Friday, July 22, 2011

La Máquina Asesina

Escrito por Ronald W. Clark Jr.

Llegué al Pabellón de la Muerte en Florida el Viernes, 22 de Febrero de 1991.  Para ese tiempo solo había habido 25 ejecuciones desde que fueron re-instituidas en 1970.  Esa ejecución número 25 fue de Raymond Clark, el cual tenía 13 años en el Pabellón de la Muerte.

Varios meses después de mi llegada, el Gobernador firmaría la orden judicial de muerte de Roy Harich y fijaría su fecha de ejecución para el 24 de Abril de 1991, cuatro días después de mi cumpleaños número 23.  No conocía a Roy, pero estaba rodeado de hombres que sí lo conocían y podía ver cómo les afectaba.  En aquellos días la Silla Eléctrica, a la cual llamaban “Old Sparky” era lo que estaba en uso. Semanas antes de la ejecución se prendería el generador durante varias ocasiones en preparación para la ejecución.  Esto afectaba a muchos hombres.  Los siguientes tres hombres que fueron ejecutados mientras aún me encontraba en el edificio, fueron el número 27, Marion Francis, ejecutado el 25 de Junio de 1991, el número 28, Nollie Lee Martin, ejecutado el 12 de Mayo de 1992 y el número 28, Edward Kennedy, ejecutado el 21 de Julio de 1992.  Pude ver la tensión que sufrían los hombres que los conocían.  Durante estas ejecuciones podíamos oler la carne quemada.  Hombres que se encontraban en ciertas áreas podían observar los carros van llenos de testigos entrar y salir, observar la carroza llegar y salir, al igual que recoger el cuerpo.  Ser testigos de eso era aún más perturbador, pero serían varios años más tarde cuando yo sería testigo de esas cosas.

El 23 de Febrero de 1993, se me cambiaría de la Prisión Estatal de la Florida a la nueva unidad de alojamiento del Pabellón de la Muerte en la Institución Correccional Unión (ICU) y el 21 de Abril de 1993, el hombre número 30 a ser ejecutado sería Robert Henderson.  De nuevo, no lo conocía pero en ICU había una diferencia tan diferente como es la noche del día.  Estábamos separados de la experiencia de la ejecución.  La única forma en que podíamos saber de ella era si estábamos manteniéndonos informados a través de las noticias o los periódicos.

La ejecución número 31 tomaría lugar el 8 de Mayo de 1993.  Yo conocí a este hombre y viví en su entorno.  Su nombre era Larry Johnson al cual llamábamos Timebomb [Bomba de Tiempo].  Solo estaba en sus 40s, pero parecía como si estuviera en sus 60s.  La vida no había sido para nada amable con él.  El número 32 sería Michael Durocher, ejecutado más tarde ese año, el 25 de Agosto de 1993.  Él solo estuvo en el Pabellón durante dos años.  Llegó unos cuantos meses después que yo.  No lo conocí, pero lo pase en el pasillo y lo había visto en el Departamento Médico.  Los siguientes tres hombres fueron Roy Stewart, ejecutado Abril 22 de 1994, Bernard Bolander, Julio 18 de 1995 y Jerry White, ejecutado Diciembre 4 de 1995.  Había visto estos hombres por allí, había estado en el patio de recreación con ellos, pero no era cercano a ellos.

En Octubre 1994, me cambie al piso superior de la Ala C en donde conocería a Phillip Atkins el cual vivía a  varias celdas de mí.  Le llamábamos “Bull” [Toro]. ¿Por qué? NO LO SÉ.  Era un hombre blanco pequeño y debilucho, apenas de 5 pies de altura y un pesaba un poco más de 100 libras.  Jugaba basquetbol y yo platicaba con él en el patio.  A mediadas de 1995, al pasar su celda en dirección a la regadera o iba en camino para una llamada o  visita, Bull siempre estaba sentado en la orilla de su escusado, fumándose un cigarrillo.  Podía ver la tensión en su cara, podía ver un cambio.  Un día en Septiembre u Octubre de 1995, mientras yo estaba en el patio de recreación del ala 2, el juego de basquetbol había terminado y se dirigió a donde yo estaba y comenzó a hablar conmigo.  Dijo “están por firmar mi orden judicial cualquier día” y dijo “y tengo un caso muy malo”.  Le dije, “No quiero saber por qué estás aquí.  Te juzgo por quien eres ahora, no por lo que hiciste.”  En ese momento fuimos interrumpidos porque los oficiales me llamaron a salir del patio para una llamada.  Varios días después, su orden judicial fue firmada y el 5 de Diciembre de 1995 Bull sería el hombre número 36 en ser ejecutado por el Estado de Florida.  Y solo a través de los medios noticieros supe cuál fue su crimen.  Pero llegué a conocer al hombre, no al crimen.

