Wednesday, June 11, 2008

Cansado

Junio 11, 2008

Estoy cansado. Creo que es hora que lo confiese. En los últimos meses, he estado intentando convencerme a mí mismo que estoy bien, pero no lo estoy. Cosas que han estado hirviendo lentamente en mi cabeza empiezan a salir a la superficie, y si me fuera posible, las ignoraría. Pero no puedo. He estado haciendo la guerra en contra de mi cerebro traidor toda mi vida, y aún no he ganado una batalla. Además, me hice la promesa que ya no habría más máscaras, no más engaños. Sin embargo, ahora está claro como el cristal la forma en que por primera vez pensé que eran necesarias. El deseo de evitar que mis padres o maestros se preocuparan por mí cuando tenía ocho años de edad es el mismo deseo que me lleva a no querer escribir esto ahora. Es rara la forma en que funciona. Ja, Ja. En verdad, monstruosamente histérico.

Estoy seguro que todas las fechas inminentes de ejecución no ayudan. Recientemente escribí algo verdaderamente retrasado mentalmente, tratando de disipar algunos de mis sentimientos sobre este asunto, pero no fue de ayuda. Principalmente porque no puedo convencerme a mí mismo de que exista alguien que dé cinco centavos por estos hombres. No se me da fácilmente la escritura. Generalmente, es forzada. Es especialmente difícil venderme a mí mismo la idea de intentar sacar algo relativamente poético cuando sé que las semillas van a caer en tierra seca. Ya basta. En ese escrito, usé un tono muy…de predicador (¿?), lo cual fue una cosa absolutamente ridícula la que hice. No tengo derecho de predicarle a nadie acerca de nada; yo sé nada. Soy nada. En retrospectiva, a mi forma de ver las cosas, en cierta modo, todo esto se siente muy deshonesto. Al mentirme a mí mismo, llevé la mentira hacia ustedes. Tal vez. Aún no sé qué era lo que intentaba hacer.

De todos modos, no es como si esta fuera mi primera experiencia con la muerte. Mis dos mejores amigos de la infancia murieron en accidentes automovilísticos. Mi mejor amigo de la preparatoria, un joven que escalaba montañas por diversión, se resbaló y cayó en el peldaño de la puerta, abriéndose la cabeza en el tiempo en que yo empezaba la universidad. Aún no he logrado comprender lo absurdo de esa muerte. Todos los demás se han ido, lo cual no es la misma cosa, pero, para hacerlo práctico, podría ser lo mismo. Mi familia ha sido destruida, y es mi propia culpa, y aún no he logrado pasar la fase de luto en relación a esta situación. No sé cómo. Algunas cosas simplemente no se desvanecen para mí en la forma que parece desvanecerse para algunas personas. Creo que he mencionado antes que vivir aquí es algo parecido a vivir en una zona de guerra. Todos tus amigos se están muriendo, y no hay nada que puedas hacer. Nos dan un manual cuando llegamos aquí el cual está repleto de información inservible de cómo seguir las reglas, pero omiten la parte de cómo debes manejar la muerte de todos los que conoces. Piensen hacia atrás. ¿Cómo sobrellevaron la pérdida de un amigo? ¿De algún miembro de la familia? ¿Alguna vez perdieron a más de uno en corto tiempo? ¿Qué sentirían? Me imagino que gran parte es un misterio en cuanto a lo que sucede. Tu corazón se endurece; te vuelves insensible o enloqueces. Me pregunto si eso es lo que me está pasando. He visto más de un loco verdadero aquí…hay uno (por lo menos) en cada sección. Sin embargo, son el producto terminado: Nunca he visto el proceso desde el comienzo hasta el final. En mis momentos de mayor objetividad, creo que debería estar escribiendo más, ya que dudo que haya muchas versiones verdaderas, contadas en primera persona, del descenso hacia el mundo de la loquera. La parte cínica en mí aún piensa que pudiera ser una lectura interesante, pero la mayor parte del tiempo, en verdad que no tengo la energía para que realmente me importe. Y en cuanto al corazón calloso, eso sería una bendición, porque por lo menos las costras mantendrían unidas todas la piezas rotas que andan flotando por allí.

