¿Alguna vez han visto esos artefactos Rube Goldberg? Ya saben – una serie increíble y extremadamente complicada de ruedas, rampas, artilugios, tubos y otros caprichosos artefactos que son combinados con la finalidad de hacer que una canica (o lo que sea)pase por un camino mareador con obstáculos para poder abrir la tapa de un refresco (o alguna otra actividad simple). Son hazañas maravillosas de ingeniería, pero, en cuanto a diseño y definición, son tan ineficientes que solo se puede considerar al aparato completo como un chiste. (Si no tienen ni idea de lo que estoy hablando, vayan a Google y escriban “Honda´s Superbowl ad” que salió hace unos años. Es muy divertido.) Estaba intentando describir el sistema penitenciario de Texas a una amistad mía de otro país, y mi mente se transportó inmediatamente a estos artefactos. Es una analogía muy apta, en toda seriedad. Grupos de hombrecitos grises girando en círculos, haciendo mucho ruido, gastando impensables cantidades de dinero, sin lograr nada. El punto en que es mucho más obvio es durante el aislamiento o confinamiento forzado. Se nos ha liberado de esta situación ya dos veces, solo para volvernos a hundir a las pocas horas. ¡El viejo confinamiento forzado ha muerto! ¡Que tenga larga vida el nuevo! El hombre que comenzó todo este relajo, un tipo de nombre Richard Tabler, está de nuevo causando un drama. El fue el prisionero que decidió que sería una super idea usar un teléfono celular contrabandeado para llamar y amenazar a la hija del Senador Estatal, provocando en esa forma esta actual situación desagradable. Desde esa ocasión, también ha mandado cartas amenazadores al mismo Senador, lo cual no tiene sentido, hasta que uno se da cuenta de que ya había empezado el proceso de pérdida de derechos a su apelación ANTES de haber hecho las llamadas iniciales. Me imagino que esta fue la forma de expresar su odio hacia los demás hombre en el Pabellón, lo cual no es de sorprender, ya que es uno de los prisioneros más repudiados en el Edificio 12. Se ha creado una reputación de robar a los demás prisioneros, y de ser una rata. Es verdad que aquí existen hombres sin el menor deseo de cambiar, y con todo mi pensamiento progresista, honestamente no sé cuál debería ser el proceder de nosotros como sociedad hacia este tipo de hombres. Lo único que siento en mi corazón es que, agacharnos a su nivel, matándolo, está mal. Sin embargo, creo que está bien decir que tal hombre no debería jamás volver a ver la luz del día. Pareciera que se deleita en causar caos y dolor, lo cual me es difícil entender. Puedo tener empatía con aquellos hombres que pierden la cordura y hacen algo de lo que después se arrepienten, pero no entiendo aquellos hombres que elijen no aprender de sus caídas. Pareciera como si no tuvieran un fundamento; ningún deseo de ser mejor de lo que fueron ayer, el cual es un tema que constantemente está en mi mente. Lo tienen aislado en una sección, con solo una toalla, un colchón y unas sábanas. No puedo imaginar una existencia más lastimosa.
