Wednesday, June 10, 2009

Comandante Thomas A Control Tierra

Junio 10, 2009 Miercoles

Saludos, Terrícolas:

Este es solamente un rápido mensaje desde esa elevada región del espacio que solo puede ser alcanzada mediante un par de Tylenol-3. Recién acabo de regresar después de pasar dos semanas en el Hospital John Sealy, donde (por fin) recibí el arreglo de la cirugía original en mi brazo. Me siento…bien. Encuentro adecuado que los médicos hacen lo que ellos llaman “una práctica”, porque me siento bastante “practicado”. En cuanto al daño causado, en este momento soy el dueño orgulloso de una flamante cicatriz nueva de 9 pulgadas sobre mi pantorrilla izquierda, lugar en el que tomaron algo de hueso de mi peroné (*No se preocupen, aparentemente, ” ni siquiera se necesita el peroné…”, según los médicos en UTMB, la evolución biológica de millones de años se equivocó), y una nueva cicatriz en mi cadera izquierda, la cual es un reflejo del que ya tenía en mi cadera derecha desde la última cirugía. Al gigante masivo en forma de un río, el cual serpentea hacia abajo desde mi hombro izquierdo hasta mi codo, se le han agregado unos cuántos tributarios y un plano aluvial, para continuar con esta metáfora realzada por la codeína. Aún así, se deberán hacer notar unos cuantos puntos positivos: en primer lugar, mi brazo izquierdo sigue siendo mi brazo izquierdo, y no un brazo de palo, hecho que no puede ser demasiado recalcado como algo bueno. En segundo lugar, el poder de un prisionero latoso llevando a cabo un juicio de demanda ha triunfado sobre los burócratas de UTMB, y he reclamado la victoria. ¡Hurrah! Es una verdadera lástima, porque no tengo la intención de guardar silencio en cuanto a mis métodos. Hay demasiadas personas lastimadas en este lugar para mantener silencio. Ya vendrá más sobre esto.

Es difícil decir, en este momento, si el trabajo que se hizo estuvo bien hecho esta vez, ya que las únicas señales que vienen desde ese lado de mi cuerpo generalmente son algo como, “Esta bien, nos rendimos, adelante, córtennos, por amor a Dios,” pero los doctores parecen estar complacidos. Y ya que me siento tan dócil como un Perezoso de los Arboles de Birmania usando Xanax, supongo que debo reconocer que también me siento complacido. Sí, sí, ya sé, la codeína no es exactamente la más pura, pero ha pasado bastante tiempo desde que tuve algo bueno, así que, déjenme en paz.

En cualquier momento estarán por entregarme toda la correspondencia que se ha estado acumulando aquí en Villa Polunsky durante mi ausencia. Haré mi mayor esfuerzo en responderles tan pronto pueda ver la forma de sentarme cómodamente. Hasta entonces, me voy.



© Copyright 2009 por Thomas Bartlett Whitaker.
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