Sunday, August 15, 2010

Cartas a un Futuro Prisionero del Pabellón de la Muerte, Parte 4

Escrito por Arnold Prieto, Jr.


¡Hola hombre!

¿Qué pasa? Más temprano te vi caminar en nuestra sección. ¡Por la mirada en tu cara, me imaginé que acababas de entrar dentro de la Máquina de Muerte de Texas!

Mira hombre, no entres en pánico, ¿o.k.? Esta bolsa que te mando junto con esta nota contiene unas pocas cosas para tu uso personal hasta que te den tu tarjeta de identificación, lo cual será en unos cuantos meses. Entre tanto los siguientes artículos deberán durarte por un poco de tiempo: hay artículos de higiene personal, unos cuantos tentempies, unas cuantas estampillas para que puedas estar en contacto con tu gente en el mundo (porque nadie más les va a decir dónde estás), sobres, un bloc con hojas para escribir y una pluma. Es todo lo que tengo, pero no lo estaré necesitando por mucho tiempo más de todos modos. No, no quiero que me pagues, ni tampoco ninguna otra persona que te llegue a mandar cosas, por lo menos no con cosas como estas. Págame en la forma de ayuda a cualquier recién llegado cuando lo veas llegar al Pabellón. En otras palabras, no rompas la cadena. La cadena es todo lo que tenemos aquí adentro. Recuérdalo.

El Pabellón de la Muerte no es todo lo que pensabas que era, ¿eh? La mirada que tenías en tus ojos hoy al entrar, esa es la misma cara que yo puse en 1995. Yo era un primerizo también, con una imaginación desbocada de lo que sería el Pabellón de la Muerte. ¿Tú tienes qué 19, 20 años de edad? Más o menos la misma edad que yo tenía, cuando escuché la puerta de mi celda cerrar con fuerza en el ´95. Es un sentimiento raro, ¿eh? Quiero decir, tú vas a escucharla cerrándose con fuerza cada día y noche hasta el momento en que entierren la aguja en tu brazo, pero ninguno se escuchará exactamente como la primera vez. Es como un sargento de entrenamiento parado detrás de ti y gritándote al oído: “¡Ahora estás en el Pabellón de la Muerte, muchacho! ¡Que se te meta en los sesos!” Date cuenta que no eres el único viajando este camino. Todos empezamos en el lugar en que te encuentras hoy.

Hombre, mira a tu alrededor. Esas paredes blancas, mojadas y pelándose y esos canceles de hierro y barrotes te quebrarán si se los permites. Y no te equivoques, ellos te quieren quebrantado. Quieren que te vuelvas totalmente loco para que te puedan bombear lleno de Haldol y Thorazine y envolver tu mente en una camisa de fuerza química, para que puedan ignorarte en paz. Hazme caso, lo he visto muchas veces. Conozco de hombres adultos que se paran sobre sus camas para mirar por la ventana durante horas a la vez. Cuando llega su hora de ser ejecutados, se desquebrajan porque la ventana era la única realidad que conocían. Simplemente no pudieron manejarlo cuando la verdadera realidad llego a su puerta. Necesitas entender que TU realidad es el Pabellón de la muerte, mi amigo, y que un día tu número será llamado. Enfrentar la realidad: la llave de supervivencia en este lugar.

Mira hombre, no te voy a decir cómo vivir tu sentencia. Pero estoy hablándote por experiencia. Mantén a tu familia cerca de tu corazón. Vendrá el día cuando la vida los llevará lejos durante meses o años a la vez. Se mantendrán ocupados con su vida, y se olvidarán de ti, pero no los odies por eso. Después de todo, tú eres el que estás en prisión, no ellos. Por lo tanto, no malgastes tu tiempo y energía preocupándote de algo sobre lo cual no tienes poder. En vez de eso, intenta ser productivo: usa la biblioteca para estudiar los asuntos de tu caso. Aprende cómo fue que te fastidiaron para que puedas tratar de evitar que vuelva a pasar. ¡MANTEN UN REGISTRO DE LAS FECHAS LÍMITE PARA TUS APELACIONES! Esto es de suma importancia; muchos de nosotros somos ejecutados no porque nuestros asuntos nunca fueron investigados, pero porque nuestros abogados leyeron mal la fecha límite. Esa es ahora tu realidad: nadie te protegerá, ni tus abogados, ni el juez, solo tú.

