Sunday, July 20, 2008

Torpezas Esotéricas

Julio 20, 2008

Tengo este cierto incómodo presentimiento de que debería sentirme avergonzado en relación a mis últimos escritos. Sé que así me hubiera sentido hace algunos años. Si los gritos más profundos del alma de una persona pudieran, en forma colectiva, salir al porche de enfrente en mallas apretadas blancas para recoger el periódico de la mañana y que el viento causara que la puerta se cerrara de un portazo, sin poderse abrir, básicamente sería lo que tendrían en los escritos que he hecho últimamente. Sin embargo, lo que estoy sintiendo realmente no es vergüenza. En realidad, no estoy seguro de cómo catalogar esta emoción sin citarles todo el escrito de Hunter S. Thompson. Si pudieran combinar la euforia al aumentar la apuesta en un juego de póquer con el tumulto de emociones nerviosas asociado con su primer día en un trabajo nuevo o una escuela nueva, tal vez se acercaría a lo que siento. Parecería que las migajas restantes de mi complejo de perfeccionista han sido, oficialmente, barridas por la puerta de atrás. Sería algo difícil intentar preservar tales pretensiones después de mostrarles lo quejumbroso que puedo ser. Bueno, de todos modos, estaba todo en una mano de cartas.

Recientemente, mi papá me escribió lo siguiente en una carta:
“Tus luchas con estos asuntos me dan gozo porque muestra que estás intentando tomar decisiones por ti mismo, basadas en lo que sabes y tus ensayos, y no simplemente porque alguien más te lo dice. ¿Puedes ver lo positivo que es esto? Durante tanto tiempo, tu temor principal era que te sentías vacío, faltando la parte esencial de “Bart”, y que eras incapaz de saber lo que deberías hacer en situaciones, siempre dependiendo de las reacciones de otros. Y ahora, dejando atrás esa vieja persona (que por cierto: creo que actos simbólicos, tal como dejar en el olvido tu antiguo nombre y decidir por el nombre de Thomas, son muy importantes), aquí te encuentras, luchando con algunas preguntas muy importantes y de mucho peso, intentando decidir lo que TÚ piensas sobre ellas. ¡Me siento tan feliz! Puede ser que menees la cabeza y te digas, ‘Bueno, me alegro que alguien se sienta feliz con esta lucha.’ Las preguntas que haces tienen profundidad; Nunca antes se me había hecho notar que (aún cuando Job fue restaurado) la historia no tuvo buen final para los hijos de Job. Bueno, aún así, estoy muy animado por tu desanimo aparente. Lo cual, puede que suene extraño, pero este punto de cuestionamiento en el que estás es un gran lugar para estar. Todos pasamos por estas temporadas. Y es en estos tiempos cuando crecemos en forma grande. Tú has estado creciendo ya por buen tiempo, lo notes o no. De hecho, la mayoría de las veces no podemos ver el crecimiento en nosotros mismos hasta mucho tiempo después de que los que nos rodean se han dado cuenta de él.”
En ocasiones, lo único que se necesita para que salgas a flote cuando vas de pique es una palmada en la espalda de parte de alguien a quien amas. Aún cuando esos comentarios ciertamente ayudaron, no creo que fueron la panacea para mis mejores estados de humor de tiempo reciente. Cuando llegamos al fondo de todo, tanto la solución como el problema tienen que ver con unas cuantas libras de proteína gris que se encuentra detrás de mis globos oculares. En ocasiones, tengo la solapada sospecha de que si pudieran ver dentro de mi glándula pituitaria, verían un montón de agresores con piedras, vestidos como Jimmy Buffet, usando en forma totalmente inapropiada todo tipo de equipo científico complicado.

Agresor 1 – (revisando un listado): “¡Orale, hermano, nos hemos quedado totalmente sin dopamina!”

Agresor 2 – (mira hacia arriba, usando dos extensores como viseras): “¡Oye mano, esa ya es como la tercera vez en este mes!”

Agresor 1 – “Bueno, hermano, este…tenemos toda esta serotonina. Quiero decir, es muy diferente. ¿estoy en lo cierto?”

Agresor 3 - (El cual, hasta estos momentos había estado tirando dardos a un pizarrón para memos que los nerds habían colocado en el departamento del hipotálamo): “Hey, ¿Quedan banderillas para comer por allí?”

Agresor 2 – “Muy útil, Tim. Gracias. Serotonina, ¿qué dices? ¡Diablos, ponte al tiro, hermano! Y de prisa, porque el programa de MTV “Cribs” va a empezar como en diez minutos.”

