Tuesday, October 5, 2010

Cartas a un Futuro Prisionero del Pabellón de la Muerte, Parte 13

Escrito por Thomas B. Whitaker

La parte 12 se puede ver aquí



A mi querido X,

¿Cómo van las resorteras y flechas de fortuna indignante? ¿Qué, te ríes silenciosamente a mi poco elegante y excéntrico saludo? Suspiro. Ya sé, ya sé; Es bastante malo, en el ámbito de un “Hola”. Sin embargo, créeme, después de pocos años habrás escrito tantas cartas que virtualmente todos los medios típicos de saludar a alguien parecerá más que gastado y mundano. ¿Preferirías que usara un término más apropiado a tu contexto? Muy bien: “¿Qué onda, bato?” ¡Ah, la risa callada pasa a ser una carcajada descarada! Hombre, tengo educación loca callejera. Compa. Sí, sí, síguete riendo. Risas entre dientes. Existo únicamente para divertir a Su Majestad. Oye, recientemente aún el Papa debutó una canción lema hip hop en su viaje a Inglaterra, así que si ese personaje puede aguantar la hazaña, yo también debería estar apto para ello. Ja, ¿te puedes imaginar lo que hubiera dicho Aquino de tal cosa? Semen est verbum Dei; sator autem Jay-Z. Habemus mad crossover appealum, dog!

¡Bah. No importa. Nunca jamás volvamos a repetir la frase anterior. Esa maldita espada de fuego hace mucho que me sacó del Edén de Frialdad, por lo tanto no sirve lamentar el hecho ahora.

¿Recibiste mi último recado? Ah, bueno, bueno. Es una tarea imposible destilar en forma completa todas las lecciones que uno aprende de una vida tal como la que encuentras en este lugar en solo unas cuantas páginas, pero sí intenté recabar unas cuantas chácharas que pensé serían especialmente útiles para ti. (Aún si supiera dibujarte un mapa más acertado de esta cosa llamada vida, como mencioné anteriormente, no lo haría: hacerlo te privaría de toda la “razón” de la existencia. (Nota que aquí uso la palabra “razón” en el sentido que hubieran favorecido Sartre o Camus, pero estás invitado a saturarlo con cualquier significado que le quieras dar.) Voy a continuar con ese tema hoy, y después, espero dar un salto directamente a la exploración de la temida Ciénega de la Ley Penal de Pena de Muerte en el Sucio Sur. Te recomiendo que traigas unas de esas botellas de agua tratada con radiaciones ultravioletas que mencioné la última vez, porque, una vez que estemos lejos de la civilización, no hay nada comestible que crezca por millas y millas. De hecho, la única fauna nativa son las criaturas babosas conocidas como “El Abogado Americano” (genero: buffoonus; familia: sheisteridae); de alguna forma, estas cosas logran sobrevivir allá afuera, pero nadie tiene la certeza científica de cómo lo logran.

Bueno, adelante, hacia delante, allons, etc. Cuando veas un oficial de rango en cualquier lado en la sección, haz lo que haría un buen vecino y anuncia este hecho. Todos los que te rodean están haciendo inventos hechizos con la intención de sobrevivir en este infierno, y en ocasiones estos inventos incluyen actividades que son merecedores de un caso [reporte]. También, en ocasiones, los oficiales bloquearán a uno de nosotros acá, evitándonos hablar con un sargento, y el que llegue uno a la sección puede ser la única oportunidad que uno de tus vecinos tendrá para resolver algún asunto. Así que, si ves a un Teniente o alguien más moviéndose sigilosamente, simplemente grita: “¡Teniente en línea – 1! ¡Teniente en línea – 1!” Aproximadamente 40% de los muchachos acá harán lo mismo por ti, y este 40% es exactamente mi aproximado en la proporción de convictos a reclusos en el Pabellón de la Muerte. Asegúrate que elijas el lado correcto en particular de esa línea divisoria para habitar, porque si no lo haces, he malgastado un gran trozo de mi tiempo en este lugar.