Sin embargo, los hombrecitos del rey parecen estar aprendiendo nuevas tácticas. Aún así nunca podrán volver a juntar a Humpty-Dumpty (una rima de niños en que un huevo con cara y cuerpo se cae de una barda y se quiebra a tal grado que ni los hombres del rey lo pueden volver a pegar), pero están afinando su brutalidad como la más filosa de las navajas. La semana pasada, nos quitaron toda la ropa, dejándonos en nuestros bóxers, y se llevaron todas nuestras pertenencias sobre nuestros colchones al cuarto de recreación. En seguida nos esposaron y nos sacaron al pasillo que conecta la Sección C al resto del Edificio 12. Estando así, cerca de 40 guardias nos forzaron a desnudarnos y dar paso al frente, uno por uno, para ser escaneados, buscando señales de algún metal. El primer hombre de la línea es un varón enorme….ah, a quién trato de engañar, es un gordo. Por ahora lo llamaré El Panzón. Algunas de las guardias femeninas empezaron a burlarse de él, y noté que estaba sumamente avergonzado, ya que su cara se puso un rojo subido. Continuaron con las burlas. La multitud se empezó a involucrar. Me imagino que se suponía que debía parecer como algo imprevisto, pero yo creo que fue planeado, ya que no había necesidad de que estuvieran presentes en el pasillo tantas oficiales del sexo femenino (que por lo cierto, ni siquiera deben estar haciendo revisiones al desnudo de prisioneros del sexo masculino, pero en este lugar nadie sigue las reglas). Las cosas se estaban saliendo fuera de control, y parecía como si lo estaban picando para que hiciera algo tonto. El Panzón se agitó más cuando una oficial hizo el comentario que sentía lástima por su esposa. Empezé a hacer mi imitación de “Fat Bastard” (Bastardo Gordo) de las películas de Austin Powers (soy bastante bueno en imitar los acentos). Los demás prisioneros empezaron a reírse, y el hechizo se rompió. El Panzón empezó a sonreír, y se puso a hacer un tipo de imitación de baile en poste, lo cual realmente era bastante repugnante, pero por lo menos ya no estaba por perder la cordura. El que los muchachos empezaran a burlarse (lo cual pasa todo el tiempo) básicamente fue un triunfo sobre los guardias. La bomba se desactivó. Hice contacto con la mirada del único oficial de rango en el pasillo, y le guiñé un ojo. Jaque. Ahora es tu movida, imbécil.
Continuamos con las bromas, cada hombre siendo insultado por los guardias y nosotros contestando el insulto. Nos decían continuamente que nos calláramos, pero resulta que estando desnudos y privados de toda dignidad es el punto en que los hombres por fin se dan cuenta que ya no hay más que les puedan quitar, y por lo tanto la autoridad pierde su poder. El tema de sus ataques fue fácilmente anticipado, y por lo tanto dispersable. La capacidad intelectual de la mayoría de estas personas cae en algún lugar entre la categoría de pequeños roedores y la escoria en un estanque, por lo tanto se mantuvieron bromeando con temas fáciles: comentarios obscenos en cuanto a pequeños genitales, piel pálida, lonjas, busto masculino, etc. etc. Realmente me divertí bastante con algunas de los comentarios con los que salió mi equipo. Tenemos un tipo en la hilera uno cuya…um…“simetría facial” está, digamos, unos cuantos grados fuera de lugar. Cuando llegó su turno, alguien gritó: “Sloth ama a Chunk”, una referencia encantadora a la película de los ´80s “Los Goonies” lo cual casi me tenía llorando. Cómo me hubiera gustado salir con una expresión como esas. Por mi parte, me perdí la parte de que se suponía que el hombre moderno debería estar casi completamente lampiño, así que salieron unos cuantos comentarios de que yo era el hombre lobo (no estoy TAN peludo, pero de todos modos comenzé a aullar), así como un comentario en cuanto a mis dos cicatrices, el cual estuvo tan apático que no creo que di contestación a ello. Para cuando llegó mi turno, creo que en general ya habían perdido el interés en sus comentarios. Después de escanearnos, nos sacaron a uno de los patios de recreación en donde nos sentamos hasta que terminaron de transportar nuestras pertenencias al cuarto de recreación.
