Thursday, September 1, 2011

Ah, Qué Caray


Recientemente se me informó que últimamente la calidad y carácter de mis escritos se habían vuelto tediosos.   Sin lugar a dudas, este adjetivo odioso fue “sandiwichado” entre dos un poco más positivos, aunque este hecho hizo que la experiencia completa fuera aún peor, como si a uno le dijeran que nos gusta tenerte aquí, Thomas, solo que realmente no creemos que te integres bien.  Sin embargo, te deseo lo mejor de la suerte, y por favor asegúrate de tener tu escritorio limpio y vacío para las 5 de la tarde, ¿o.k.?  En todo el amplio mundo de descriptores, escritores – aún escritorzuelos monótonos como yo – no le temen a ninguna etiqueta tanto como la temida letra A escarlata: aburrida.  Vístanla en vestimenta formal si eso desean; usen la palabra “insípida”, o “rancio” o aún “pesado”, y no cambia el hecho de que ahora son el Alcalde de Opacavilla, y la población está por ser compuesta de un muy solitario tú.  Disfruten la Plazuela Rutinaria y el Parque Central de Blah-di-blah, y por favor, no nos molestes más, gracias.

¡Ay de mí! Que tal desenlace pudiera acaecerme.  ¡Si solo pudiera vestir mis palabras en una completa diversidad y las pudiera hacer bailar un tonto contoneado para ustedes!  Sencillamente, escribir no tiene la misma importancia como la tuvo alguna vez, y cualquier ego que me queda es menos invertido en el proceso.  Tal vez he envejecido y tengo menos entusiasmo entre más me doy cuenta que las palabras son simplemente viento, y estoy menos enamorado de ellas  en que alguna vez estuve.  Cualquiera sea la razón, mis musas se han convertido en prostitutas y me han dejado por clientes que pagan mejor.  Cuando me tomo el tiempo para escribir, estoy teniendo que arrastrar mi cerebro para ir de viaje, y es difícil que pueda imaginarme un niño de corteza cerebral más triste, más desadaptado. ¿Ya llegamos a ese lugar? Ciertamente.

Afortunadamente, tengo buenos amigos, y en este contexto quiero que bueno sea igual a “clamoroso, insistente, y latoso”, y si existe una tautología [redundancia] triple, aquí era donde era su intención aparecer.  Me seducen con zanahorias y en rara ocasión usan el recurso del palo, lo cual es más de lo que merezco.  Ellos son más de lo que me merezco.  Tiempo atrás, en los comienzos del 2010, una de estas amigas intentó motivarme a presentar algo al Concurso PEN, American Prison Writing (Escritos de Prisión Americana) anual.  Esta es la competencia mayor de este tipo en el mundo, el cual recibe miles de presentaciones de escritos por año.  En general, apenas intenté jalar las cobijas sobre mi cabeza para volver a dormir, pero ella amablemente me dio un codazo durante un rato y después hizo vertir una cubeta de agua helada sobre mi cabeza.  Hago de menos mis habilidades, y todo este asunto parecía ser una pérdida de tiempo, pero eventualmente escribí algo en un intento de quitármela de encima.  Me imaginé que cuando PEN me dijera que por favor regresara a cualquier cuchitril interior del que me había escurrido, ella agarraría la indirecta y ya no existirían más pláticas sobre concursos.

Me encontré sin suerte.  GANÉ y ahora su sonrisa de satisfacción puede verse desde el ISS.  Ya poniendo toda broma a un lado, te amo Dina, y agradezco que hayas usado la picana de ganado en mi persona. Yo no sé que ves tú o el resto de mis amigos en mi persona, pero en verdad que lo aprecio, aún si soy un gran gruñón, demasiado grande para hacértelo saber.  La próxima vez, todos ustedes deben escoger a alguien para apoyar que no sea un gnomo gruñón.

