Friday, October 17, 2008

Intercambio De Ideas

Octubre 17, 2008, Viernes

“Háblenme sobre la verdad de la religión y escucharé con gusto. Háblenme sobre el deber de la religión y escucharé sumisamente. Pero no me hablen sobre las consolaciones de la religión o tendré la sospecha de que no entienden.”

C.S. Lewis (“Una Pena Profunda Observada”)

Tus primeros pasos al entrar a una clase nueva siempre son un poco titubeantes. Simultáneamente estás intentando pasar como invisible y ser notado por “las personas correctas”. Llegar a una prisión no es diferente. Realmente no sabes qué esperar. ¿Tendré que pelear? ¿Qué se sentirá que te apuñalen? Después de 18 meses en la prisión del condado (al igual que en otros tres lugares de detención), todo temor de conflicto físico, en su mayor parte, ya no formaba parte de mí. En una de las muchas historias cortas que generalmente termina yéndose por el caño de mi escusado, hice referencia a las almas de la mayoría de los prisioneros, comparándolos con focos muy usados – quemándose y grises y aventados a un contenedor de basura. Así me siento en cuanto a las peleas en este momento. Después de un tiempo aprendes que ganar o perder es mucho menos importante que simplemente hacer presencia. Honestamente, me preocupaban más los guardias. Los guardias de las prisiones no tienen fama de ser las personas más escrupulosas. Estas unidades no constituyen parte de América. Están dentro del mapa. Pueden buscarlas en Google Earth y checarlas. Mientras que puedan estar geográficamente dentro de los límites territoriales de tu país, están un mundo separado. La policía de ustedes no tiene dominio aquí…ni siquiera pueden pasar por la verja. Ni siquiera tienen permiso tus militares para entrar, a solo que les ceda permiso el gobernador. El director es el Hombre; el dios, el genio, el hombre sentado en el trono. Lo que él dice es ley. Y, a solo que algún conjunto extraordinario de sucesos caigan en línea, nunca sabrás de cosas que pasan en su dominio (incidentalmente, esta es la razón por la cual los oficiales ODIAN estos sitios web. Se rompe el velo y es revelado el genio, y no les gusta. Seguido me hacen revisiones “al azar” igualándolos a los que les hacen a los líderes mayores de pandillas). Si un guardia decide que tiene ganas de jugar un juego de aporrear con las cabezas de algunos de los prisioneros, todo lo que necesita hacer es juntar unos cuantos cuates (sea leído: 6 o 7) y un palo. El sabe que no saldrá en las noticias. Así que, probablemente el temor y la cautela extrema son dos entidades totalmente diferentes. Es como un desfiladero. No temes, pero vas a ser extremadamente cauteloso cuando te asomes por la orilla. La prisión es así para mí. Cuando llegas a tu unidad, te rasuran, te dan un número, te etiquetan, y te amarran como puerco. (realmente ni siquiera sé que conlleva ser amarrado como puerco, pero suena apropiado…parece como que debería tener tal conocimiento codificado en mi ADN de Texas, o algo así). Los guardias salen a toda fuerza, con rifles y bastones. Algunos hasta tienen su armadura corporal de plástico para dar buen efecto. No me siento terriblemente impresionado con tales tácticas infantiles, pero me imagino que algunos sí. Ciertamente intentan poner sus expresiones “para causar miedo”; de eso sí me acuerdo. Realmente, todo lo que se puede hacer ante tal despliego de dominio es tragarte tu orgullo, todo lo que es importante para ti, y embovedarlo en algún lugar dentro de las profundidades de tu ser, donde no pueden ser arrebatadas. Porque todo lo demás lo será. Durante el tiempo que estuve en México, usé una tira de cuerda de cuero alrededor de mi cuello, de donde pendía el anillo que me había regalado alguien muy especial para mí cuando cumplí 18 años. Cuando necesitaba sentirme castigado lo tocaba, y sentía su peso contra la piel arriba de mi corazón. Tal vez durante ese tiempo me estaba volviendo un poco loco, pero impregné en esa pieza de metal todo el amor que había sentido por mi Ángel, y se había convertido en un símbolo de la única cosa buena que había hecho en mi vida. Había usado el anillo en mi mano derecha durante casi siete años antes de desaparecer dentro de las montañas de México. El primer día, me lo quité y lo puse en la cuerda, sintiendo que no era merecedor de él. Sin embargo, no me podía deshacer del anillo. Era su risa, su sonrisa y esa mirada que solo me pertenecía a mí , el sonido de su voz y la forma en que se alumbraba cuando escuchaba mi voz a través del teléfono… ¿cómo deshacerse de eso? ¿Aún cuando sabes que es un peso que te arrastra dentro de la tierra? Protegí ese anillo durante todo el tiempo que estuve en México. Los guardias me lo robaron cuando llegué a la prisión. Les puedo perdonar por toda la crueldad sin sentido que infligieron sobre mí, pero nunca los podré perdonar por eso. Jamás. Eso es lo que hacen aquí. Toman y toman y toman, violando en lo profundo de tu alma, hasta que se convencen que no estás escondiendo algo de ellos. Y después continúan haciéndolo simplemente porque pueden hacerlo. Cada faceta de tu vida es disecada durante los diagnósticos. “¿Qué significa ese tatuaje?” “¿Por qué hiciste lo que hiciste?” “¿Qué vas a estar pensando cuando te inyecten, eh?” “Creo que yo me voy a ofrecer para ayudar con el proceso. ¿Qué piensas de eso?” Así es tu llegada al Pabellón de los Condenados a Muerte. Se cierra la puerta de tu celda, y allí concluye.