Bueno…tal vez las cosas no están tan mal. Y, sí, claramente, tengo demasiado tiempo en mis manos si he llegado al punto de personificar individualmente a los diferentes órganos en el cuerpo. Sin embargo, en toda honestidad, sí me meto en todo tipo de problemas por pensar las cosas de más, y después tengo que ir y desenredarme y empezar desde el comienzo al darme cuenta de que una de las premisas salió defectuosa. Sigo intentando aplicar el principio rector de nuestra era moderna, principalmente en que la fuerza de nuestra creencia sobre un postulado debería ser proporcional a su ‘evidencia’; a asuntos espirituales. Claro, eso no funciona, porque la fe está, bueno, por definición, casi compuesta por cosas que existen más allá de esfera de lo comprobable. Por lo tanto, ¿cuál es la respuesta? ¿Mete la panza, aprieta el cinturón y adelante, soldado? Creo que he hecho eso. He practicado los ejercicios espirituales. He tomado la armadura que se me dijo necesito. El problema de ser fuerte es, no te puedes flexionar con toda esa armadura puesta. En cuanto a mí, los problemas siempre comienzan cuando se presenta una fisura, y antes de darme cuenta, la fisura se convierte en una barranca, y a continuación te conviertes en la división, y es todo lo que sé. Claro, eventualmente consigues salir del hoyo, y, ¿qué haces? Te la pasas recogiendo los pedazos de la armadura que te traicionó, y te pones a armarla y pegarla de nuevo, mientras te prometes que la próxima vez esquivarás con más rapidéz. Mientras que te dices esto, la naturaleza de la grieta y lo que significa simplemente es ignorada. Comienzo a pensar que tal vez la armadura es parte del problema. Que tal vez las grietas que corren a través de lo que es nuestra interpretación moderna de la Iglesia están allí por una razón importante. El repetir las mismas respuestas hasta el hastío no pega bien conmigo para nada. Requiero de respuestas nuevas, y esto demanda que formule nuevas preguntas. Yo no creo que Dios creó la realidad con un callejón sin salida en el camino de la Verdad (notar que es “V” mayúscula; creo que existen muchos caminos de verdad; la mayoría son caminos vacíos que no llevan a ningún lugar). No puedo creer que Dios nos dio estas computadoras increíble y exageradamente complicadas sin darse cuenta que podríamos intentar usarlas para poder vislumbrar quién es Él. Yo creo que Él quiere esto. No tengo duda que tales puntos de vista puedan ser vistos como fuera del campo izquierdo (muchos hasta podrán llamarlo herejía, aunque no creo que demasiadas personas sean lo suficientemente radicales para usar tal palabra.) Simplemente no estoy satisfecho con las conclusiones a las que han llegado la mayoría de las iglesias. “Dios obra en formas misteriosas” parece ser una salida fácil, y odio cuando las personas se apoyan en estas palabras intentando dar una explicación a todo, desde las guerras hasta los niños que están muriendo de cáncer. Estoy seguro que algunos dirán que no confío lo suficiente en la fe ciega, una acusación que reconozco con orgullo. Tengo fe. Ya sea que crean en el Big Bang o la Teoría de la Membrana, o Creacionismo (o, como en mi caso, una forma de estos tres, y no, ustedes rurales ignorantes de clase baja, no son mutuamente exclusivistas), en algún momento van a tener que sacar algo de fe. Cualquier cosa más allá de su habilidad para observar en forma empírica, requiere algo de fe. Sin embargo, la fe ciega, no le hace justicia a tu Dios ni a tu herencia como homo-sapien. ¿Cuál es mi razonamiento en cuanto a esto? Es más o menos así: ¿Por qué se nos dio la habilidad para pensar y percibir el mundo en la forma que lo hacemos? ¿Por qué la existencia del cerebro-mente? Ya sea que provenga de la evolución o del diseño (o ambos), lo tenemos. Si creen la Biblia, Dios creó al hombre porque quería tener una relación con alguien. Sin embargo, ya tenía a los ángeles. ¿Por qué éramos nosotros necesarios? Me imagino que un Dios que simplemente tenía curiosidad habría creado el mundo en un capricho, pero Sus acciones a través del Nuevo Testamento muestran claramente que Dios tiene una apego emocional con nosotros, lo cual, en cierta forma, nulifica la simple teoría de “Dios Experimentando”. Adicionalmente, estas acciones también excluyen una creación edificada por despecho o alguna emoción negativa. (De lado, noten que estoy tomando el Nuevo Testamento como cita de un hecho. Sin embargo, aún si no lo hiciera, hay ciertas cosas que existen en este mundo que resaltarían como una prueba hacia mí, de que Dios no es ni indiferente ni totalmente cruel…piensen en amor, o un gran solo de guitarra…o cualquier evento que los conmueve en una forma trascendental.) Personalmente, pienso que fuimos necesarios porque Dios se sentía solo. Creo que conocía el potencial de amor, y sin embargo extrañaba la forma de aplicarlo y recibirlo en forma total. Simplemente, Él quería alguien que Lo escogiera. Yo sé que hay algunos de ustedes que están pensando: “Espera un minuto. ¿No es un poco egoísta proyectar las emociones humanas hacia algo tan grande como una Deidad?” Sí, puedo ver el problema en eso. Yo creo que cuando muramos, vamos a alcanzar una versión más completa y pura de nuestras mentes. Llámenlo una mente celestial, si eso quieren. Diferente de lo que tenemos, pero creo que van a ser estructuradas en forma muy parecida. En Génesis, Dios dice: “Hagamos al hombre a Nuestra imagen y semejanza…” Sin embargo, no creo que hubiera estado refiriéndose a nuestros cuerpos físicos. Pregúntense, ¿Por qué, necesitaría un sistema digestivo un ser que no necesitara comer? ¿Por qué necesitaría los órganos reproductivos un ser con la habilidad de crear mundos con su simple poder? No. La forma de nuestros cuerpos se construyeron para completar ciertas funciones; funciones que una entidad como Dios no necesitaba tener. Creo que a lo que se refería Dios cuando Él nos hizo a Su imagen era el paisaje de la mente, incluyendo nuestras emociones. Estas cosas sobrevivirán a la muerte, pero nuestros cuerpos no. Así que, aunque reconozco que tratar de entender el amor de Dios o su soledad a través del reflejo de mis propias habilidades con el amor o la soledad es bastante deficiente, creo que podemos tener idea de lo que siente Dios, mediante la evaluación de lo que nosotros sentimos. Si esto es verdad, entonces aprender sobre nuestras propias mentes nos puede dar una idea sobre quién es Dios. Eso quiere decir que TODA mi mente; y si esto significa enfocarme en algunas de las cosas que siempre me han llenado de tristeza, entonces que sea hecho. Esa es la única forma que conozco para sobreponerme a algunas de estas cosas. En otras palabras, creo que Dios nos dio estas mentes para pensar. Si estoy equivocado 99% de las veces, entonces, por lo menos, sigo tratando.