John Bush, al cual llamábamos “Little John” [el Pequeño John], sería el siguiente hombre a ser ejecutado, el 21 de Octubre de 1996.  Y poco después de eso, el 6 de Diciembre de 1996 ejecutarían  a John Mills.  Pedro Medina, al cual llamábamos “KC” sería el número 39 en  ser ejecutado por el Estado de Florida, el 25 de Marzo de 1997.  Él era un hombre negro Cubano.  Este hombre estaba comiéndose sus propias heces fecales hasta el día que fue ejecutado y sin embargo aún lo asesinaron bajo el manto de Justicia, a causa de ojo por ojo y sangre por sangre.  Un año después del asesinato de KC, el Gobernador firmaría cuatro órdenes  judiciales de muerte.  Gerald Stano, a quién asesinarían el 23 de Marzo de 1998, Leo Jones a quien asesinarían el 24 de Marzo de 1998.  Aún habían muchas preguntas sin contestar acerca de su culpabilidad.  Y el 30 de Marzo de 1998 ejecutarían a la primera mujer desde que se re-instituyó la Pena de Muerte, causando que Judias Buenoano fuera la persona número 42 en morir en la silla eléctrica de Florida.  La número 43 sería Danny Remeta.  Nunca había vivido cerca de Danny pero había platicado con él y su esposa en el parque de visitación en muchas ocasiones.  Ambos eran personas muy amables.

La última persona en ser asesinada por la silla eléctrica de Florida sería el 8 de Julio de 1999, Tiny Allen Davis.  El alboroto causado por esta ejecución estropeada (con complicaciones), siendo la tercera ejecución estropeada en una década empezando por aquella de Jesse Tafera, un hombre inocente que fue asesinado por Florida el 4 de Mayo de 1990.  Llamas saliendo por la parte superior de su cabeza, carne quemada en tanto que se jaloneaba en contra de las correas que lo mantenían amarrado al “Old Sparky”.  Siete años después se llevo a cabo el mismo error al asesinar a KC.  La ejecución de Tiny amenazó en cerrar la máquina de muerte de Florida.  Así que, en Enero del 2000 Florida reconstruiría la sala de la muerte e implementaría las inyecciones letales.

En Diciembre de 1999 se me regresó a la Prisión Estatal de Florida (PEF) y se me colocó en el ala Q en el segundo piso debido a un incidente en el cual estuve involucrado.  Así que podía escuchar mientras llevaban a cabo el trabajo en la sala de ejecuciones.  Y tan pronto terminaron, el Gobernador volvería a firmar las órdenes judiciales de muerte de Terry Sims y Anthony Bryan, dos hombres a quienes yo conocía bien.  Había vivido cerca de estos dos hombres.  Había conocido a la familia de Tony en el parque de visitas.  Cuando fueron firmadas su órdenes judiciales de 30 días, hablaría con ellos a través de una ventila que había en la pared del fondo.  Vería a Tony en el parque de visitas donde no había contacto físico con su familia y amistades y solo podía imaginar que el sufrimiento de ellos estaba más allá del de él.  Ya que los sobrevivientes (familia) tendrían un sufrimiento prolongado que duraría durante años mientras que en forma lenta eran testigos de lo que es el grado más grande de homicidio premeditado que jamás haya tenido lugar.