Les tomó algo de tiempo, pero eventualmente completaron la tarea. Se nos condujo de nuevo a nuestras celdas y se nos dieron nuestros bóxers. Fuimos afortunados que la temperatura exterior estaba solamente en los 50s grados Fahrenheit (aproximadamente 13 grados Celsius), ya que las paredes de concreto transmiten el frío en forma extremadamente eficiente. Básicamente, la temperatura interna es la misma que la externa, sin contar la sensación térmica. Una a la vez, los guardias llevaban las grandes carretas con las pertenencias de los prisioneros para ser pasados por rayos X. Al terminar esta tarea, regresaban los artículos al cuarto de recreación. Se llevaron todo el día en hacer esto. Terminaron de escanear mi sección a las 4:30 p.m., pero se negaron a regresarnos nuestras pertenencias; órdenes del Director. La mayoría de nosotros nos la pasamos trotando en un solo lugar, haciendo sentadillas, cualquier cosa para calentarnos. Para la media noche, la temperatura en nuestras celdas estaba en los 30s grados Fahrenheit (-1 grados Celsius). Este edificio ESTÁ equipado con calefacción, pero rehúsan prenderla. Afirman tener varias razones: no hay dinero para gas natural, no está lo suficientemente frío, está descompuesta la calefacción. Nada de eso es verdad. Esta es venganza por lo que pasó con Tabler y porque los medios de comunicación sacaron la historia de lo idiota que es el equipo de la prisión. (¡Qué shock! ¡Qué horror!)
Para cuando el sol bajó, llegué a la conclusión de que trotar en un solo lugar no me iba a ayudar mucho, así que me senté en el piso de concreto e intenté meditar. Solo he estado seriamente practicando Vipassana tal vez por ocho meses, así que no tuve tanto éxito en encontrar algún nivel de sati como me hubiera gustado afirmar, pero sí me tranquilizó bastante. Tendré que admitir que mi carácter generalmente tranquilo estaba comenzando a deshilacharse. Los hombres a mi alrededor no ayudaban a la situación tampoco. Estaban gritando y maldiciendo, y muchas de sus quejas eran un reflejo de las mías propias, aunque con diferentes palabras. Por un lado, reconozco lo carentes de sentido que son las quejas en una situación como esta, pero a veces simplemente es una forma espléndida para ventilar. Me mantuve pensando acerca del casi presidente electo Obama, hablando con un entrevistador en cuanto a cerrar Guantánamo y el razonamiento de por qué “no torturamos en América”. ¡Cómo no! Como si hubiera sido un accidente de que amontonaron todas nuestras pertenencias en la parte del cuarto de recreación que está visible desde nuestras celdas, con nuestras chamarras encima de todo.
Eventualmente, encontré un tipo de ritmo, y pude desintonizarme de los gritos, hasta cierto grado. Cerca de las 3:00 a.m., este enmantecado y empalagoso oficial llegó, entrando a la sección D. Para este tiempo, la mayoría de los hombres se habían dado cuenta que el piso de concreto estaba un poco menos frío que el hierro de nuestras camas, y estaban hechos bolitas, tratando de mantener, en alguna medida, el calor corporal. Me preguntó si tenía frío. No vi razón para contestar tan obvia pregunta, y simplemente deseaba que hiciera lo que vino a hacer y me dejara en paz.
“Si quieres tus pertenencias de regreso, todo lo que tienes que hacer es decirme quién tiene teléfono celular en esta sección.” Buen policía. Lo dejé seguir hablando de cómo por lo menos podría sacar mi chamarra de entre mis cosas. Todo lo que quería era un poco de información. Finalmente, mi dignidad estalló. Me da algo de vergüenza lo que hice, pero todo lo que puedo decir es esto: todos tenemos un límite, y estoy haciendo mi mayor esfuerzo. “¿Quieres un teléfono celular? Bien, puedes tener el mío.” Me hice como si estuviera buscándolo, tocando mis inexistentes bolsillos. “Hmmm…lo he de haber dejado en tu casa, cuando tu esposa me invitó a visitarla.” Prisionero malo. A él no le pareció tan divertido como a mí, y todos los que estaban en la hilera dos se rieron, imitando mi aullido de lobo. Echó soplidos por la boca, pero él era el cerdito, no yo (Como en la historia de los 3 cerditos y el lobo). Continuó avanzando por la hilera, y las respuestas se volvieron más viles al ir de celda en celda. Ahora deseo que hubiera mantenido mi compostura, pero aún el metal se vuelve frágil a temperaturas bajas, y cuando puedes ver tu aliento al exhalar, al mismo tiempo que estás solo en bóxers, quiere decir que la temperatura está sumamente FRIA. Además, tengo una lengua muy filosa, y aún no he aprendido a domarla por completo. Sin embargo, creo que entendió el mensaje: No soy un perro. No mendigo para que me den premios. Soy el mismo hombre, con o sin radio. Soy el mismo hombre, con o sin ropa. Soy el mismo hombre, con o sin un colchón para dormir. Si soy lo suficientemente fuerte para ir más allá de tus insignificantes intentos de quebrarme, no puedes echarle la culpa a nadie más que a ti, Departamento Correccional de Texas. Tú has ayudado para que yo me convierta en esto. Tú no minimizarás todo el trabajo que he tenido que hacer para llegar a este punto, pero no puedo ignorar tu contribución al esfuerzo. Has tratado de arruinarme. Has fallado. Nunca jamás te entregaré mi dignidad o mi coraje. Solo eres digno de mi desdeño, de mi repugnancia . No importa dentro de qué jaula me coloques, no soy un animal. De hecho, tú tienes muchas más cualidades de una bestia salvaje que yo. Fas est et ab hoste doceri.