Casi. Mi sueño fue, diremos, agitado esa primera noche. Sin embargo, no sentí desilusión cuando se me despertó, ya que aún la realidad de la prisión es mejor cosa que enfrentarme a mis sueños. No estoy seguro qué me había despertado, hasta que escuché a alguien llamando: “¡Hey, chavo nuevo!” desde el cuarto de ejercicio. Me acerqué a la puerta, y vi a un hombre blanco mayor sonriéndome y me aventó una bolsa de papel café en frente de mi celda. “¡Bendiciones!”, gritó, antes de deslizarse por las barras. La bolsa contenía pasta dental, cepillo de dientes, jabón, un rastrillo, algo de comida; artículos importantes y necesarios ya que generalmente pasan 5 o 6 semanas antes de que tu tarjeta de identificación llegue…la cual es necesario para comprar artículos de la tiendita. Como pueden imaginarse, es inaceptable pasar 6 semanas sin cepillarse los dientes, especialmente en un ambiente en el cual el único cuidado dental que recibimos es: “¡Arráncate ese tal por cual y sigue adelante!” El hombre que me aventó la bolsa era Alvin Kelly. Fue ejecutado este Martes pasado, el 14 de Octubre (6 más están programados en Noviembre). La Comandante Kathryn Cox del Ejército de Salvación me dijo que pasaron por lo menos dos horas en la vida de Alvin cantando cantos de alabanza, y que aún seguía cantando cuando le metieron el veneno. Me he convertido en lo que llaman un “revisor” desde que llegué al Pabellón, lo cual significa que ofrezco revisar los casos de los hombres que tienen fecha de ejecución. No cobro por esto. No tiene nada que ver con el hecho de que yo pueda tener algún conocimiento especial de las cortes y sus procesos, porque no tengo tal pericia. Todo tiene que ver con el hecho de que un buen número de los prisioneros pasan por el proceso completo de apelación sin tener un abogado que se interese por sus casos lo suficiente para tomar un vistazo a su expediente. Así que, lo hago yo. Pienso que cada hombre debería por lo menos tener un amigo antes de que muera. Hice esto por Alvin. Él fue mi 5º fracaso. No lo pude salvar, como tampoco a los otros. Algunos de sus asuntos no fueron preservados adecuadamente, así que murió. Escúchenme y escúchenme bien, porque juro por mi vida: Llegará el día en que no falle. Alguno de estos hombres dejará este lugar vivo antes que ustedes perciban mi final. Lo siento Alvin, te falle. Lo siento tanto.