¿Por qué rayos estoy escribiendo esto? Mi imagino que lo estoy haciendo porque mi prima vino a verme hoy. Juntos observamos la última visita de un prisionero con su esposa. Ella se la pasaba tocando el vidrio, casi como un reflejo, como si tal vez, de alguna forma, se había desaparecido en los últimos segundos. No creo que siquiera se daba cuenta de que lo estaba haciendo; simplemente eran emociones de frustración e indignación que hacían que sus manos bailaran por todos lados como si fueran marionetas. Mi prima estaba horrorizada de que no se les permita alguna forma de contacto en su último día en esta tierra. Me mantengo diciéndole a la gente que todos nosotros aquí en el Pabellón de los Condenados a Muerte ya hemos tocado nuestros últimos seres humanos, pero no parece hacer mella. Cuando llegó el mediodía un equipo completo de guardias alejaron a su esposa, mientras ella daba una última mirada hacia él, y todo el dolor y corazón desquebrajado de una vida se vertieron como una herida abierta. No sé si el alma se puede rajar, pero sí sé que ya tuve suficiente. Suficiente de pelear una batalla que no le importa a nadie. Suficiente de buscar excusas para las personas e ideologías que no tienen ni rastro de humanidad en ellos. Suficiente. Suficiente. Suficiente. Mil veces suficiente.

Sé que muchos de ustedes piensan que tomé una convicción en cuanto a este asunto porque estaba tratando de salvar mi propio pellejo. Aún mis poco admiradores…confiesen, lo han pensado más de una vez, probablemente. No me entienden para nada. Ustedes piensan que me importa vivir. O que quiero. Aún en mis mejores momentos, no lo pretendo. Estoy cansado. Cansado de quién soy. Nunca he estado enamorado de este espectáculo monstruoso que es el mundo. Hablé en contra de este lugar, no por mí, pero porque es un travesti, una pústula infectada en la cara de la supuesta moralidad de ustedes. ¡Hipócritas! ¿Cómo pueden sentenciar a un hombre a morir porque no consideró que la vida humana tuviera valor? ¡Y reclamar este derecho en nombre de la Justicia, en nombre de llegar a tener tranquilidad y paz! Solo palabras; palabras frías de consuelo que probablemente no signifiquen nada comparado con el dolor en la cara de la esposa que sale como las olas que golpean contra la orilla de la playa. Simplemente palabras. En ocasiones pienso que carecen de significado; cada una de ellas. Aún estas palabras. Especialmente estas palabras.