El 23 de Febrero del 2000 hablaría con Terry por última vez, aproximadamente a las 6 a.m., una hora antes de su muerte.  Dijo: “Hablé con mi hijo anoche por teléfono y me cantó una canción que escribió para mí.”  Dijo que para su última cena había tenido pescado (Grouper), papas a la francesa y un pay de Boston Cream, el cual había compartido con Tony.  Dijo: “Oye, amigo, están aquí para llevarme.  Tengo que irme. Cuídense y los veré del otro lado.”  Me bajé para pararme en la puerta de mi celda y ver por el pasillo.  A través de la ventana vi llegar la van, ví la carroza blanca llegar y detenerse en el estacionamiento fuera del cancel, esperando, como buitres sobre el cuerpo muerto de Terry.  Sabía lo que estaba pasando debajo de mi celda.  ¡Asesinato en el nombre fraudulento de igualdad de Justicia! ¡Maldición! ¡No es justicia, es una maldita venganza!!  Observé mientras se retiraban las van de los testigos y mientras que la carroza se acercaba y se alejaba y en el término de 15 minutos la observé salir de la parte trasera de la PEF con el cuerpo de Terry M. Sims, la persona número 45 en ser ejecutada desde 1976 y la primera persona puesta a muerte por inyección letal en el Estado de Florida, el 24 de Febrero del 2000.

Repetiría la misma cosa.  Me desperté y llamé hacia Tony y hablamos hasta que llegaron por él.  Él estaba predicando sobre su fe Cristiana.  Simplemente escuché y hacía comentarios afirmativos hasta que tuvo que irse.  Él habló sobre su última visita con su familia.  Por lo tanto, me imaginé que estaban allá afuera con los manifestantes.  Pensé en ellos mientras que me mantuve pegado a los barrotes de mi celda y observé las van llegar e irse.  Después observé la carroza llegar y después irse.  Había neblina esa mañana y mientras la carroza se encontraba en el cancel trasero con el cuerpo muerto de Tony, vi el sol brillar a través de la neblina y fue algo asombroso.  Desde el lugar en donde me encontraba parado, esa fue la luz que necesité para empezar mi lucha en educar a las personas sobre la injusticia del castigo capital. 

La ejecución número 47 fue el 7 de Junio del 2000.  Bennie  Demps, al que llamábamos “Dezalene” o “Dez”.  Había hablado con Dez en Noviembre o Diciembre de 1999 en el parque de visitas después de que había regresado de una corte exterior y se sentía muy positivo de que las cosas iban bien y que iban a anular su sentencia.  Así que en Abril, cuando escuché que había recibido una orden judicial firmada, estaba en shock al saber que ahora estaba en el piso debajo del mío.  Me encontraría con él en el pasillo en varias ocasiones y simplemente movía su cabeza en forma afirmativa y me diría “cuídate”.  Yo sabía que era difícil que le dieran un aplazamiento.  Vería la derrota en sus ojos.  Nunca se puso en la ventila para platicar.  Este no era el mismo feliz y despreocupado que yo conocía.

Catorce días después de que asesinaron a Dez, asesinarían a Thomas Provenzano.  Lo tenían programado a ser ejecutado el 29 de Junio del 2000.  Nunca platiqué con él a través de la ventila.  Solo lo había visto mientras pasaba a la enfermería o a las citas legales.  Esa mañana me mantuve parado y observé  las van  llegar.  Había visto la carroza en el estacionamiento.  Justo después de las 7 a.m. vi que se retiraban las van y pensé que eran demasiado pronto.  Y  se alejó la carroza, lo cual me dijo que había conseguido un aplazamiento de ejecución.  Después supe que estaba amarrado en la camilla, agujas en sus brazos y en el último minuto sonó el teléfono.  Era la oficina del gobernador y habían firmado un aplazamiento.  Sin embargo el aplazamiento fue uno de 24 horas y la siguiente mañana, el 21 de Junio del 2000, se le puso de nuevo en camilla y fue asesinado.