Sigue despoticando.
Yo sé que existe un punto en el que se justifica el enojo, pero exactamente ¿dónde queda? Jesus se enojó tremendamente cuando vio todos los vendedores pregonando su mercadería dentro del templo (Marcos 11:15-17). Obviamente, sí existe un poco de estándar doble cuando tiene que ver con los convictos. Los hechos que son aceptables y entendibles en tu mundo hacen que la mayoría de las personas comenten: “Bueno, esto solo prueba que tan in-redimible es” si solamente llego a pensar en dicha acción. En verdad que he estado intentando controlar mi carácter en estos últimos años. No es fácil, recordar y estar alerta de esto cada segundo del día. Un ejemplo rápido para que ustedes lo traten de hacer en casa: relájense en un asiento. Cierren sus ojos. ¿Qué es lo que realmente sienten? ¿Qué es lo que realmente viene a su mente? Tal vez están sintiendo la textura de sus manos que se posan sobre sus rodillas. Tal vez sienten un poco de incomodidad en su espalda. ¿Pueden identificar un solo pensamiento, antes de que su mente salga corriendo con él, conectándolo con algo más? Los pensamientos tienen la costumbre de conectarse los unos a los otros con una rapidez que da miedo. Traten de enfocarse en una sola cosa. Tal vez una sola palabra, o tal vez están tomando respiraciones profundas (Mucho les recomiendo esta práctica). ¿Pueden lograr concentrarse solo en las respiraciones durante 30 segundos? ¿O su mente sale corriendo por la tangente? Si no es posible que simplemente nos concentremos en algo tan simple como respirar por medio minuto, ¿qué dice esto en cuanto a nosotros? No es descabellado decir que es algo completamente trastornado. Todos nosotros: un caos apenas bajo control, enmascarándonos como seres racionales.