Así que, sí, estoy cansado. Esto parece ser el tema de este escrito monstruoso y sin vida. Mientras escribo esto, estoy dando seria consideración en cortarme el brazo. He estado evadiendo el tema últimamente, aquí y en mis cartas, porque tantas personas me han dicho que están orando por mí y “esperando que suceda una sanidad sobrenatural”. No quería desilusionar a nadie (¡Dios, cuanto odio el cáncer de no querer desilusionar a nadie!), así que he estado dando excusas. Excusas en cuanto a los doctores. En cuanto al estado. En cuanto a Dios. ¿Cómo debo decirle a la gente que el Dr. Zond recientemente me dijo que mi cirugía había sido “una falla catastrófica” y “que no sabía qué estaban (los doctores en Galveston) pensando? Así que, después de nueve meses, mi brazo sigue peor que inservible, solo que ahora la mitad de las terminaciones nerviosas en mi brazo están o amputadas o destruidas, y tengo esta maravillosa cicatriz que es tan presentable que no creo que jamás pueda volver a quitarme la camisa estando en el jardín. La mejor parte de todo esto es, en realidad nadie cree que van a pagar para que me hagan otra cirugía…francamente, una vez fue ya anormal. Dos veces sería algo que nunca se ha visto. Creo que me he comportado con madurez en cuanto a esto. He intentado darle significado divino a todo este relajo, para tratar de entender qué lecciones de vida debería deducir de ello. Me dirigí por el Camino Alto, pensando que si pedía, Dios me daría la mano con esta (Mateo 7: 7-8). Pienso que se me deja preguntándome por qué es que cada oración que le he hecho a Él ha regresado con una respuesta negativa. Toda mi vida le he rogado que sea el Dios de Lucas 15, que venga y me halle en el desierto y me levante y me ponga sobre Sus hombros y me lleve con Él. Oré esto cuando tenía quince años de edad y era un fantasma en la preparatoria. Aún cuando me dije a mí mismo que había dejado de creer en Él, aún así, rogaba ser aceptado, tener paz y balance en mi vida y sentirme amado y normal. Y finalmente, para evitar que explote, se me ha dicho que las cosas sucedieron como sucedieron con un propósito. Que tal vez para que nuestra familia pudiera ser reunida en el cielo. Que el 10 de Diciembre fue la única forma en que esto fuera posible. Me imagino que me tragué esa explicación, aún cuando fue una pastilla amarga. Pero en ocasiones me siento perdido, y confundido, y tengo que cuestionarme en cuanto qué tipo de Dios es el que requiere que dos personas buenas tengan que ser cortadas como el pasto para salvar el alma de alguien como yo. Francamente, había otras formas de que esto hubiera podido ser llevado a cabo. Muchas otras formas que no requerían un sacrificio tan costoso llevado a cabo con odio y violencia. Sí, sí, ya entiendo. Solo veo lo que está en frente de mi cara, y Él ve toda la eternidad. Está bien. Acepto la lógica en todo eso. Pero no cambia el hecho de que lo que está en frente de mi cara huele a podredumbre. Y sí, tal vez es culpa de Satanás. Pero si yo construyo un cohete modelo y lo lanzo, y aterriza en el techo de alguien, yo soy el responsable de los daños. No soy perfecto. Fue simplemente un error de mi parte que dañé la propiedad de esas personas. El Creador Omnisciente formó el universo, y lo hizo con el pleno conocimiento de que iba a surgir Satanás en algún momento. Él, el Inventor de todo, tuvo que haber conocido acerca de todas las cosas como envidia y orgullo, y que eventualmente, el número dos intentaría convertirse en el número uno. Y en medio de todo esto, decidió darnos el premio ganador “Premio Peor de Todos los Tiempos”: Libre albedrío. Dejó caer sobre nosotros todo esto, dándonos procesadores bastante defectuosos y un programa lleno de virus, y luego…bueno…ustedes me entienden. Cómo es que Él logre sorprenderse que estamos tan llenos de engaño, no lo logro entender. Así que, sí, tal vez Satanás merece la culpa, y la responsabilidad que tiene Dios en todo esto, de alguna manera se ha puesto en el olvido. Soy un idiota, pero sí sé esto: Nada de esto fue un misterio para Él; Él lo veía venir.

Cansado. Cansado de ver a los jueces hacer lo que sea necesario para verse bien porque saben que no serán re-elegidos a solo que jalen con la línea conservadora (Y mientras políticamente tal vez soy más o menos izquierdista o centralista, de igual modo me molesta que existen jueces liberales que se comportan de la misma forma en otros estados).

Cansado de perder a mis amigos por correspondencia con el mismo acto mágico de desaparición que reclamó a todos mis amigos del mundo libre. Tal vez el costo de estampillas no es muy alto para ustedes, pero en ocasiones dejo de comer para que me alcance el dinero para escribirles…y luego ¡poof! Se han ido para siempre.

Cansado de los empleados del cuarto de correos que mienten y que se gozan en desechar montones de cartas simplemente por diversión. Pongo pedazos de mi alma en papel, y lo tratan como si fuera la basura de ayer.

Cansado de ver caer mi pelo por mechones completos y cansado de escupir sangre que proviene de mis úlceras estomacales porque no sé la forma de deshacerme de la tensión de ser una máquina viviente tan deficiente y defectuosa.

Estoy cansado de no poder recordar la última vez que verdaderamente me reí, o sonreí sin que fuera forzada.

Cansado de no poder decir lo que quiero decir. Aún ahora.

Cansado de sentirme como el marino en estado de abatimiento, esperando a que sople el viento. Cansado de saber que nunca soplará.

Cansado de los químicos en mi cerebro que me mandan en un viaje de montaña rusa, y cansado de aceptar culpabilidad en cuanto a esto cuando no sé cómo manejarlo.