Dan Hauser sería el próximo hombre ejecutado el 25 de Agosto del 2000 pero yo le llamo a éste un “suicidio asistido por el estado”.  El abandonó sus apelaciones para poder escapar de este mundo brutal de los condenados.  Al igual que haría mi amigo, el hombre número 50 en ser asesinado por el estado de Florida, Edward Castro al cual llamábamos “Gato”.  A él lo mataron el 7 de Diciembre del 2000.  Para este tiempo yo había sido cambiado del  ala Q hacia la Ala G, a la cual anteriormente se le conocía como ala R en la unidad de alojamiento del pabellón de la muerte.  En ese lugar yo sería testigo de la entrada y salida de las van al igual que de la de la carroza blanca.  Robert Glock, al cual llamábamos “Tattoo” como el tipo en La Isla de la Fantasía, sería el próximo hombre a ser ejecutado el 11 de Enero del 2001.  Él se encontraba en la ala G, varias celdas más allá de la mía, antes que lo asesinarán, así que lo llegué a conocer allí.  Es difícil ver a un hombre saludable ser matado, mediante eutanasia como un animal callejero.  El próximo hombre fue aún más difícil ya que era mi vecino, Rigoberto Sanchez Velasco, conocido como “Sanchez”.  Él apostaba; jugaba cartas.  Él hacía dibujos para mí y platicábamos.  De nuevo, conocía al hombre, no el crimen, y era un crimen que lo consumía por dentro.  Por lo tanto, abandonó  sus apelaciones y el Gobernador Bush y el estado de Florida asistieron a que Sanchez cometiera suicidio el 2 de Octubre del 2002.  A esta fecha aún tengo las cartas con las que jugábamos.  Uno de los oficiales vino hacia mí y me dijo que Sanchez me mandó saludos cuando se iba y estaba bromeando con los oficiales al pasar por la unidad de aire acondicionado diciendo “Oye, ¿me puedo llevar eso conmigo?  Puede ser que lo necesite en el lugar al que voy.”

Una semana después, Aileen Wuornos sería la persona número 53 y la segunda mujer en ser ejecutada por el estado de Florida.

El 7 de Noviembre del 2002 fui colocado de nuevo en el ala G con Linroy Bottoson, el cual había recibido un aplazamiento de ejecución ese año, al igual que Amos King, al cual había conocido por más de una década.  El 9 de Diciembre del 2002 Linroy sería ejecutado y Amos King sería ejecutado el 26 de Febrero del 2003.  Lo vería varios días antes de su ejecución y de nuevo vi esa mirada sin esperanza en sus ojos.  La misma mirada que había presenciado en los ojos de Dez.  Las próximas dos ejecuciones serían  la de Newton Slawson el 16 de Mayo del 2003 y Paul Hill el 3 de Septiembre del 2003.  Había visto a Paul Hill por allí y conocía su caso – matar un doctor que practicaba abortos.

La próxima ejecución tomaría lugar el 4 de Febrero del 2004, Johnny L. Robinson.  Lo conocía bien.  Viví cerca de él durante dos años en la vieja ala S en PEF.  Hacía un trabajo hermoso de crochet.  Conocí a su esposa en una ocasión en el parque de visita.  Ella venía de Alabama para verlo.  Su muerte fue una tensión emocional sobre mi persona.

La ejecución número 59 sería la de John Blackwelder el 26 de Mayo del 2004.  Aunque solo había estado en el pabellón de la muerte un poco más de dos años, lo había conocido desde el 2000.  Lo conocí el verano del 2000 mientras me encontraba en la ala Q.  John no llevó a cabo el asesinato por el que fue ejecutado.  No lo creo así. Estoy seguro de ello.  Como pueden ver, John estaba en la población de prisión y lo estaban atacando sexualmente.  Lo usaban como un juguete sexual.  Ya estaba cansado de eso, así que Charles Globe le dijo que lo sacaría de esa situación si él estaba de acuerdo en aceptar la culpa.  Así que Globe asesinó a la víctima, la cual era otro tipo gay.  John tomaría la culpa y recibiría un pase gratuito al pabellón de la muerte, en donde abandonaría sus apelaciones y el estado asistiría en su suicidio.