La mayoría de mis amigos Cristianos se sienten confundidos porque también estudio el Budismo. Piensan que es raro; no natural. Ellos piensan esto, y sin embargo nunca han leído una sola palabra de literatura Budista, ni conocen nada en cuanto a la práctica, solo lo que han visto en las películas. No tengo problema con esto. Generalmente solo respondo que no le doy la espalda a la sabiduría simplemente porque la fuente de donde proviene tiene un nombre difícil de pronunciar. Lo irónico es, si le pones una serie de exámenes de moral a un verdadero Cristiano y a un verdadero practicante de Dhamma , la forma en que responden es algo diferente, pero las respuestas serían las mismas. Diablos…soy un Cristiano raro; no hay “peros” o “y sí” con relación a esto. No me propuse ser así. No sé por qué siempre cuestiono todas las cosas, por qué no puedo involucrarme en una infinita pequeña cantidad del “suspenso de la incredulidad” de la que habla mi amigo Diyon. No puedo simplemente leer la Biblia, o algo por Mevlana Jalaluddin Rumi o por Bhante Henepola Gunaratana sin disecar el texto, impulsando mi esencia más y más en las aguas profundas, lugar en donde las luces del puerto ya no se alcanzan a ver. Una vez que llegas allí, te das cuenta que no existen puntos de referencia para guiarte; aún las estrellas se hacen invisibles tras las nubes. La orilla de la playa es un borroso gris, y sabes en tu corazón que estás más allá del punto en que no hay vuelta atrás, donde lo único que queda es seguir remando hacia delante con la esperanza de divisar la tierra. Algunos regresan, pero tengo esta frágil, sin embargo cierta lógica de que la costa que dejé atrás no es mi hogar, sino más bien el lugar donde vive el fantasma de todos los errores que pensé me salvarían (La condición humana, resumida en una sola oración) . Así que me encuentro solitario en mi fe, lo cual realmente no me molesta para nada. A cada rato me preguntan cuál es mi denominación religiosa – a qué club pertenezco. Realmente no sé lo que soy. No tengo una membresía en alguna iglesia. La mayoría de las cartas que he mandado a alguna iglesia no han sido contestadas. Si viven en Houston y ven los servicios religiosos por televisión, han visto algunas de las organizaciones que decidieron que no tenían nada que ver conmigo. Hace un tiempo, empezé a enlistar los principios básicos de mi fe, comparándolos con las doctrinas de varios campos. Ciertamente sé lo que no soy. No soy un fundamentalista, y nunca lo seré. Sócrates creía que la razón principal de maldad era la ignorancia, y a ese comentario grito: “¡Aleluya!” Tales personas han sido un ancla en el progreso humano, siempre aferrándose a la memoria de “aquellos mejores días”, totalmente ignorando el hecho de que esos días nunca existieron. Cuando viví en México, fui a la iglesia Católica, así que puedo decir con certeza que no pertenezco al gremio del Papa. No parezco encajar con los Bautistas, aunque puede estar relacionado mucho más con su deseo de que me maten, más que por cualquier otra cosa. Me siento más cercano a los Metodistas, y aún más cerca de los Unitarianos (que creen en la libertad individual de creencia y del uso de razón en la religión; una comunidad mundial unida, una acción social liberal) y los Episcopáles, aunque en ningún lado encajo perfectamente. Soy un inmutable demócrata progresista. Creo en la evolución Teística (lo cual no tiene nada que ver con tontería pseudo-científica “Ciencia de la Creación” que se me metió a fuerza estando en mi preparatoria privada). Soy muy secular, pero no veo que la ciencia sea enemiga de Dios, sino más bien un lente a través del cual lo podemos ver con mayor claridad. Me gustan los Budistas, Humanistas, Homosexuales, y pienso que Cristo ama a todas estas personas también (Mateo 5:44) y que no estaría defendiendo la guerra de Irak como una “Misión de parte de Dios”, o sosteniendo conferencias sobre “Orar para que desaparezcan los Homosexuales” (Les doy una estrella dorada si pueden adivinar cual anterior candidato a la vice-presidencia es inflexible sobre ambos. Pista: la única llamada de las 3:00 a.m. que recibió tenía que ver con un alce que se atoró en un basurero). Y siguiendo. Así que, realmente no sé qué soy. Solo sé que no puedo encontrar a Dios en ninguna otra forma que en el camino que estoy tomando.
