que viene más adelante, el Yahweh del Antiguo Testamento es un tirano mezquino, injusto, vengativo, celoso (de los humanos. ¿Por qué?), avaro de dinero, y retrógrada. Como ha sido notado por muchos observadores, ¿Quién más que un esclavo agradece al soberano por lo que planeaba hacer de todas maneras? Esa es tú moralidad. Yo me he ido más allá de eso, y más vale que todos consideremos hacer lo mismo, y pronto. Puede que yo escoja adentrarme en lo específico de lo que creo en alguna ocasión, o puede ser que no lo haga. Principalmente, creo que yo debería mantenerme al margen de la decisión de otra persona en cuanto a lo que debe creer. Es por eso que últimamente no he hablado mucho acerca de Dios.

Pero hiciste la pregunta, y allí está. Llegué a la conclusión que el silencio probablemente era mejor porque, francamente, dudo que realmente quieras escuchar lo que tengo que decir en cuanto a esto. Existe un punto en la mayoría de los viajes en que, una vez que lo cruzas, no hay regreso. He tirado el guante ante Dios. Ahora es Su movida.

Solo ha sido aproximadamente un año desde que finalmente encontré mis pies en este mundo, finalmente aprendí del poder encerrado dentro de mi mente. Las drogas, depresión, nihilismo, dolor, soledad, y sí, una fe que contesta ninguna de las preguntas verdaderas que con desesperación necesitaba fueran contestadas, me causaron estar luchando para mantenerme a flote durante aproximadamente 28 años. No culpo a nadie por esto más que a mí mismo, y si estuviera en mi poder rectificar cada acto negativo que he cometido en esta vida, lo haría con un corazón alegre, sin importar el costo. Pero esto está más allá de mi poder. Sin embargo, lo que se encuentra dentro de mi alcance, es concentrarme en el bien que puedo hacer de este momento en adelante, ahora que ya casi cumplo un año. Tal vez te desagrade el nuevo yo. Si es así, lo siento mucho. Verdaderamente lo siento. No me gusta desilusionar a nadie. Pero no daré marcha atrás por ti ni por nadie. No tienes el derecho de pedirme esto. Sin embargo, sí tienes el derecho de hacer clickety click en esa pequeña “x” en la esquina superior derecha de tu pantalla, y – magia – me desaparezco. No es tan fácil para mí. No tengo una pequeña “x”.

A pesar de todo esto, a pesar de mis verdaderos sentimientos sobre el tema de la religión, no me voy en contra de mis amigos cuando dicen algo que verdaderamente induce al bochorno. Aún consiento a sus peticiones de leer tal y tal libro, o en intentar esta o esa oración. Tengo una buena amiga en particular (con la que no tengo que estar de acuerdo para poderla amar) que me aconsejó escribir un “Diario de Bendiciones”, en el cual debía enlistar, diariamente, todas las bendiciones que “Dios (me) había provisto.” Sigo haciendo esto aún después de más de un año, simplemente para honrar la amistad que ella ha mostrado hacia mí. Sin embargo, ya que el diario es de mi propiedad, lo hago a mi forma. En la orilla izquierda de la hoja, enlisto la “bendición”, tal como la de hoy: “recibí una charola extra de comida, la cual traía un burrito.” A la derecha, anoto la explicación natural científica de la “bendición”. “Mi celda era la última en la última sección para recibir alimento. Ya que mi vecino se encontraba en el hospital, había una charola extra. La pedí. Ya que siempre es de esperarse que un oficial del Departamento de Justicia Criminal de Texas sea un flojo, me la dio, en vez de volverla a cargar hacia el carrito de charolas.” Ahora, si decides hacerlo, puedes creer que Dios, o Satanás, o ángeles, o María, o cualquiera de los miles de “santos”, o un demonio, o un diablo, o un Jenn, o un Jinn, o un ifrit, o un marid, o un shaitan, o un hada, o lo que sea, alteró la composición física del universo, para influenciar a este guardia en particular para que cediera a esta petición. O, pueden creer que me la dio porque era flojo y porque he elegido ser amable con él en el pasado y me regresó el favor. Esa es tu elección. Para mí, el rastrillo de Occam (el hecho de que las suposiciones introducidas para explicar una cosa no deben ser multiplicadas más allá de lo necesario) es tanto limpio como decisivo, y la elección correcta es bastante aparente. Me dedico a este tipo de observación cada vez que escucho acerca de algún “milagro”, y aún he de encontrar cualquier acto que es tan estadísticamente improbable como para calificar como un milagro genuino. Pero sigo buscando, y estoy abierto para que se me compruebe estar equivocado. Y esa es una declaración que pocos de los religiosos harán en conversación.