Cansado de decir que lo siento, cuando nadie tiene interés de escucharlo.

Cansado de no poder verme en el espejo.

Cansado de pensar en Ella, y preguntarme si alguna vez piensa en mí. Cansado de pensar que dudo que lo haga.

Cansado de pensar que no tengo más lágrimas para llorar, y después ver que estoy equivocado.

Cansado de tener que ver la vida como una prueba, y pensar que simplemente hubiera preferido no haber participado.

Cansado de sentir como que una parte vital de mí se quedó fuera de la caja.

Cansado de no entender lo que es amor.

Y más que nada, estoy cansado de esperar que Dios actúe como si realmente le intereso.

Me imagino que es obvio por el tono de todo esto que tengo mucho trabajo para poner en órden todo lo que hay dentro de mi cabeza. Me he puesto cómodo en los últimos años. Institucionalizado. Últimamente, esa comodidad se ha ido desquebrajando. Recientemente alguien, a quien amo profundamente, me dijo que necesito vivir sin muletas. He pensado mucho sobre esto, tratando de entender cuáles son las muletas que uso diariamente. Estoy preocupado que yo, sin muletas, simplemente no tendré necesidad de este sitio web. O necesidad de muchas otras cosas. Me imagino que lo llegaré a entender. O no. Lo siento si no he vivido a la altura de la esperanza de algunos de ustedes. Sin embargo, no estoy muy seguro de que muchos de ustedes podrían hacerlo mucho mejor, si nuestra posición fuera invertida. Nuevamente, palabras frías de consuelo, pero es lo mejor que tengo por ahora.

Nel mezzo del cammin di nostra vita
Mi retrovae per una selva oscura
Che la deritaa via era smarrita.

En medio del caminar de nuestra vida
Me encontré en una selva oscura
Porque el camino derecho se perdió.

Dante Alighieri


© Copyright 2008 por Thomas Bartlett Whitaker.
Todos los derechos reservados.

Sunday, June 1, 2008

Tres Simples Preguntas

Junio 1, 2008

Durante mi juicio, el Asistente del Fiscal de Distrito afirmó que yo era un “sociópata narcisista” que “no sentía nada”. Esa fue su lanzamiento de ventas para darme la pena de muerte. Obviamente, el jurado lo creyó. En ocasiones, quisiera que fuera verdad.

Me he sentido entumido hacia algunas cosas anteriormente; creo que la mayoría de nosotros lo ha sentido. Es la forma de poder sobrevivir los cuadros de cuerpos abotagados que van flotando por los ríos en Birmania, o las caras de padres llorando, observando las ruinas colapsadas de la escuela primaria en China, que salen en el noticiero de la noche y desgarran el alma. Desearía que en estos momentos pudiera sentir algo así, porque mi corazón se siente como si ha sido colocado en una cama de vidrios rotos y después pisoteado. En dos días, empiezan las ejecuciones nuevamente. Se me había olvidado lo horrible que se siente. La gran y siempre presente melancolía me sobrevino al observar a doce hombres empacar sus pertenencias y dirigirse al lugar de espera para la fecha de ejecución (el número real es más alto, pero solo vi a doce de ellos). Cuando recién llegué a este lugar, no conocía a muchos de los hombres que estaban siendo ejecutados. No podía creer que llevaran a cabo una ejecución por semana. En esta ocasión, los conozco a todos. A cada uno de ellos. He orado con algunos de ellos; algunos han sido mis víctimas en un juego de ajedrez. Uno de ellos, Lester Bower, es probablemente mi mejor amigo aquí. Conozco los nombres de sus esposas, los sueños de sus hijos. Ah, sí. Los conozco a todos.

