Friday, March 25, 2011

Diario de Espera de Ejecución para Lee Taylor – 84 días de vida

Realzando la manera puramente arbitraria en la que se reparten las penas de muerte en esta gran nación, la crisis económica en los últimos años ha reducido en forma drástica los números de recién llegados al Pabellón. Resulta, cuando los Fiscales se encuentran eufóricos con dinero, se sienten éticamente más relajados en relación a la ejecución de personas. Claro, esto no significa que han dejado de asesinar a los condenados, por lo tanto, el Pabellón de la Muerte continúa encogiéndose. La evidencia del tamaño decreciente de este lugar fue lanzado al mundo de lo que salta a la vista hace unas semanas atrás cuando oficialmente convirtieron otra media sección del Pabellón en celdas para los prisioneros de segregación administrativa de la Población General. Eso quiere decir que de las seis secciones originales que estaban destinadas para el Pabellón de la Muerte, ahora dos se han destinado para la población general y otra media está reservada para los “malos obradores” de Niveles 2 y 3. Durante este proceso, se me regresó a la Sección – A, solo que en esta ocasión a solo dos secciones de la Sección de Espera de Ejecución. Previamente, cuando me encontraba en la Sección – A, podía ver a los hombres que tenían fecha solo a través de las ventanas al enfilarse; ahora, vivo al otro lado de ellos. En una experiencia previa supe que mi estoicismo iba a ser retado al vivir tan cerca de la miseria y desesperanza. Recientemente, Arnold Prieto escribió un excelente artículo sobre los efectos psicológicos que uno es obligado a experimentar simplemente al observar la tristeza de los hombres que lo rodean. Unos cuantos días después de haber llegado en la Sección-A, este punto dio firmemente en el clavo cuando mi amigo Lee “Tiny” [pequeño] Taylor fue traído a la Sección de Espera de Ejecución sobre una camilla.

Es imposible el contacto con alguien en la Sección de Espera de Ejecución, tanto en el punto de vista arquitectónico como en el punto de vista del postulado de seguridad. Esta sección simplemente es la localidad mejor equipada con policías en todo el Sistema del Departamento de Justicia Criminal de Texas. Por lo tanto, naturalmente, en el transcurso de los primeros quince minutos de su llegada, habíamos intercambiado recados. Supe que tenía fecha de Texejecución para el 16 de Junio. Recordé que durante el tiempo de Kevin Varga en la Sección de Espera de Ejecución, el que haya tenido una salida para expresar sus últimos pensamientos fue una actividad muy terapéutica para él, por lo tanto ofrecí las riendas de MB6 igualmente a Tiny. Aceptó con rapidéz. A continuación encontrarán su primer artículo.

También, por experiencia con Kevin, estoy consciente de que muchos de ustedes se sintieron incómodos al leer un Diario de Espera de Ejecución. Muestra de esto se podía ver a través de dos fuentes: las cartas que se me mandaron personalmente, las cuales explicaron un tipo de repugnancia despavorida, y también del número de lectores que cayó en picada. Miren, yo sé que es difícil. Yo lo sé mucho, pero mucho mejor que ustedes. Pero estos diarios son importantes. Importantes para el hombre que los escribe, y también para ustedes como sociedad que permite que estas cosas sucedan. Estos diarios son un espejo; si a ustedes no les gusta la imagen que se refleja desde su pantalla, esto habla mucho más acerca de ustedes que lo que habla acerca de Tiny o de mí. Estos son los últimos pensamientos de un hombre, y tales cosas siempre son, siempre importantes y vale la pena hacerles caso. Pueden ser un regalo, si saben qué hacer con ellos. Y si no les gusta ese reflejo después de que esto se haga, entonces sabrán lo que es requerido de ustedes. – TBW


“La Puesta del Sol”

Una bola gigantesca de lava, majestuosa, el sol nos da vida.

¡Todo lo que sabemos, el aire que respiramos, no podría ser sin el viejo en el cielo! Nunca podrían crecer nuestros árboles que despiden oxígeno, la comida nunca se produciría a falta del sol. A lo largo de la historia de la humanidad, desde un continente hasta otro, hemos adorado al sol. Si no adorado, siempre se le ha reconocido como la llave de nuestra supervivencia.

Hoy en día, en masa, hemos estado tan ensimismados que nos olvidamos de ver hacia arriba y meditar sobre el poder del sol. Mi hermano y mejor amigo Robert “Tool” Pruett ha abierto mis ojos a la belleza del sol. Llegué a respetar nuestro Sol, si no a adorarlo, al final de cada día, a la puesta del sol.