Toda esa gritería podrá resecar las viejas gaitas un poco, lo sé. Pero, por lo menos sirve un propósito, a diferencia de mucha de la pequeña conversación anodina que toma lugar entre las celdas. Como bálsamo del viejo gritador, ¿cómo te caería una coca o jugo de naranja frío? ¿Qué? ¿Imposible? ¡Oh vos de tan poca imaginación! Observa la pared de metal, amigo; ¿Qué es lo que ves? Sí, un escusado. También un foco. Dirige tu vista más arriba. ¡El conducto de ventilación! ¡Ding! Hace el foco proverbial. Busca algo delgado pero fuerte, algo capaz de ser acuñado entre la placa de acero en la pared y la malla de acero de conducto de ventilación. ¿Me permites recomendarte uno de los porta-hilo dentales del paquete que se vende en la tiendita del pabellón? En seguida, toma unas 6 pulgadas de tu línea de pescar (sin comentarios– pero para ahora es seguro que sabes a lo que me refiero) y amarra una punta al soporte. La otra punta puede rápidamente enrollarse a la lengüeta que se usa para abrir la lata. Unas cuantas horas frente al conducto de ventilación, y tienes una bebida fresca. Envuelve la lata en papel de baño mojado, y el enfriamiento por vaporación bajará la temperatura de la lata aún más, tal vez unos 20° F más bajo de la temperatura ambiente del cuarto. Es verdad, no queda exactamente con escarcha que entumece tu mano, pero es bastante bueno; una pequeña cosa que puedes aprender a apreciar.

Hacer una práctica de esto te llevará al entendimiento de que las cosas pequeñas en la vida realmente no son tan pequeñas. Además, tus labios nunca van a volver a tocar el hielo, así que de una vez sería bueno que te olvides de eso. Existe una máquina para hacer hielo en la cocina del Pabellón de la Muerte, claro, pero los cortes en el presupuesto hace años llevaron a que no la enchufaran. Aún si estuviera en operación, el hielo no sería para ti, pero para los oficiales y los SSI´s [prisioneros empleados] que trabajan en la cocina. Simplemente agrega eso a la lista de comodidades materiales que nunca más volverás a ver. En mi lista, la cual, sí, está en orden alfabético (¡cállate!), el “hielo” está apenas debajo de “toque humano” [en inglés la letra con que comienzan estas palabras sí está en orden alfabético (Human touch; Ice)], y antes que “Jacarandas [flores]”. Cuando se coloca en el lugar apropiado, creo que rápidamente te olvidarás de la existencia de hielo. ¡Si tan solo fuera tan fácil olvidarse de algunas de las otras cosas en la lista!

De todos modos, no todo en esa lista te convenía. Claro, hay ocasiones en que extraño ver la televisión, pero, honestamente, ¿en realidad extrañas las imágenes en staccato que son disparadas como con ametralladora directamente dentro de tu cerebro? ¿El ser dirigido por fragmentos de sentido y temas inconexos? ¿Siendo solo otro clon en una sociedad regida por anécdotas y “sentimientos”? 95% del ruido que llega por las ondas de radio es exactamente sinónimo a una abeja obrera aguijoneando su vida sin sentido dentro de tu oído. ¡Olvídate de las tonterías! De todos modos, no tienes tiempo para malgastar en tales cosas.

¿Entiendes lo que te estoy diciendo? Tienes que recortar muchas de las distracciones que la vida moderna ha colgado enfrente de tu cara. Déjame darte un ejemplo, si me lo permites: Durante alrededor de 18 meses, la tiendita se rehusó a abastecernos de toallitas de mano. Costando menos de 50 centavos, simplemente no era una prioridad mayor para el empleado que mandaba los pedidos. Usé las mías hasta que básicamente estaban hechas trizas, y después me quedé sin nada. El día que empezaron a venderlas de nuevo, casi no podía esperar llegar a la regadera; Con lentitud le puse el jabón, haciendo espuma y proseguí a limpiar mi cara, con fuerza, en forma abrasiva. Existía allí una sensación, sutil y fácil que pasara por desapercibida, de poros limpios y contentos, respirando profundamente. Toda mi cara se sentía ligera. Nunca hubiera puesto atención a tal cosa en el mundo, y no solo porque allá afuera hubiera podido simplemente comprar una toallita nueva cuando se me antojara. Algo había cambiado; Simplemente había aprendido a notar señales corporales que previamente eran demasiado pequeñas para que yo las pudiera detectar, y entonces – aún más importante – apreciarlas. Esa gratitud es esencial para una vida bien balanceada, sin importar de qué lado de los barrotes te encuentras viviendo. Algunos ofrecen esa gratitud a un Dios, o dioses, o a la Fortuna. Yo no voy a ahondar en ese tema contigo, ya que pienso que lo que uno cree sobre lo Numinoso es altamente personal. Por mi parte, sin importar en lo que creo, agradecer al Creador del Universo por toallitas de manos me parece muy egoísta, así que simplemente le di las gracias a la toalla misma. Si pasas las cosas pequeñas por desapercibidas, X, realmente no te queda nada acá adentro. De nuevo, no voy a hacer proselitismo, pero he encontrado que en los últimos 2+ años de madrugar practicando meditación vipassana me ha permitido enfocarme en cosas muy, pero mucho más minúsculas que cualquiera cosa que el antiguo yo se hubiera podido imaginar. Considera intentarlo.

