Wednesday, November 30, 2011

No les Voy a Decir que les Dije, Parte 1


En verdad, no lo voy a hacer.  No es que esté siendo petulante, o que sea algún tipo de cosa relacionada con fuerza de voluntad.  Ciertamente no es ninguna forma de callada dignidad inspirada por noblesse oblige [nobleza obliga].  Simplemente que no hay razón para vanagloriarme.  Es como el tipo que se queja durante meses que los dolores en su costado son claramente síntomas de cáncer, solo para que todos sonrían y en forma condescendiente le den una palmada en la cabeza y susurren entre dientes acerca de los hipocondríacos.  Y se siguen riendo hasta que se desmaya en el trabajo y presurosamente es llevado al hospital en donde encuentran un tumor el tamaño de una toronja en su hígado que en forma rápida lo coloca seis pies bajo tierra.  En ocasiones, tener la razón se siente tan mal como estar equivocado.

Así que, no lo voy a decir.  Era decisión fácil, para cualquiera que estuviera poniendo atención.  Unos cuantos meses atrás, escribí, en forma BASTANTE LARGA sobre la lógica defectuosa detrás del programa de pago de deducible de $100.00 dlls de los prisioneros  a la Sucursal Médica de la Universidad de Texas.  El entendimiento básico de mi pequeño despotrique visceral tenía que ver con el hecho de que A) El legislativo que puso término a su negocio este verano pasado, gravemente (y en pleno conocimiento) financió, en forma insuficiente, el presupuesto de cuidado general de salud de prisioneros, y B) el programa de pago de deducible fue un intento cínico de complacer la base Republicana para tapar este hecho, y realmente en ninguna forma inventó abordar un presupuesto con enorme déficit.  No tengo ninguna ilusión en cuanto a mis (in) habilidades polémicas, así que estoy cierto de que no logré convencer a muchos de ustedes que no fueran ya miembros del coro de que esto tuviera alguna importancia.  Habiendo dicho eso, las tácticas de recorte y quema empleadas por la Legislatura súper-predominada Republicana para evadir las realidades necesarias de aumentar las cifras de impuestos, sí evisceraron algunos programas de bastante importancia, y puede ser que ya empiecen a sentir el dolor a causa de esto, en este momento.  Tal vez – a raíz de eso – podrán convocar unos mínimos niveles de indignación, ahora que he mostrado haber tenido la razón.

Porque ya pasó, tal y como dije que sucedería: En Octubre, el UTMB (Sucursal Médica de la Universidad de Texas) salió anunciando que los 900 millones (y un poco más) asignados por la Legislatura para atención médica de prisioneros no era suficiente para cubrir el costo básico.  ¡Shock!  Precediendo al tonto círculo bi-anual que es la Sesión Legislativa de Texas, los directores de UTMB explicaron – con gran detalle – por qué necesitaban más dinero.  No lo entendieron, y ahora están amenazando desechar el contrato y llevarse a sus doctores, enfermeras y hospital de nivel 1 en trauma y diversas montañas de equipo a casa.  Lo que tenemos aquí, damas y caballeros, es un buen y antiguo tipo de juego de la gallina de los huevos de oro.  ¿Realmente hay alguien que tenga alguna duda sobre quién será el que se eche atrás en esto?

Claro que no.  Todos sabemos que serán los cobardes en Austin los que se derrumbarán.  De acuerdo a una historia por Mike Ward del Austin-American Statesman (el cual pueden leer AQUÍ) la UTMB al presente está atropellando sus costos contra-actualmente cubiertos por más de 2 millones de dólares por mes.  Ouch.  Por lo tanto, avientan el guante.  Realmente no se quieren ir, claro.  Al ir envejeciendo el sistema,  tienen el derecho de seguir cobrando más y más, y lo saben.  Sin embargo, lo que tienen que hacer es establecer quién realmente es el jefe de esta relación.  Y en forma bastante literal tienen una pistola apuntando a la cabeza del estado.  Para hacer corta una historia larga: el estado se derrumbó, y los premió con una cantidad gigantesca de dinero adicional.  Ya que esta estrategia funcionó tan espléndidamente, pueden estar seguros que ellos intentarán hacerlo de nuevo en unos 6 a 8 meses más.  Recuerden bien lo que les digo.  El dinero, claro, provino de ustedes, aunque no tengo ni la menor idea de qué esquina oscura de la Tierra de Libros Cocinados sacaron los fondos.  No existen muchos programas sociales en todo el estado de Texas que no han sido ya eviscerados, y todos sabemos su posición en cuanto a pedirle a los exageradamente ricos que se mochen con el dinero.  ¿Tal vez lo sacaron de las escuelas?  Quiero decir,  ¿qué es un adicional 40 millones cuando ya han tomado casi 5 billones de sus presupuestos?  De donde haya sido que lo robaron, va a terminar lastimando a alguien en una forma muy real y muy tangible.  No que les importe.