Busca formas de ocupar tu mente en esa celda. Aprende a jugar ajedrez o a dibujar. Siempre mantén tu celda en orden y limpia cada día. ¡Produce efectos maravillosos en tu psique! Si no me crees, vive en un ambiente sucio durante unas cuantas semanas y después limpia el lugar. Verás cuanto mejor te sentirás. Haz ejercicio; nada pesado, solamente suficientes ejercicios de cardio para mantener tu sistema cardiológico funcionando. Porque este NO ES un lugar en que te conviene estar enfermo. He visto personas – amigos – morir de Hepatitis C, ataques al corazón y falla renal. Es cosa muy triste de atestiguar, porque estas personas solo pueden darte cuidados y tratamiento “hasta cierto punto”. ¡Especialmente después que el gobernador está diciendo a las agencias estatales que tienen que reducir su gasto por 15%! Por lo tanto, manténte en forma, tanto mental como física.

Procura buscar a alguien con educación para relacionarte con ella. Estas personas son bastante escasas, pero si buscas, encontrarás a alguien que puede enseñarte filosofía o algún otro lenguaje, o tal vez algo de matemáticas. Hay un tipo en esta sección en este momento dando un curso de ética desde el cuarto de ejercicio. De las 14 personas en la sección, nueve están participando. Esto es el tipo de cosa que odia el sistema, y de lo que el público nunca se da cuenta. ¡Participa!

¡Amigos por correspondencia, ahora, estas personas que nos escriben son parte de nuestra supervivencia mental! Así que te digo esto: No intentes engañar a estas personas que te escriben desde el mundo. Sé honesto con ellas. Su amistad es muy importante. Cuando abres una carta que acabas de recibir, estás abriendo una puerta hacia otro mundo. Su mundo. Una realidad que te hará reír, llorar, y compartir grandes momentos. Habrá un tiempo cuando este lugar te hará sentir como un animal, y son sus cartas que te hacen sentir nuevamente humano. Oh, antes que se me olvide, es un constante estado de guerra psicológica la que sucede aquí. Cuando intentas dormir, los guardias cerrarán los canceles con fuerza y alumbrarán sus linternas directo a tu cara. Harán revisiones repentinas a todas horas de la noche, tirando cosas que te pertenecen, como correspondencia y libros. NO TE HAGAS PONER EN LA “LISTA NEGRA”. Esta es una lista de prisioneros causantes de problemas a los cuales ellos tratan como criminales de la guerra Nazi. Logras ser puesto en ella por bronquear demasiado al sistema, y por hacerles verse como tontos. Si te haces poner en la lista, más vale que estés hecho de hierro, porque intentan destruirte. Te van a rodear de prisioneros locos para que tengas que escucharlos gritando y verlos aventar heces fecales por todos lados, empezando incendios y inundando los pasillos. No existe un “tiempo adecuado” para tratar con la frustración, hombre. Una vez que hayas visto este estado de guerra, te acabas de ganar una ventaja en la pelea. De todos modos, si un amigo por correspondencia te manda dinero, sea un dólar o 100, asegúrate que les agradezcas en forma apropiada, porque es dinero que fue ganado con mucho trabajo. También es mejor que aprendas a administrar el dinero, porque es tiempo de vacas flacas para nosotros los que estamos aquí.

Hombre, no sé qué más decirte. Sé tu propio hombre, respeta a otros y otros te mostrarán el mismo respeto. Aquellos que no lo hacen, ellos no son convictos, simplemente prisioneros, y no merecen tu atención. Mantente lejos de los asuntos de otros aquí adentro y mantén limpia tu nariz [fuera de problemas]. Van a dejar caer sobre ti casos [reportes] de cualquier cosa, pero tratando de mantenerse alejado de cosas que puedan causar reportes minimizará todo eso.

Bueno, mi amigo, guarda esa bolsa con los artículos de la tiendita. Se me dio a mí tiempo atrás cuando llegué a este lugar y ahora te la estoy dando a ti. Ya no las venden así que vale más que el oro. También te servirá si llegas a salir del Pabellón de la Muerte para ir a Población General. Pero si sigues aquí hasta que llamen tu número, pásala a alguien que acaba de llegar.

Sabes, me pregunto, cuando esta puerta se cierre la última vez para mí en corto tiempo, si me dirá algo nuevo. Probablemente me dirá la misma cosa que ha dicho en incontables ocasiones a incontables otros, que la esperanza aquí en este lugar no tiene sentido.

Nunca olvides, hombre:
  • Enfrenta la realidad;
  • Honestidad a aquellos en el mundo y los de acá adentro que te ayudan;
  • Intenta estar por lo menos dos pasos adelante a la guerra psicológica; y
  • Nunca Rompas la Cadena

Finalmente, recuerda lo que un amigo me dijo hace unos años atrás: el dolor es la debilidad dejando el cuerpo.

Bueno, cuídate hombre.

Con Saludos,
Arnold Prieto, Jr.
#999149



Ilustraciones dibujadas por Arnold Prieto , Jr


© Copyright 2010 por Thomas Bartlett Whitaker.
Todos los derechos reservados

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