El concurso se divide en cinco categorías.  Yo participé en dos: en el campo de composición y en el de poesía.  Antes que levanten su ceja a la cosa de poesía, déjenme decir esto: Siendo que doy poco valor a mis narrativas y diatribas, menos aún doy valor a mi poesía, lo cual probablemente sea la razón por la que solo las escribo cuando alguien está apuntando a mi cabeza con una pistola.  Simplemente, la poesía…¿cómo lo puedo explicar? Me fastidia completamente, conjurando imágenes de figuras anémicas, elegantemente pálidas, vestidas completamente en negro y con boinas deportivas, quienes se sientan durante horas y horas en cafés en Montmartre, criticando el lúgubre destino del Poéte Maudit o la presente  falta de enfoque en la Lingüística Saussureana en la academia.  ¡Ooh la lah! Cierra tu boca y cómete tu beignet  [fritanga dulce], Baudelaire, ¿por qué no lo haces? ¿Yo, escribir poesía?, clamé, “¡Nunca!” tomando una pose heroica…y después, claro, lo HICE.  No esperen ver más de ésto en el futuro cercano. Ni jamás, si depende de mí.

En realidad, la presentación para la categoría de composición (la cual pueden ver más abajo) es una revisión de una serie de artículos de mi página web, limpiada y peinada.  Fue un cuanto más larga de lo que le gustaría a PEN, pero fueron lo suficientemente amables en no hacerme recortarlo más de lo que ya estaba.  En realidad me sentí honrado al ganar, y más allá de mis niveles típicos de auto minimizarme, me sentí bastante satisfecho conmigo mismo.  Ha pasado bastante tiempo desde que tuve algo de lo cual podía sentirme orgulloso, así que fue un sentimiento  agradable.  Nunca teman, no me tomará mucho tiempo para volver a hacer metamorfosis de nuevo al cascarrabias que todos conocemos.  Bah disparates, etc. y etc.

Y bueno, el primer lugar tenía un premio de doscientos dólares, lo cual fue bastante bueno. Ya me estaba gastando el dinero en forma mental, con visiones predominantes de grandes bolsas repletas de la tienda de prisión y un nuevo par de zapatos tenis.  Entonces, el latoso mosquito de la variedad ética empezó a hacer un zumbido alrededor de mi oído, y ninguna cantidad de intento de espantar o de echarle maldiciones conseguía que me dejara en paz.  Es verdad que acepto donaciones en este sitio para poder tomar mis clases e intentar pagar las investigaciones que no cubre el estado.  No recibo mucho, y lo que recibo me desagrada recibir (aún cuando sé que lo necesito).  Pero en cierta forma me he entumecido hacia ese sentimiento constante de ser una cucaracha.  Tenemos estas leyes que evitan que a un convicto se le pague por artículos escritos o películas con relación a su crimen, las cuales frecuentemente son referidas como leyes de “Son of Sam” [“Hijo de Sam”].  Antes de empezar este sitio web en el 2007, estudié estas leyes para no entrar en conflicto con ninguna de ellas.  Las donaciones son legales, básicamente mientras que vender los derechos de mi historia a una cadena televisiva no lo es.  Ya que la composición escrita es acerca de mi encarcelamiento y no acerca de mi crimen, no existe nada ilegal en cuanto a aceptar este premio.  Lo más que pensaba sobre ello, sin embargo, lo más que empecé a sentir como que estaba pisando una área bastante gris en cuanto al espíritu de la ley, por lo tanto terminé pidiéndole a mi papá que cambiara el cheque y mandara los doscientos dólares a Doctores Sin Fronteras.  Así lo hizo, y tan pronto me manden algo para confirmar esto, para ponerlo más abajo para aquellos de ustedes que piensan que todo lo que digo es mentira.

Y siguiendo.  El agradecimiento es merecido para los pocos de ustedes que intentan mantenerme caminando hacia delante e intentando cosas nuevas.  Si aún puedo ser considerado como algo relativamente humano después de pasar 1/5 de mi vida en la cárcel (y más de 1/6 de mi vida en confinamiento solitario), es todo gracias a ustedes.  Gracias.  Merecen mejor que esto, pero gracias.

A los demás de ustedes, los típicos pasajes tediosos de MB6 regresarán la próxima semana.  Hasta entonces, tendrán que conseguir su dosis de tedio en algún otro lugar.

Para leer la presentación de 1er Lugar en la categoría de Composición del Concurso PEN 2011 de Escritos de la Prisión, hagan click AQUÍ.



© Copyright 2011 por Thomas Bartlett Whitaker.
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