Hemos estado juntos en el Nivel ya durante varios meses. Cada día nos montábamos para ver a través de nuestra muy pequeña ventana en nuestra jaula del pabellón de la muerte para ver la puesta del sol. Esto se convirtió en un vínculo espiritual entre nosotros. “Puesta del Sol”, nos recordábamos uno al otro, y sin importar lo que estábamos haciendo, montábamos hacia nuestra ventana. El compañerismo es una interacción humana muy importante, y juntos encontramos esto en nuestra diaria vista por la ventana.

El 21 de Marzo del 2011, alrededor de la 1:30 p.m., me acosté para tomar mi “siesta energética”. Al cerrar mis ojos, nunca pensé que jamás vería la puesta del sol de nuevo. Alrededor de las 3:00 p.m. salí nadando de mi reino de los sueños a un toquído insistente a mi puerta. “Despierta, el Comandante quiere verte en su oficina.” Dos oficiales de escolta estaban a mi puerta, y sabía que era para expedir, o más bien, notificarme, que se me había dado fecha de ejecución. Extraoficialmente, otros guardias me habían “notificado” en la forma acostumbrada semanas antes. Mi fecha sería el 16 de Junio.

Ya en la oficina del Comandante, me senté rodeado por oficiales que buscaban una emoción morbosa. Yo estaba calmado y contesté las preguntas usuales sobre las últimas comidas. “¿Te encuentras bien?” “¿Necesitas un consejero espiritual?” “¿Recibes visitas?” Etc., etc.

Regresé a mi jaula en la Sección F, el peor lugar de este infierno. Una vez allí, sentí una oleada de simpatía llegar de parte de mis compañeros de las 84 jaulas. En su silencio, fue evidente que sabían y sentían mi dolor.

Entré a mi casa y empaqué mis raquíticas pertenencias para ser llevado a la Sección de Espera de Ejecución en la Sección – A. Me detuve durante cortos períodos para decir adiós a mis amigos, los cuales, probablemente, no volvería a ver. Mi hermano, Tool, empezó a cantar “In This River” [“En Este Río”] escrito por Black Label Society. Este es un canto muy personal para mí, y él lo sabía. Será mi última expresión de partida para aquellos que amo al ser tocado en mi funeral. Al cantar con fuerza la lírica, empecé a llorar…por amor hacia él, a causa de mi situación, por mi esposa…tantas emociones que caían como cascada sobre mí. Él dijo, “Vamos hombre, canta una vez para Jen (mi esposa)” pero no podía hablar. Espero que él sepa por qué.

Terminé de empacar y estaba platicando con Robert…Sabíamos que una vez que yo dejara la Sección-F y me fuera a la Sección-A, no podría ver la puesta del sol, porque estos tiranos colocaron la Sección de Espera de Ejecución en celdas que solo pueden ver paredes de concreto, no los campos.

El equipo de escolta llegó a la sección alrededor de las 4:00 p.m. para mudarme. Les pedí que esperaran un par de horas para que yo pudiera ver mi ÚLTIMA puesta del sol. Ellos se mostraban comprensivos, pero tenían que hablar con el alto mando. Así que se retiraron. Poco después, la Sargento Farris regresó para hablar conmigo. Me dijo que habían decidido que NO podía quedarme. Me encontraba en un estado emocional. Dije “bien” y volví a hacer la petición, expresándola en forma pacífica. Realmente no quería problemas. Simplemente deseaba ver mi última puesta del sol. Solo un par de horas de retraso. Por favor.

Se alejó, y el alto rango mandó otros tres oficiales para hablar conmigo. Todos me estaban diciendo que querían hacer el cambio antes de que salieran de su turno a las 5:30 p.m. Enloquecí y reusé moverme. Pensé que entenderían lo importante que esto era para mí. Equivocado. Lo que pasó a continuación fue algo no planeado; simplemente sucedió, desenvolviéndose en la forma que sucedió.