Cuando leo la literatura Cristiana dominante, nunca paso más allá de los primeros capítulos, indignado. Es demasiada estructurada, demasiada artificial. El único escritor Cristiano que he leído que no me ha dejado sintiéndome como si mi alma fuera algo que un gato llegó arrastrando es Donald Miller (por cierto, “Blue Like Jazz” es excelente). Si no cuestionamos, ¿realmente nos importa? Yo no lo creo, y nosotros como religión tenemos un absolutamente terrible record de aceptar cuando estamos equivocados, y de tener tolerancia con otras creencias. La lista de atrocidades cometidas por “Cristianos” que estaban convencidos de la verdad de sus creencias es demasiada larga para mencionar aquí…es la historia de aproximadamente los últimos 1800 años. Piensen en las Cruzadas. La eliminación virtual de los Aztécas a manos de Cortez (y otros) viene a mi mente, al igual que la Inquisición Española. Sin mencionar toda la era después de la caída del imperio Bizantino y antes del Siglo de las Luces, cuando Europa intentó instituir la cosa de la “Ciudad de Dios” de San Agustin. Los reyes han sido sujetos al gobierno de la iglesia…buena idea, muchachos. Se les llamó la Edad Oscura por una buena razón. No era dogma, lo cual cambió el rumbo del progeso de la sociedad retirándolo de la contínua crueldad y violencia de aquella era. Era razón, lógica y ciencia. Las Teocracias claramente son las estructuras políticas más peligrosas e inestables. Vayan y lean la historia de una tal Hypatia (por los 370 o 415, creo) que fue la hija de un matemático y astrónomo en el Museo de Alejandría (El Harvard, Oxford, y MIT del mundo antiguo…los Cristianos lo quemaron, y se estima que el progreso humano se retrasó más que medio milenio). Ella fue una Neo-Platonista, pero no era religiosa. Ya que era pagana, una filósofa, una científica, y una matemática, San Cyrilo (patriarca de Alejandría) ordenó que fuera arrastrada con su carruaje, desnudada, despedazada viva con conchas afiladas, y finalmente, quemada. Esto es lo que significa amor de hermanos. Hablen a los Lombardo acerca de esto; o a los Sajones. O, podría agregar, a los Afro-americanos viviendo en el Sur durante el movimiento de los derechos civiles (¡Diablos, hablen con ellos hoy en día!), o los prisioneros en Texas. Espero que tengan la sabiduría para entender que cuando digo que ciertos aspectos de la Primera Iglesia Republicana del Jesus Americanizado me espanta, no estoy hablando basura en cuanto a Dios. Estoy hablando solo sobre lo que la gente está convencida es verdad.
Ajahn Chah, un Budista de la tradición del Bosque Thai, dio una descripción bastante buena para practicar el Dhamma, y se la voy a robar y modificar la analogía para incluir toda religión. Él lo describió como un frasco de medicina. El frasco tiene indicaciones detalladas de cómo tomarse la medicina: a qué hora del día, que tipos de alimentos deben de comerse en conjunto con ellas, etc. Si el paciente solo lee las direcciones, sin tomarse la medicina, no le hará ningún bien. Hasta podría morir. Antes de morir, se queja amargamente acerca de la inefectividad del medicamento. ¡Pero nunca lo tomó, ni lo introdujo en su cuerpo! Solo le ayudará cuando el paciente lea las instrucciones y tome la medicina. Me imagino que entre más enfermo esté, mayor ayuda necesitará, y mayor cantidad de medicamento necesitará tomar. Agrego mis dos centavos a las enseñanzas de Bhikku, al decir que ciertos tipos de pastillas pueden empeorar los síntomas, si se usan incorrectamente. No tomarían un adelgazante de sangre para curar el pie de atleta, ¿o sí? Así que, tengan cuidado de cómo aplican las enseñanzas religiosas a asuntos modernos…pueden estar sobre extendiendo la voluntad de Dios hasta llegar al punto en que totalmente están perdiendo el camino.
Me imagino que lo que me gustaría que cada uno de nosotros hiciéramos es esto: Respiren profundamente cuando alguien dice algo que no les gusta. Especialmente si es sobre un tema que no conocen. Intenten ver las cosas de su punto de vista. Dejen de pensar que ustedes, o yo, o cualquier otra persona tiene dominio absoluto sobre la verdad. Encuentren la verdad en ustedes mismos, y reconozcan que, mientras la verdad absoluta puede ser real, no se es bueno creer que tienen dominio sobre ella. La vida se convierte mucho más bella cuando podemos aceptar la rareza de los unos y los otros.
“Si el hombre empieza con certezas, terminará en dudas; pero si está contento con sus dudas, terminará en certezas.”
Francis Bacon
Las Entregas Tardías de Documentos de parte de los Abogados pueden ser Mortales para los Prisioneros
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