En cuanto al tema de toallas y baño: en serio, amigo, báñate. Exceptuando durante los períodos de RECLUSION OBLIGATORIA, te dan la oportunidad de tomar baño diario. Las personas quienes regularmente pasan la oportunidad de bañarse en forma consistente (porque tendrían que levantarse temprano para hacerlo) son los mismos lamentables prisioneros, ignorantes, ladrones, chismosos que nos dan a los demás una mala reputación en este lugar. No creo que esta sea una coincidencia. El cuidar la higiene de uno mismo y de la celda propia es sello de un hombre con disciplina. Además, a nadie le gusta vivir al lado de alguien que huele a chivo. Se supone que deben bañar en forma forzada a manguerazos a aquellas personas que se rehusan a tomar una ducha una vez por semana, pero, claro, eso requiere de esfuerzo, y ambos sabemos cómo se sienten estos rancheros[los oficiales] en cuanto a eso.

Este total y completo basurero de empatía se extiende en todas direcciones. Probablemente aún no te ha tocado experimentar una de sus Evaluaciones Psicológicas de Cada 90 Días, pero son un perfecto buen ejemplo sobre lo que hablo. Cuatro veces por año, varios miembros del equipo médico van a pasar de celda en celda, haciendo exactamente una pregunta: “¿Estás bien hoy?” Tal vez hablé equivocadamente, X, cuando etiqueté esta declaración como una pregunta. A solo que hagas un verdadero y espectacular show – y con esto quiero decir algo realmente impresionante, como sería pararte de manos sobre tu cama, desnudo, con tus bóxers en tu cabeza mientras que cantas un canto de División de Gozo acerca del suicidio, lo cual no les hace ni siquiera voltear una segunda vez – solo se detendrán aproximadamente cuatro segundos frente a tu puerta. (Y no, tonto, no fui yo el que hizo eso. Dame un respiro, bastardo.) Esas personas deben ser sorprendentemente hábiles en el análisis de comportamiento, ya que podrán llenar un campo completo de puntos diagnósticos en un abrir y cerrar de ojos.

Las aros por los que tiene uno que saltar para poder conseguir estos reportes son igualmente angostos como con fuego, pero me gusta el reto (y me sé de memoria el Titulo 5, Capítulo 552; aprende a usar las solicitudes la Ley de Libertad de Información, mi joven amigo, y te convertirás en un verdadero dolor en el trasero. Muchos brindis acompañarán mi muerte en Huntsville, te digo, especialmente de la oficina del Procurador General. (Es bueno ser tan apreciado.) AQUÍ, AQUÍ, AQUÍ, AQUÍ, AQUÍ y AQUÍ puedes ver unas cuantas de estas evaluaciones. Oye, X, es gracioso como exactamente las mismas cualidades son observadas en cada examen, ¿eh? Quiero decir, sí me siento orgulloso de mi estabilidad, pero esto es verdaderamente sorprendente. Mi “afecto” siempre es “apropiado” (¿apropiado a qué? ¿hacia quién?) my “organización pensante” está encadenada a “lógico, dirigido hacia una meta” (cómo lograron concluir todo eso de un solo “marca tu maldito cuadro y sigue adelante, Goebbels” está más allá de mi comprensión); y mi “humor” es eternamente “eutímico” (tengo que ser honesto contigo, X: no se, con exactitud, lo que significa esta palabra; puedo deducir algo de su significado al reconocer que el prefijo griego “eu” significa “bien”, y una eutiroides es una tiroides que opera bajo parámetros normales, así que, cualquiera sea el significado de “eutímico”, parece implicar que mi humor esta super bien. ¡Ja! ¡Ya mero!) Una mente sospechosa o cínica podría saltar a la conclusión de que simplemente siguen copiando y pegando las respuestas de exámenes previos, en un intento de burlar los estándares del estado para el mantenimiento de salud mental en las prisiones. Estarías en lo cierto al pensar que, la única ocasión en que he escuchado que se hayan usado estos resultados de exámenes es para defender al sistema cuando un prisionero se suicida o ataca a un guardia. “Eh, bueno, pues, Senador, simplemente no sabemos por qué hizo eso. Quiero decir, estuvo perfectamente bien durante su última evaluación…” (RIP, Tone).