El problema es que todo esto se podía evitar.  En el mismo artículo de Mike Ward, el Presidente del Comité de Cámara, Jerry Madden Richardson, R [Republicano] declaró que
Recortamos 100 millones del gasto de cuidado de salud de instituciones correccionales, por lo tanto sabíamos que había una buena probabilidad que no habría suficiente dinero para cubrir todo…no estoy al tanto que existan 100 millones extras en algún lado por allí, pero definitivamente necesitamos encontrar una forma de resolver esto para que no se haga un problema en la corte.

Sigue diciendo
Tenemos a estas personas encarceladas.  Tenemos que darles cuidado médico.

Ah, bueno.  Me da gusto que estamos claros en ese punto (y está en lo cierto en cuanto a la cosa de la corte: estoy por freírlos de nuevo en corte federal sobre su rechazo de dar cuidado a un hombre en este lugar que está sufriendo de etapa final de Enfermedad Crónica Obstructiva Pulmonar, lo cual, de acuerdo a ellos, se debió a una alergia previa no diagnosticada y recientemente adquirida.)  Por un segundo, piensen un poco de nuevo en los comentarios del Republicano Madden.  Esto es análogo a un esposo que manda a su esposa a la tienda con 30 dólares, sabiendo bien que la mínima cantidad que ella necesita para comprar las cosas básicas necesarias realmente es de 40 dólares.  A él no le importa dónde consigue los diez dólares adicionales, solo que más le vale conseguirlos.  Si esto es un comportamiento irresponsable a un micro-nivel, es aún más repulsivo a un macro-nivel.  Y esas son las personas que se supone son buenos en el manejo del dinero.

La escritura está sobre la pared en esta situación: llegará el tiempo en que la UTMB se va a ver forzada a echarse para atrás en el cuidado médico de las prisiones.  Puede pasar en los próximos  años cuando empiecen a secarse los fondos, o puede ser dentro de diez años.  Cuando ocurra este suceso, el estado tendrá que o encontrar un nuevo proveedor (lo cual parece dudoso aun cuando se encuentre amortajado por la ingenuidad más optimista), o manejarán el cuidado en forma interna.  Viéndose forzados de tomar este último camino, echarán a perder toda la operación, y lo echarán a perder en una forma épica.  Sé que a la mayoría no les importaría en lo más mínimo lo relacionado  al costo humano actual de dicho movimiento – pacientes con dolor esperando durante meses o años para que les brinden cuidado, pacientes muriéndose – pero se mostrarían reacios a los gastos, los cuales serían en cifras astronómicas (piensen en billones con una “b” mayúscula).  Existen dos soluciones básicas al problema.  La primera sería aumentar el financiamiento para cubrir los costos de la UTMB.  ¿Cómo? No tengo ni la menor idea.  En teoría, este movimiento requeriría que el Gobernador Oops convocara una sesión especial de Legislatura, un prospecto que es políticamente inalcanzable al presente momento.  Ultimadamente, esto requeriría alguna forma de ingresos nuevos, y las probabilidades de que los Conservadores Tejanos aprueben un incremento en impuestos es peor que la probabilidad de que ustedes sean atacados desde los árboles por una paca de Perezosos Birmanos juveniles mientras que pescan en Alaska.