Un equipo de seis hombres llegó a mi puerta, con otros cinco o seis oficiales. Todos tenían una armadura , escudos y gas lacrimógeno. Dos tenientes y dos sargentos se encontraban allí, junto con otros agregados buscadores de emociones. ¡NO quería ir de este modo! Simplemente quería, no - necesitaba, ver esta puesta del sol. Nuevamente intenté decir esto al Teniente Tolly. No me escuchaba. Anuló mi petición con “PRISIONERO TAYLOR, USTED SALDRÁ O AGENTES QUÍMICOS SERAN USADOS.” Estaba totalmente mudo. ¿Cómo podían ser tan irrespetuosos? Me sometí a desnudarme para que hicieran un registro exhaustivo de mi persona y salí de mi jaula. Yo no sabía lo que haría a continuación. Estaba emocionalmente desecho. Simplemente caí al piso e intenté separar mis emociones. Pero la única emoción que permaneció fue la ira. ¿Cómo se atrevía esta gente tratar a un ser humano de esta forma? Intento ser respetuoso hacia estas personas. Once años en el Pabellón de la Muerte, y nunca he agredido a un oficial.

Mientras que todos los demás prisioneros estaban pateando sus puertas, enojados ellos mismos, el equipo anti-motines intentó levantarme una vez que hubieron puesto las esposas y los grilletes. Pero soy un hombre fornido, pesando 250 libras y muy sólido. Así que me dejaron caer…y volvieron a levantarme. Deberían haber conseguido un tablón para cargarme, pero el Teniente Tolly estaba terco a ser…bueno, el Teniente Tolly.

El cargar a un hombre por sus brazos y pies, boca abajo, pone todo el peso sobre la muñeca. El Teniente Tolly conoce bien esta táctica. Grité a causa del dolor; verdaderamente pensé que mis muñecas estaban por fracturarse y empecé a oponer resistencia. Por lo tanto me aventaron al piso, cara primero, y pusieron el peso colectivo de seis hombres sobre mi espalda y mis brazos. El Teniente Tolly dijo: “Déjenlo oponer resistencia, no va a ir a ningún lado.”

Una vez que me calmé, me volvieron a levantar, y nuevamente el dolor se volvió intolerable. Empecé a luchar de nuevo y me volvieron a aventar. Eventualmente me pusieron sobre una camilla y me arrastraron a la Sección-A. Una vez que me desempacaron en mi nueva casa, quitaron las esposas y yo podía ver que mis muñecas estaban sangrando e inflamadas. Me quejé, y realmente tomaron fotos. Pero, claro, todo el incidente fue culpa mía.

Para ser honesto, no creo que esos 6 hombres del equipo de extracción intentaban lastimarme. Pero, pesando 250 libras, no había forma de que saliera ileso en la forma que el Teniente Tolly les dijo me cargaran. Todos ellos me han dicho que no estuvieron de acuerdo con la situación. Ellos pensaron que fue estúpido y cruel. Podía ver la sinceridad en sus caras. Yo no culpo a los hombres en el equipo, ya que ellos solo fueron un instrumento del alto mando.

¿Cómo no podían tomar en cuenta el estado emocional en el que me encontraba? ¿Sin mencionar el hecho de que no he podido escribir a nadie en más de un mes, salvo a mi esposa, cuya dirección tengo memorizada? Verán, el 18 de Febrero encontraron un **XXXXXXXX. Cuando encontraron esto, se llevaron toda mi propiedad, incluyendo mi agenda de direcciones, y aún no se me ha regresado todo eso. Así que, adicionalmente tengo esa situación. No puedo escribirles a mi familia y amigos, y no puedo escribir a las cortes acerca de mi caso. Así que, aquí me encuentro en la Sección de Espera de Ejecución, con menos de 90 días para vivir y sin poder escribirle a mi abogado. Aún ahora que estoy en la Sección-A, mi estatus de Nivel 2 sigue aplicando, por lo tanto no puedo comprar de la tiendita de prisión, y por lo tanto, no puedo comprar estampillas postales. En buen lío me metí.

Supe que mi esposa y mamá han llamado a la unidad, pero ellos dicen que no saben nada acerca de mi agenda de direcciones, y todo esto está haciendo muy difícil que yo mantenga la calma. Verdaderamente estoy perdido. Simplemente deseo morir en paz. Pero con tal opresión, ¿qué más puedo hacer que rebelarme? ¡NO quiero pelear a esta gente! ¡Quiero estar peleando mi caso! Les he rogado que me permitan lograr el Nivel 1 a tiempo para conseguir estampillas y algo de comida antes de morir, pero no están escuchando. No sé que voy a hacer.

Tengo menos de 90 días para vivir. Intentaré escribir más conforme pasen los días. Gracias por leer esto.

Respetuosamente,

Lee Taylor
#999344


** Nota administrativa: Algunas de las secciones de este articulo han sido editadas.



© Copyright 2011 por Thomas Bartlett Whitaker y Lee Taylor.
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