Me imagino que eso me trae a un punto importante. Regresa a las cartas previas que te escribí, si aún las tienes. Mi consejo para ti está un cuanto fuertemente centrado alrededor de la meta de intentar ayudarte a vivir mejor, con alguna medida de propósito y dignidad. Nunca verás en mis divagaciones ningún consejo sobre cómo divertirte. La razón de esto es bastante simple: Creo que tú – y yo – hemos sacrificado cualquier derecho de ir tras placer personal de cualquier índole. (Si eres verdaderamente, positivamente de verdad inocente del crimen por el que fuiste sentenciado, entonces todo lo que te tengo que decir es que realmente lo siento. Mis lágrimas no significan nada, pero aún así caen por ti y por otros como tú.) Sé que no eres el monstruo que todos dicen eres. Créeme, lo sé. Hiciste unas horribles elecciones, pero sé perfectamente que hubo razones para ello. No me importa si viviste como yo viví, inundado en una marea de miseria auto-infligida y sobre-estimulación química. No me importa, en el contexto inmediato. El punto aquí es crudo: o mataste a alguien directamente, o causaste que alguien muriera. Ya no tienes el derecho de buscar “la diversión”. Así que no me dejes oír que estás lloriqueando porque tienes que fabricar tu propio tablero de Scrabble. Como un ser sensible, siempre tendrás el derecho de elegir crecer más allá de tus errores. Siempre saldré a la batalla por ti, si esa es tu meta. Pero echaste a perder tu derecho a la felicidad. Va a requerir de unos no tan pequeños ajustes mentales para poder vivir de acuerdo a esta nueva realidad. dolerá. Tal vez algún viejo amigo te escribirá una carta contándote que fue a la 6ª Calle en Austin, y retrocederás diez años atrás a un tú más joven y angustiado, bebiendo en Logan´s o Pete´s para eliminar tus demonios, y alguna parte traicionera de tu cerebro va a empezar a insistir que “¡ese debería aún ser yo! ¡Debería estar allí en este mismo instante!” Tal vez la mujer que una vez amaste tendrá hijos, los hijos que tú siempre pensaste serían tuyos, y vas a caer cabeza primero dentro un espiral cuya única salida racional está relacionada con insertar todo tipo de objetos punzantes directamente dentro de tu carótida. Que así sea. Así es la vida. Estás haciendo las comparaciones equivocadas: tu vida presente comparada con la vida de tus amigos. Tu vida presente a la que algún día tuviste. Tus “exes”, las que te dejaron, el “en-otra-vida-la-hubiéramos-hecho-súper bien-juntos”; amigos nuevos que has tenido durante tu tiempo en este lugar. Trata de comparar tu vida con la vida que tomaste. Ellos jamás se volverán a divertir, nunca jamás. Así que, al diablo con tu gozo, tus escapadas casuales al mundo de los sueños, tus recolecciones infladoras de ego. Tienes que pagar, y tienes que elegir pagar, conscientemente, con tus ojos bien abiertos. Nunca encontrarás absolución de las personas que te tienen en este lugar. Sácalo de tu mente. Pero si escuchas a lo que te estoy diciendo, puede ser que encuentres absolución dentro de ti mismo. Y eso no es cosa pequeña.