La segunda opción es disminuir la población de pacientes potenciales, ejemplo, prisioneros.  Se calcula que al presente, una 2/3 partes de todos los prisioneros en el Departamento de Justicia Criminal de Texas son elegibles para libertad condicional.  Léanlo dos veces: 2/3 de los 156,000 prisioneros en un sistema penitenciario estatal ya son elegibles para libertad condicional.  Ya que un poco más del 50% de todos los costos de cuidado de salud van directamente a los que tienen 55 o más años de edad, ¿por qué no dejar que algunos de ellos sean puestos en libertad?  Elijan a aquellos que están allí por delitos no violentos, los que tienen problemas médicos que reciben mejor cuidado de los proveedores en el mundo libre, aquellos que no subsisten de mamar la tetilla de los gobiernos estatales (y viéndolo bien, no estoy seguro que en realidad esos existan).  Felizmente, los índices de reincidencias para prisioneros de 45 o más años de edad resultan ser los más bajos de cualquier grupo de edad por un buen margen (17.6% comparado a 26.9% de aquellos en el grupo de 25 - 29 años de edad).  Esto parece no necesitar mucho cerebro, pero de nuevo, nos estamos refiriendo aquí al Consejo de Perdón y Libertad Condicional de Texas.

Recientemente,  este cuerpo ilustre dio a conocer un “reporte de auto-evaluación”, el cual documenta el estado de los asuntos en las prisiones en Texas (y todos sabemos qué tan exactos son las auto-evaluaciones en cualquier contexto cuando se comparan a esos conducidos por un tercer partido).  Pueden leer este flamante montón de propaganda sin sentido magnifica pieza de reportaje AQUÍ.  Muestra que los índices de libertad condicional han ido en ligero ascenso en los últimos cuantos años (aproximadamente 5% desde el 2006), pero aún no se acercan a los niveles requeridos para ahorrarle a los ciudadanos de Texas una verdadera cantidad de dinero, o de traer paridad a un sistema que está bastante fuera de sincronía con los sistemas penitenciarios en otros estados.  ¿Por qué?  Más allá del espíritu altamente conservador del estado, el consejo básicamente ha reconstruido el proceso para que gire alrededor de una frase clave: la naturaleza del delito.  Ya que su frase encapsula solo la mentalidad del delincuente al momento de su crimen, no puede involucrarse en un comportamiento positivo durante la experiencia de prisión que pueda contrarrestar el acto original.  Efectivamente, lo que el Consejo está diciendo es que la gente no es capaz de cambiar, que no hay redención, no hay crecimiento.  Bueno, no se puede tener las dos cosas:  Si Newt puede ser el favorito en las elecciones del partido Republicano afirmando que se redimió mediante su relación con Dios, entonces debe permitirse que funcione el mismo proceso para aquellos que no están compitiendo por un puesto público.  Y, agrego, son el mismo tipo de electores los que son responsables de esta hipocresía.  En cualquier caso, ya que Texas ofrece pocas opciones de programas para crecimiento personal, este es un ejemplo desafortunado de una profecía que se cumple.  En terminología de justicia criminal, la mentalidad del Consejo se encierra firmemente dentro de un patrón conocido como sentencia determinada o llana.  Al presente tiempo, esto está de moda, ya que las personas de esta nación han olvidado cuidar los unos de los otros en las últimas tres o cuatro décadas.  Bajo este paradigma, los prisioneros modelos no tienen trato diferente a los problemáticos.  Las llaves a las rejas están totalmente fuera del control de los prisioneros, lo cual da sabor al proceso completo con un sentido de arbitrariedad y crueldad.  Bajo esta ideología penal, los convictos bien portados  son solo aquellos con brújulas morales internas increíble y finamente afinadas.  Es un sistema diseñado para un propósito: mantener las camas de la prisión a cupo total.  De una vez deberían colgar un letrero en las rejas de salida que dice: Te Veo Pronto.  Deberían reflexionar por un momento que este no fue el propósito original de los sistemas penitenciarios;  también podrán considerar que en ocasiones los sistemas se desarrollan de tal forma que la meta primordial cambia de servir al público a servir sus propios intereses.  Un sistema penitenciario diseñado para beneficiar a solo aquellos quienes han elegido trabajar por él el resto de sus vidas no está haciéndoles a ustedes, el público, ningún favor.  Eso es, claro, a solo que ustedes decidan venir a trabajar a este lugar.