Pierre-Simon de Laplace llevó el cálculo de Newton un pasó más adelante, para mostrar la forma en que los planetas y la gravedad funcionaban en una vacío. En su “Mecánicas Celestiales”, mostró el sistema solar como es visto del exterior, lo cual debemos ver como algo novedoso, porque, recuerden, la iglesia durante mucho tiempo había insistido que la tierra era el centro del universo. Se te podía matar por decir cualquier cosa opuesta a esto. Napoleón, en cierta ocasión pidió que Laplace le mostrara un modelo del sistema solar, llamado un planetario de mesa, al igual que su obra de 5 volúmenes. Quería saber por qué Dios no aparecía en ninguno de sus cálculos, y Laplace respondió sin inmutarse: “Je nái pas besoin de cette hypothese.” (No tengo necesidad de esta hipótesis). Cuando tiene que ver con el “Diario de Bendiciones”, agrego humilde y simplemente, tampoco yo tengo necesidad.

En conclusión, regreso al punto que mencione anteriormente: Sí podría hacer de este sitio un sitio religioso. En realidad, con bastante facilidad. Aún ahora, todavía tengo porciones completas de la Biblia memorizadas, muy al pesar y consternación de las personas que deciden debatir conmigo (pero solamente, agrego, cuando suplican entrar en discusión, y debidamente han sido advertidos de el posible desenlace). Nunca prometí que este sitio web sería hermoso. Meramente dije que sería honesto. Si las cosas cambian, lo reportaré. Mientras, tal vez quisieras considerar que los religiosos tienen una tendencia de vocalizar su desagrado por muchas cosas, pero cuando se trata de solucionar cualquier cosa, tienden preferir simplemente orar por ello. Tal vez deberías ver de qué me estoy “quejando” y darte cuenta que estos problemas deben ser solucionados. Así que, manos a la obra, o no lo hagas. Yo he hecho mi elección.

Como ves, Terry, ahora soy yo el que estoy falto de fe. Fácilmente podría (y con desdeño) reírme de que tú estás haciendo exactamente de lo que me acusaste: de privar al necesitado de la esperanza que necesita para seguir adelante. Pero no lo haré. No necesito esperanza. Esperanza es…¿qué? La ilusión de que algún poder superior, sea Dios, o casualidad, o Ed McMahon, va a aparecerse de la nada y salvarnos de una situación que probablemente fue causada por culpa nuestra desde un inicio. Si esta esperanza falla en materializarse, ¿qué sigue? No hay recurso a una esperanza fallida. Simplemente tienes que ir y elaborar una nueva esperanza. No, la esperanza es agradable, pero el plan es mejor. Un plan, al igual que una buena hipótesis, te permite regresar y hacer una disección, y ver en qué lugar se metió el error dentro del proceso. Me imagino que tendré que dejar a un lado la esperanza. Tengo suficiente, aquí dentro de mí, para salir adelante, para enfrentar lo que venga, hasta el final. Y cuando llegue el final, lo enfrentaré con estoicismo, porque eso es también parte de mi propósito.

Wow, Terry, ¡esto se volvió un despotrique! Lo siento, más “quejas”. Este fin de semana probablemente trabajaré sobre otro de los comentarios. Intentaré ser menos ogro, lo juro. Y, Terry, si Dios decide aparecer, prometo que instantáneamente escribiré sobre ello, y públicamente me reconoceré como el mayor tonto que jamás haya nacido, y pediré tu perdón. Hasta entonces.

“¿Tiene él (dios) la voluntad de evitar el mal, pero no puede? Entonces es impotente. ¿Tiene el poder pero no tiene la voluntad? Entonces es malévolo. ¿Tiene el poder y la voluntad? ¿Entonces por qué existe la maldad?

Epicuro

“¿Y piensas tú que ante un equipo con pensamiento de gusano, hambriento y fanático como tú, Dios dio un secreto, y me lo negó a mí? Bueno, bueno – ¿qué importa? ¡Cree eso también!”

El Rubaiyat de Omar Khayyam


© Copyright 2009 por Thomas Bartlett Whitaker.
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