Sin embargo, algunas advertencias sobre este asunto: Si intentas expresar en el foro público tus remordimiento y vergüenza sobre las elecciones que te mandaron a este lugar, asegúrate que entiendes desde antes que vas a convencer y agradar a precisamente ni una persona. Decir que lo sientes es totalmente insuficiente, y, en cualquier caso, las personas van a gritar que estás diciendo eso solo porque te atraparon, y ahora simplemente estás tratando de zafarte de la aguja (como si a alguien en el sistema judicial le importaran tus disculpas). Probablemente empezarás a recibir un gran número de cartas airadas y despotricadoras (162 y siguen llegando) de personas que te odian intensamente, y esto te va a hacer retroceder de este intento. Probablemente prometas – como lo hice yo – nunca más expresar el remordimiento en público. Solo que después, estas mismas personas ahora van a afirmar que eres un sociópata sin remordimiento. No hay gane aquí para ti, así que necesitas aprender hacer a un lado el deseo de ganar. Simplemente cambia. Nadie necesita verlo. Hazlo por ti, y tú lo verás.

Sé que esto es muy confuso. No es tu culpa. Existe una mentira trabajando aquí, una que es sistémica y relativamente nueva al carácter Americano. Uno de los principales componentes del Sueño Americano es el de segundas oportunidades. Por lo menos, eso es lo que afirman las personas. Las personas solo creen en ese tipo de cosas cuando la persona involucrada es realmente ella misma, o alguien con quien ya tienen una conexión emocional. Esto no se extiende a la persona extraña. Y las cortes claramente han dado sus espaldas a dichas curiosas nociones. Las personas te dicen – tu consciencia te dice – que hagas lo correcto, presentarte tal como eres, confesando y tomes tus consecuencias. Tal vez hiciste esto, y diste la cara tanto COMO TE FUE POSIBLE . Grandioso. Te felicito; lo digo en serio: te felicito. Pero esa honestidad solamente resultará en dos acciones mundanales externas: una ya la viste, y la otra la verás cuando tomes el camino tortuoso a través del proceso de apelación. El primero es este: Tu Fiscal Asistente del Distrito escuchó lo que tenías que decir, y después se volteó y miró directamente hacia el jurado, y afirmó que aún no estabas tomando responsabilidad por tus acciones. Que una mentira tan obviamente descarada pudiera ser aventada en forma tan arrogante es bastante repugnante. Que nadie en el panel del jurado parece notarlo es aún peor. Tus lágrimas, tu valor, nada de esto le importa al mundo. El mismo registro no importa. Tú no importas. ¿Aún no lo has captado? La segunda cosa que tu honestidad te compró es una expectativa de vida cinco años más corta que lo que hubieras tenido, porque la Corte de Apelación está completamente compuesta por JUECES conservadores, pro-condena, pro-pena de muerte. Lo que te estoy diciendo, X, es que tienes que elegir hacer lo correcto, aún cuando significa que vas a morir dentro de seis años, en vez de once. Es importante. Verdaderamente importante. Porque muestra que eres capaz de ser lo que ellos dijeron que era imposible que llegaras a ser. Todo lo demás es sentimentalismo auto-indulgente.

Sé que te prometí algo sobre la ley. La próxima vez será, te lo juro. No quiero abrumarte, y me puse medio pesado al final. Para prepararte, simplemente te diré esto: no pongas ningún tipo de fe en los abogados asignados por el estado. ¿Recuerdas lo que te dije en cuanto a la esperanza en la primera carta? Aplícala según tu voluntad. De todos modos, la fe debe extenderse para poderse quebrar, así que toda traición de fe es auto-traición, y pienso que ambos hemos tenido una cantidad suficiente de eso para que nos dure diez vidas. Te ves…¿decidido? ¿Es hierro lo que detecto en tus huesos? Bien hecho, mi joven amigo; bien hecho. Ya lo estás entendiendo, y tan rápidamente. Como quisiera tener más habilidad para dispensar ánimo. En verdad que lo quisiera. Esto parecería el espacio para algún tipo de plática de ánimo. Me temo que lo único que realmente tengo guardado es el tipo seco de *levanta la frente, viejo”, así que eso tendrá que ser suficiente por ahora. Para lo que valga, creo que vas a hacer que todos nos sintamos orgullosos. Hasta la próxima. Me voy.

TBW

Nuestros terrores y nuestras oscuridades de mente
Deben ser disipadas, no por los rayos del sol,
No por aquellas flechas brillantes de luz,
Pero por la comprensión exhaustiva de la naturaleza, y un estratagema
De contemplación sistemática.


Lucretius “De Rerum Natura”


© Copyright 2010 por Thomas Bartlett Whitaker.
Todos los derechos reservado
s

No comments:

Post a Comment