Las sentencias indeterminadas pasaron de moda hace décadas por dos razones.  Primeramente, las personas decidieron que la experiencia penal apropiada debe centrarse en almacenar gente, no en la rehabilitación.  En segundo lugar, existieron algunas instancias públicas documentando la forma en que la raza era un enorme factor en la forma en que se les enjuiciaba a los prisioneros para que tuvieran oportunidad a libertad condicional.  Puede ser que el prisionero X y el prisionero Y se porten exactamente igual, pero Y podría terminar sirviendo el doble de tiempo porque tuvo el infortunio de haber nacido con piel más oscura.  Ese es un problema real, y no uno que yo tomo a la ligera.  Habiendo dicho eso, ultimadamente, este es un asunto de descuido, no del concepto mismo.  Administrado apropiadamente, este tipo de sentencia le da al prisionero un poco de control sobre su destino: Si se porta bien y sinceramente intenta corregir su desviación, puede ser que logre rasurar algo de tiempo de su sentencia.  Si no lo hace, bueno, puede pudrirse en su celda para siempre.  Está en sus manos.  En todos los sistemas donde este tipo de técnica de la zanahoria y el palo ha sido reinstituida, los índices de violencia dentro de las prisiones han aminorado, al igual que los índices de reincidencias en aquellos que son puestos en libertad.  Nuevamente, esto no requiere de mucho cerebro.

Por lo tanto, ¿dónde nos deja eso?  No lo sé.  Me siento en mi celda, y leo todo tipo de reportes que logran pasar por la manopla del cuarto de correos, y no puedo menos que sentir que estoy en medio de un gigantesco chiste en gestión.  Seguramente, pienso, esto no puede estar bien.  No podemos ser tan tontos, ¿verdad?  Tal vez en algún tiempo trabajé bajo la  falsa ilusión de que algo que yo escribiera en este sitio web podría causar que alguien totalmente desconectado a una persona que se encontraba al presente en prisión pudiera involucrarse en una forma real y tangible.  Intenté demostrar la forma en que todos tenemos conexión a esto, y que el sistema se ha construido para difundir un mensaje completamente opuesto, lo cual facilita que ellos puedan salirse con la suya diariamente con atrocidades flagrantes.  Creo que estaba un cuanto loco por creer esto.  Pero unos cuantos de ustedes sí tienen esposos o hermanos o padres atrapados dentro de la bestia, y sé que  frecuentemente se sienten impotentes en encontrar la forma de  ayudarles.  Sé que no parece que sirva de algo llamar al ombudsman [defensor del pueblo], y que los correos electrónicos mandados a otros oficiales de prisión generalmente reciben una respuesta casi nula.  Tienen razón: La mayoría de estas acciones nada cambian.  En mi opinión, la comunidad activista necesita dejar de hacer dos cosas.  Primeramente, dejen de predicarle al coro.  Llevan a cabo sus pequeñas reuniones y discursos, pero son siempre los mismos que forman parte de la multitud en cada ocasión.  En vez de eso, usen ese dinero para poner anuncios en los periódicos.  Jalen a personas a participar en la discusión.  Porque cuando logren esto, todos ganamos.  En segundo lugar, dejen de quejarse con los oficiales de prisión.  Ellos no tienen interés de cambiar nada, sin importar la perogrullada de peroratas que sueltan en el teléfono.  Tienen que ir más allá sobre sus cabezas.  Empiecen a escribir y llamar a sus Representantes estatales. No requiere más que unos cuantos minutos por semana mandar un correo electrónico, enlistando una nueva queja cada vez.  Existe una base para una queja legítima en este mismo artículo, y existen muchos más como esta en esta página web y en los blogs en la columna derecha de esta página web.  Pueden encontrar una lista de sus Representantes estatales AQUÍ.  Si se sienten verdaderamente comprometidos en comunicarse  con alguien en el sistema, suban lo más alto posible en la escalera.  Si quieren hablar sobre libertad condicional, por ejemplo, no gasten su tiempo relacionándose con burócratas de bajo nivel quienes realmente no pueden tomar decisiones.  En vez de eso, vayan directamente al de arriba.  En los últimos años era difícil, ya que sabiamente cuidaban de que sus correos electrónicos fueran diseminados al público.  Estas son puras paparrufas: aún en una democracia formal (vs. verdadera) como la nuestra, deberían tener el derecho de contactar a los oficiales estatales cuyos sueldos (exorbitantes) ustedes pagan.  Últimamente, las paredes se han empezado a derrumbar, y me gustaría hacer mi parte en lograrlo. Ejem:


Agency Head, Texas Board of Pardons and Parole:
Rissie L. Owens, Presiding Chair
209 West 14th Street, Suite 500
Austin, Tx. 78701
TEL: (512) 936-6351
FAX: (512) 463-8120
Correo electrónico: rissie.owens@tdcj.state.tx.us

Whoops.  Que se diviertan.


© Copyright 2011 por Thomas Bartlett Whitaker. Todos los derechos reservados.

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