Glen Hocha, al cual llamábamos “Raven” [“Cuervo”] sería la persona número 60 en ser ejecutado el 5 de Abril del 2005.  También usó la maquinaria de muerte como un instrumento para llevar a cabo suicidio asistido.  Para este tiempo yo estaba de nuevo en ICU.  Clarence Hill, al que llamábamos “Mobile” o por su nombre Musulmán, Raizot,  sería el próximo hombre asesinado el 20 de Septiembre del 2006.  Lo conocía bien y había jugado básquetbol en contra de él a través de los años.  Poco después de su muerte,  firmarían la orden judicial de Arthur Rutherford el cual tenía el apodo de Dennis.  Él sería puesto a muerte el 18 de Octubre del 2006 y lo conocía bien.

La persona número 63 en ser ejecutada por el estado de Florida sería uno de los más famosos, Danny Rolling, al cual le quitarían la vida el 25 de Octubre del 2006.  Yo conocí a Danny bastante bien.  Podía notar que estaba mentalmente afectado.  Recuerdo una conversación perturbadora entre él y otro prisionero sobre un cuchillo K Bar y supe entonces que su cerebro no estaba al 100%.  Aún conservo un dibujo que hizo para mí.

Angel Díaz, al cual llamábamos “Poco” fue el próximo hombre, no solo en morir en el cámara de la muerte el 13 de Diciembre del 2006, pero en ser torturado.  La ejecución tuvo muchos problemas.  La venoclísis que haría fluir por las venas a ese coctel mortal fue mal puesto, fallaron la vena y el veneno fue absorbido a través del tejido corporal.  Seis años antes masacraron a Dez cuando no pudieron encontrar una vena en su brazo.

Mark D. Schwab sería el próximo hombre en ser ejecutado el 1 de Julio del 2008.  Yo me encontraba en el primer piso de un ala que anteriormente había sido conocida como ala A cuando firmaron su orden judicial y pasó por mi celda.  Yo había vivido cerca de él en varias ocasiones a través de los años.  El hombre número 66 que murió fue Richard Henyard el 23 de Septiembre del 2008.  Yo conocía al Pequeño Rich muy bien.  Había vivido en la misma ala con él y Mark en dos ocasiones diferentes.  Así que estas fueron ejecuciones extremadamente difíciles para mí.  Solo estoy contento que no me encontraba en PEF.

La próxima persona fue Wayne Tomkins al que llamábamos “Gray Cloud” [“Nube Gris”].   A él lo matarían el 11 de Febrero del 2009, y sin embargo el vivió 5 años en el ala G con una orden judicial firmada pero sin fecha.  Lo cual, estoy seguro, fue difícil para él y para su familia.

El hombre número 68 sería John Marek, al cual ejecutarían el 19 de Agosto del 2009.  No lo conocía; conocía a personas que sí lo conocían.

El hombre número 69 y la última ejecución hasta la fecha fue Eddie Gross, un hombre al que llamábamos “Eddie Spaggiti”  Lo conocí a él y a su familia en el parque de visitas.  Afortunadamente su mamá se murió antes que lo mataran.

Estas son las ejecuciones que he vivido aquí en el pabellón de la muerte de Florida.  Sería bueno si nunca tengo que actualizar esta redacción.  Desafortunadamente, no veo que eso suceda.  La sangre humana que codicia la venganza parece sobrepasar la decencia humana.  Y la pena de muerte es un acto de venganza;  la sed de muerte.  Algún día llegará el tiempo en que una sociedad más civilizada mirará hacia atrás, hacia nosotros, con el mismo desdén y disgusto como hemos estado mirando hacia los asesinatos y ejecuciones del Imperio Romano.  Pero hasta ese día, las máquinas asesinas en America continuarán escupiendo cuerpos a causa de la codicia sanguinolenta de venganza.






Ronald W. Clark Jr. # 812974
Union Correctional Institution
7819 N.W. 228th Street
Raiford, FL 32036-4440
USA


Previamente, Ronald ha escrito una Carta a Un Futuro Prisionero del Pabellón de la Muerte y pueden leerla AQUÍ.

También tiene un sitio web que maneja un amigo:

http://www.thedeathrowpoet.blogspot.com



© Copyright 2011 por Thomas Bartlett Whitaker y Ronald Clark Jr.
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