Sin embargo, empezó algo en mí. A decir de verdad, un pequeño legado, siendo que nosotros los prisioneros primordialmente manejamos pequeñas cantidades, a salvo de lamentación y miseria. A causa de él (Alvin), no se me ha pasado mandar una bolsa de bienvenida con artículos necesarios cuando llega algún chavo nuevo. No me importa si es negro, blanco, Mexicano, siendo que en esta forma le doy honor a él por haberme enseñado esta lección. Dudo que haya sido su único discípulo. Él hubiera sido una gran ayuda en cualquier unidad donde hubiera terminado si su sentencia hubiera sido conmutada. Pero no quiso escuchar, Sr. Perry, y así el ciclo del dolor hace otra lazada lista para otro pase. También aprendí algo en cuanto a Sayid, el cual he mencionado en un artículo escrito hace como un año. No sé dónde está Sayid (espero que en Jester IV), pero no hay escasez de tipos como él aquí en el Pabellón. De él aprendí, aún cuando suene como cliché, que dar es mejor que recibir. Siempre elijo un hombre como él (con problemas mentales) por semana para estar al cuidado de él. No es mucho, ya lo sé: unas cuantas sopas, barras de dulce, jabón, etc. Lo siento tan deliciosamente irónico que yo – “el frío, narcisista, sociópata de mí – hace el trabajo que todos los grupos Anti-Pena de Muerte no quieren hacer. Hago lo que no pueden hacer los abogados. Hago lo que la iglesia no hace. Cuando llegamos al meollo del asunto, la mayoría de estos “activistas” simplemente son habladores. Hacen mucho ruido, pero no rara vez actúan. El finado Jack Henry Abbott lo dijo claramente: “Nadie hace nada. Los liberales, los humanitarios, el clero, son peores que los demás. Se encuentran “demasiado ocupados”; no hay nada más que puedan hacer, etc. Se la pasan contándose sus experiencias con los prisioneros. Buscan ser “reconocidos” como autoridades e “intermediarios” de los prisioneros. Y ni una sola vez han, como grupo o como individuos, efectuado una sola reforma o ayudado a un solo prisionero torturado dentro de la prisión.” No estoy de acuerdo con él en todo eso, ya que he conocido unas cuantas personas que tienen el poder dentro de ellos para cambiar mundos, pero tristemente este señor tiene razón cuando tiene que ver con organizaciones. No estoy regañando. Simplemente pasándoles la verdad. Y me causa placer actuar ante la cara de tal inercia apática. Así que, no doy desinteresadamente. Doy a los hombres que me rodean porque realmente me interesan (empatía). También doy porque tengo un sentimiento de responsabilidad hacia mis ideas filosóficas y religiosas de moralidad (lo que debo hacer). Pero también doy porque me produce satisfacción, y existen muy pocas avenidas para encontrar tal placer en este mundo de concreto y trabajo arduo y temor. Al principio me sentía intranquilo ya que pensaba que el deseo de placer podría empañar mi dar. El filósofo Kant postuló que una acción que se lleva a cabo de la base de un interés personal no puede ser virtuosa. No soy lo suficientemente inteligente para decir si está en lo correcto o equivocado. Me pregunto qué diría de una acción que se lleva a cabo por interés individual Y ADEMAS obedece la ley racional de la moralidad (la que, creo, se conoce como deber). ¿El placer que siento al dar, nulifica el deber? ¿Puede una acción ser ambas? ¿Es algo que le importa a Dios? Tengo el presentimiento que Kant era mucho más rígido que Dios en tales cosas. La Biblia dice que el pobre y el perseguido son bienaventurados, pero también menciona que debemos ayudar a tales personas, lo cual puede parecer contradictorio en su exterior, pero en realidad está lejos de ser contradictorio. Soy bendecido por lo riguroso de mi ambiente ya que nunca hubiera madurado ni evolucionado en la forma que lo he hecho estando en condiciones de vida normales en el “mundo libre”. La corrección ha sido dura, pero soy un mejor hombre debido a ello. Así que, me imagino que el dolor no es tan malo….aunque ese será un tema grande para otro día. En ocasiones, el conocimiento en cuanto a eso no ayuda. Citando al finado Bill Hicks, mi comediante segundo en preferencia, después del también finado Mitch Hedberg: “No pretendo parecer amargado, frío o cruel, pero sí lo estoy, y así es como sale.”

Deseo ser libre de tal amargura, pero semanalmente me enfrento con la muerte, injusticia, pobreza e ignorancia y hago todo lo posible para evitar que tales cosas infecten mi mente. No estoy seguro que esto sea posible si eres una creatura con ojos y la habilidad de ser empático. Espero sepan perdonar mi breves (y no tan breves) arranques de enojo y lo que se le parezca. Algo de ello realmente es justificable; algunas partes no. He aprendido que es mucho más fácil perdonar a una persona que a una burocracia…una institución no tiene cara. ¿Por qué no perdonar a una piedra por existir y haberte causado te golpearas el dedo del pie? No tiene mucho efecto porque no existe humanidad dentro de ella. Aún me queda mucho, pero mucho camino por recorrer para llegar a ser como Alvin, porque no dudo que él perdonó a su verdugo mientras cantaba. ¿Les suena como las acciones y pensamientos de un monstruo? A mí tampoco.


“Dejen sus farsas de alabanza.
No aguanto sus juegos religiosos triviales:
Conferencias mensuales, reuniones Sabáticas, reuniones especiales –
Reuniones, reuniones, reuniones - ¡No aguanto una más!
Reuniones para esto, reuniones para aquello. ¡Las odio!
¡Me han cansado!
Me enferma su religión, religión, religión,
Mientras siguen cantando
Cuando hagan su próxima oración – actuada,
Estaré volteando hacia otro lado.
No importa cuan largo o fuerte o qué tan seguido sea la oración
No estaré escuchando
¿Y saben por qué? Porque han estado haciendo
Pedazos a la gente, y sus manos están llenas de sangre
Regresen a casa y lávense
Limpien sus actos
Barran sus vidas hasta estar limpias de hacer maldad
Para que ya no tenga que seguirlas viendo
Digan, “no” a la maldad
Aprendan a hacer lo bueno.
Trabajen por la Justicia
Apoyen a los tristes y deprimidos
Defiendan a los que no tienen donde vivir
Bateen por los indefensos

Dios Isaias 1: 13-17
(Versión “El Mensaje”)




© Copyright 2008 por Thomas Bartlett Whitaker.
Todos los derechos reservados.

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