La mañana en que la Suprema Corte dio su fallo, y levantó el “de facto moratorium”, yo me encontraba en la sección de visita, por lo tanto no había escuchado. Al regresar a mi sección (la cuál consiste de un pasillo largo, blanco, con una línea sólida azúl que corre al nivel de la cintura, puntualizada con un zigzag a cada 50 pies, que semeja el latido de corazón en una máquina de electrocardiograma…hasta que la línea se vuelve completamente recta a mitad del pasillo…les dije, el Departamento Correccional de Texas no es sutil), noté a un oficial de alto mando (el nombre y título se omite porque no quiero recibir una paliza de parte de los guardias) que estaba silbando mientras caminaba por el pasillo hacia la oficina del Mayor. Nunca he visto sonreír a este señor, ni reírse (ni siquiera cualquier cosa que pudiera interpretarse como una característica humana), así que me hizo pausar. Al entrar a la sección, había un silencio mortal. No se escuchaban los gritos, risas o llamadas de juego de ajedrez desde una celda a otra que normalmente se escucha. Cuando subí las escaleras hacia mi sección, escuché a alguien llorando; sollozos callados, entrecortados que salían de un mar de desesperación. Hizo que los pelos de mi cuello se pararan, algo sobre lo cual había leído, pero nunca lo había experimentado. Cuando pasé por la celda de mi vecino, murmulló dos palabras, y supe, “ellos ganaron”. Repentinamente entendí el silbido alegre del oficial. Me causó náuseas, más que cualquier otra cosa que hubiera pasado en ese día.

Para ser honesto, esperaba este fallo. Primeramente, la naturaleza de la Corte se ha inclinado fuertemente hacia la derecha desde que Bush tomó la presidencia, así que no había forma que fuéramos a tener un respiro de parte de ellos. Aún más importante, Kentucky era el estado absolutamente más PEOR de la nación en el cual se pudiera traer un caso de la Enmienda 8, ya que virtualmente, no han matado a nadie recientemente. Pero aún tienen esperanza. La esperanza de la muerte es una cosa poderosa para ser vista. Muerte en etapas. Las últimas semanas, he observado morir la luz en los ojos de los hombres que me rodean. Así que, quisiera poder encontrar ese entumecimiento de antes, y envolverlo alrededor de mis hombros como una cobija calientita. Pero no llega.

No niego esa gran maldad del pasado que existe en mi entorno. Mi alma llora por ella. Tampoco sugiero que todos los hombres en el Pabellón han hecho enmiendas por sus acciones. Creo que he expresado mi gran arrepentimiento anteriormente, aunque en forma torpe. No soy el único en este lugar que lo ha hecho. Poniendo a un lado a los que verdaderamente son inocentes (en forma estimada, y conservadoramente, son entre 5 – 10 por ciento de los prisioneros en toda la nación que están en los Pabellones de los Condenados a Muerte), hay mucho que expiar. Mucho que necesita ser vengado. Venganza. Es lo mismo. He recibido trece cartas desde el 16 de Abril (cuando se dio a conocer el fallo) de parte de grupos que están a favor de la Pena de Muerte, cuyo contenido ascendía a caras enormes sonrientes. Trece. Sí, ustedes, personas, son claramente los seres moralmente superiores, ¿no es así? Ustedes tienen todas las respuestas, ¿no? Aún en su enfermedad, les he perdonado, intentado alcanzarlos, tratado de entender por qué me odian tanto. Alguien a quién jamás han conocido. Tengo que reconocer, sí he sentido enojo. He pensado en escanear sus cartas y ponerlas en el sitio web para que todas las personas puedan ver lo “buenos” que son. Hasta comenzé a hacer esto. Escribí seis páginas, y era bueno. Tal vez de lo mejor de mis escritos. Nunca, ni una sola vez, me ha gustado nada de lo que he escrito, pero este estuvo cerca. Es fácil escribir cuando estás airado. Las palabras simplemente fluyen; se rompe la represa proverbial. Sin embargo, no me ayudó. No existió catarsis, ni sangría que liberó la presión. Fue esta realidad, más que cualquier otra cosa, lo que me causó soltar el lápiz. Me di cuenta, después de leer lo que había puesto en papel, qué tan bajo había caído. En verdad que me bajé al nivel de ustedes. Me sentí como si hubiera estado nadando en el caño. Así que mandé las hojas por el escusado, mandándoselas a ustedes por esa vía. Que les haga provecho.