Regularmente se me dice que necesito pensar menos con mi cabeza y pensar más con mi corazón. Este es un ejemplo de una metáfora que toma propiedades que son un cuanto ridículas. Tu corazón es un músculo. Ni piensa, ni siente. Es un simbolismo agradable de un sentimiento profundo cuando decimos que amamos a alguien “con todo nuestro corazón”, pero para mí, básicamente es tontería de Hallmark. Cuando amas a alguien, sí viene de tu cerebro. Así la fe.

Hazte una pregunta: ¿Por qué crees lo que crees? Si tu fe es totalmente dependiente en la región geográfica de tu nacimiento (Ejemplo: “Soy bautista porque nací en Georgia” o “Soy de Hong Kong, por lo tanto soy budista”), o has elegido tu religión porque es cómoda y no te pide que cambies ninguno de tus hábitos, ¿no piensas que querrías re-evaluar las cosas un poco? ¿Tus creencias te hacen a ti y a las personas que te rodean mejores personas en alguna forma? Estas son preguntas que solo tú podrás contestar. No prendas la televisión a TBN para que te proporcione las notas de su versión de Dios. La fe es un viaje que puedes tomar con otras personas, pero nadie puede recorrer contigo el camino completo.

De todos modos, allí es dónde estoy. Para nada soy perfecto. Tal parece que me paso por lo menos la mitad del tiempo cayéndome de cara en la carretera espiritual. No tengo intenciones de pedir perdón por esto. Seguro, me encantaría tener una mente que siempre funcionara bien y completara las tareas tal y como se las ordeno, pero hasta que logre tener tal dispositivo, todo lo que puedo hacer es trabajar con el equipo que viene de fábrica. Lo esotérico nunca es fácil.

Les dije que no voy a esconder quién soy. Ese es el mayor objetivo de este sitio web, y no puedo negar la porción de mí que escribió los escritos pasados, al igual que no puedo negar la porción de mí que escribió esta. Ambas porciones soy yo. Espero que pueda ver hacia atrás, recordando todo esto, y pueda reírme de mí mismo por ser un poco ignorante, un poco ridículo. Pero una cosa que podré decir es esto: Lo intenté. Me exigí hasta lo máximo de la experiencia humana sin siquiera parpadear. ¿Pueden ustedes decir eso? ¿Siquiera lo desean?

© Copyright 2008 por Thomas Bartlett Whitaker.
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