Aún no he encontrado la situación en la que la ira pudo solucionar algo. Me imagino que es normal sentir rabia en ocasiones. Pero realmente no ayuda. Así que, sigan mandándome su basura ignorante, si les hace sentir mejor. Sin embargo, dudo que lo haga. Sigues estando tan lastimosamente airada hoy como lo estuviste hace nueve meses, Debbie. E igualmente ciega. Ignorancia. Ese es el problema, ¿no es cierto? Pensamos ser tan conocedores, ¿no es así? Diablos, es el siglo 21. ¡Dale un vistazo a lo que hemos hecho! Simplemente la semana pasada, aterrizamos un nuevo explorador en Marte. Claramente estamos más avanzados que lo que estábamos unos cuantos de cientos de años atrás. ¿Correcto? ¿Eso es lo que tú crees, verdad? Eso tiene que ser tu inconformidad, o no me estarías mandando resmas de hojas de cómo tú sabes todo y yo no sé nada. He decidido dejar de atacarte. Y seguiré así, porque, sin importar cuanto odias que te lo diga, no soy tu enemigo, y no te odio. Pero sí voy a arrojar el guante. Te voy a pedir que canceles esa jactancia tuya de asegurar algo. Tú afirmas ser tan conocedora, así que vamos a ver cuánto conocimiento posees. Te tengo un pequeño examen . Primeramente vamos a ver algo. Para que tú estés leyendo esto, en primer lugar, tuvieron que pasar un número de cosas. Una de ellas, tuviste que encender tu computadora personal, lo cual causó que la fuente de energía empezara a jalar energía de las redes de distribución. ¿Me podrías decir cómo funciona esto? Mientras estabas sentada, esperando a que apareciera el pequeño ícono de Windows, ¿sabes cómo se inició el sistema operativo? Tal vez conozcas un poco en relación al CMOS y cómo se divide el disco duro, pero, ¿lo conoces todo? Yo no. No me estoy burlando de ti, simplemente estoy preguntando. Y no profundicemos en cuanto a cómo funciona el internet y el TCP/IP. El punto que quiero mostrar aquí es este: para que siquiera puedas leer esto, varias millones de cosas tienen que haber pasado en forma correcta, y, con excepción de algunos muy inteligentes nerds en el Valle de Silicón, nadie lo puede explicar. En otras palabras, abunda la ignorancia. Aparentemente, qué fácil es olvidar esto. “O.K.”, dices. “Tal vez no sé cómo funciona mi televisión o mi teléfono, pero tengo buen manejo en cuanto al matrimonio entre homosexuales, la investigación de células madres, o la Pena de Muerte”. El hecho de que tantos de ustedes creen que estos asuntos sociales son más simples que los asuntos técnicos, debería de mostrarles su terquedad, pero no pasa así. Tienen puestas sus anteojeras, porque la vida es más simple cuando están convencidos de que la única porción del mundo (o de la verdad), es la parte que está enfrente de ustedes. George Orwell escribió, “Ver lo que está en frente de nuestra nariz requiere una constante lucha”, pero hemos olvidado eso.

De todos modos, voy a hacerte estas tres simples preguntas. No son complicadas. No se requerirá dar explicación sobre las ondas en la ecuación de Schrodinger o nada similar a eso. No son preguntas capciosas, pero sí enfatizan la diferencia entre la respuesta “correcta” y la respuesta correcta. ¿Qué quiero decir con eso? Respuestas “correctas” son aquellas que están excesivamente simplificadas, las que se nos han enseñado desde la primaria. Es la marca de una sociedad que se ha conformado con lo que le conviene, en vez de enfrentarse a un presente más complicado. Las respuestas correctas, por otro lado, son la verdad pura, sin destilar. Quiero que contestes estas preguntas, y después reconozcas algo ante mí. Si solo sabes la respuesta “correcta” a estas preguntas simples, reconoce que tal vez solamente conoces las respuestas “correctas” a algunos asuntos más complicados.

1) ¿Quién fue el primer presidente Americano?
2) ¿Cuántos sentidos tiene el ser humano?
3) ¿Quién dijo: “déjenlos comer pastel”?

O.K., fácil. Si tienes hijos pequeños, probablemente ellos podrían atinarle bien a las tres preguntas. Probablemente tú contestaste algo como:

1) George Washington
2) Cinco
3) María Antonieta

Estas son las respuestas “correctas”. El problema es, no son correctas. (Por cierto, las siguientes respuestas correctas provienen de John Lloyd). El primer Presidente Americano fue Payton Randolph. Él fue el primero de los catorce pre-presidentes del Congreso Continental (búscalo, si no me crees). Apuesto que la mayoría de ustedes ni siquiera han escuchado hablar del Sr. Randolph, lo cual está bien. Generalmente pasamos por alto detalles en la historia para simplificarla. Hay una tonelada de información, pero simplemente no tenemos necesidad de toda ella. El truco, claro, es nunca olvidar que las cosas se han dejado de lado para hacer que el viaje sea más fácil.

Existen por lo menos nueve sentidos sobre los cuales existe un común acuerdo, aunque la mayoría de los neurólogos tienen sus propias opiniones de si existen más de nueve (algunos dicen que hasta 21). Algunos de los cuales probablemente no mencionaste: termocepción, equilibriocepción, nocicepción, y propriocepción (éste último es el conocimiento inconsciente del lugar en que se encuentran las partes de nuestro cuerpo sin estarlas viendo o tocando…cierra tus ojos y mueve tu pie en el aire. Aún así, sabrás en dónde se encuentra en relación al resto de tu cuerpo, ¿verdad?)

La última pregunta en relación al pastel es un poco diferente a las primeras dos. En vez de mostrar cómo, en ocasiones, la verdad es cambiada por conveniencia. Ésta última representa como una total mentira puede ser indoctrinada de tal modo que se convierta en una creencia popular. Así que, ¿quién dijo “déjenlos comer pastel”? Bueno, pues no fue ella. John Lloyd escribe: “Probablemente recuerdan la lección de historia como si hubiera sido ayer. Es 1789 y la Revolución Francesa está llevándose a cabo. Los pobres de París están causando disturbios porque no tienen pan, y la Reina, María Antonieta, de manera cruel, tratando de ser graciosa o simplemente tonta, sale con la fatua sugerencia de que coman pastel. El primer problema es que no era pastel. Era brioche (el francés original es “Qu´ils mangent de la brioche”). De acuerdo con el Oxford Companion to Food de Alan Davidson , “El brioche del siglo dieciocho solamente era ligeramente enriquecido con cantidades modestas de mantequilla y huevos, y no era muy diferente a un buen pan blanco”. Así que, el comentario pudo haber sido un intento de bondad: “Si ellos quieren pan, denles un buen pan”. Solo que, María Antonieta no fue la que lo dijo. Esa línea había sido usada, por escrito, como una ilustración de la decadencia aristocrática desde por lo menos 1760. Jean-Jacques Rousseau afirmo que él lo había escuchado por primera vez tan temprano como 1740, y probablemente se inventó con el propósito de hacer propaganda. El Sr. Lloyd sigue explicando más ampliamente, pero el punto es este, son puras tonterías. Todas mentiras. Y mi mayor propósito es este: ¿es probable que también sea esto, mucho de lo que ustedes creen ser verdad? Así que, ¿cómo podemos saber lo que es verdad? Henry Suso escribió: “Por medio de la ignorancia se conoce la verdad”. Primeramente, tienes que reconocer que hay una infinita cantidad de conocimiento, y que solo es cuestión de buscar para encontrar la verdad. No recibirás la verdad, toda la verdad, viendo las noticias de la noche. No la recibirás de tus oficiales que elegiste. No la recibirás en el despachador de agua.

En conclusión, vean este enlace. Esto es la lista de los nombres de hombres que están programados para ser asesinados por los ciudadanos de Texas. Lee cada uno de los nombres, uno por uno. Si con verdad, puedes decir que estás seguro de su culpabilidad, o de su total falta de valor como seres humanos, entonces adelante, cierra este sitio web y sigue con tus asuntos. Si tienes alguna duda, o estás incómodo con la idea de participar en esto, tal vez es tiempo que des verdadera consideración a este asunto. Porque eres un participante. Si vives en un estado en donde ejecutan gente, significa que tus líderes electos creen que esto es lo que tú deseas. Todo lo que yo deseo es que te veas en un espejo y te preguntes: “¿Es lo que yo deseo?”


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