Wednesday, December 10, 2008

Cinco Años

Diciembre 10, 2008

Cinco años. ¿Cómo puede una rebanada de tiempo simultáneamente parecer eterna e instantánea? Cuando hago una disección de todo esto, cuando la desgajo y la reduzco a memorias individuales, parece expanderse, hincharse; empujando contra las barreras del pensamiento consciente hasta que rompe las paredes de la mente y se vierte sobre mí, y, yo también, soy reducido y quebrantado. Pequeños, minúsculos eventos/memorias/experiencias son empujados a través de filtros y destilados en algo mucho más puro de lo que alguna vez fueron en la vida real. Tomo la esencia de estas astillas aparentemente intrascendentes de vida pasada – no más de unas cuantas neuronas de longitud – y hago ídolos de ellos; cosas masivas, monstruosas, llenando de basura los planos de la Dura de mi cerebro, todo con pies de barro. Su sonrisa se torna algo Santo. La brisa en mi cara, al estar sentado en el desierto de México, observando las estrellas se vuelve el roce de Dios. En el momento que se me dijo que nunca vería mi 35avo cumpleaños, cuando todos estaban sedientos, esforzándose en verme quebrar, el ver el drama que su corazón tanto deseaba, se convierte el primero de mi Rubi-cubo en cruzar, mi primera cruzada del Potomac. Hago una infusión en estas cosas con significado que nunca han poseído, hasta que casi no puedo contener la procesión de mi vida al ser proyectada en la parte posterior de mis retinas. Y aún así, al dar paso atrás, todo se torna en un destello, cinco años pasados en un chasquido, tan cuánticamente breve que solamente yo sé que existió realmente por lo que fue generado a su paso.

Cinco años. Durante cinco años me he latigado una y otra vez, convirtiendo el pasado en un azote tejido con ácido y fuego. Ningún perdón – nunca para mí. Todos los pensamientos religiosos y filosóficos sobre el asunto sean condenados – ningún perdón; nunca para mí; ese perdón que tan fácilmente extiendo a otros. No lo podría permitir. Tienes que pagar. Todos pagan. No es suficiente. Ser aislado del mundo – no es suficiente. Tomar mi vida – no es suficiente. Golpearme y patearme y empujarme a las cloacas de la humillación pública – no es suficiente. Nunca será suficiente, porque, no importa lo que me hagan, yo tengo el contrato, yo controlo el precio. Nunca me permitiré que mi mente se cierre al principio. Yo escogí pagar de esta forma.

Cinco años. El universo aún gira, indiferente a una pisca tan pequeña e insignificante de tiempo. Pero yo no soy el universo; Cinco años no son insignificantes para mí. Tanto ha cambiado ahora. Tanto se ha ido, y tanto ha evolucionado. Solo unas cuantas revoluciones de una pequeña roca azul alrededor del relativamente pequeño sol amarillo. Siento como si fuera posible alcanzar hacia atrás, a través del velo del tiempo y alterar algunas cuantas cosas. Seguramente a nadie le importaría si cambiara unos cuantos eventos, tergiversando algunas partes de la historia, y después pudiera observar mientras las ondas flotan hacia el presente. Quitando todo, re-emplazándome con alguna versión alternativa universal que, en primer lugar, nunca se estropeó. Pensamientos ridículos, estúpidos. No existe otra realidad más que ésta, la que yo he elegido. La que yo elegí. No siempre creí en el libre albedrío. Una parte de mí aún rechaza la idea. No somos más que máquinas biológicas. Le gritaría al cielo. Caminos neurales fijados a las doce. Lo adquirido triunfa sobre lo innato. Y estoy en lo cierto en cuanto a estas cosas. Puedo culpar a mi naturaleza bipolar, un mundo caído que glorifica a la violencia y entrona al nihilismo; puedo decir que odié a Dios y quería venganza por haber nacido. Puedo decir que estoy irreparablemente quebrado, destrozado, solo. Y estaría en lo cierto en cuanto a todo esto. Sin embargo, debajo de todo eso, no puedo negar que existe una roca sólida, inmovible e impasible en medio de la corriente de basura tóxica. Le llamamos a esta roca “elección”.

Elección. Que pronto perdí de vista el hecho de que tal cosa existiera. Encerrado. Corriendo en auto-piloto. Siendo lo que fui programado a ser, no lo que yo hubiera escogido ser. Tan pequeña cosa, el darme cuenta de que yo controlaba mi vida; esa elección es mía. Esto es locura, para mí – perder de vista que existe la elección, que somos más que la suma de nuestros momentos pasados. Estoy rodeado de hombres que han olvidado esto. Un hombre se sacó sus ojos esta semana y se los comió enfrente del sargento, porque estaba leyendo Mateo 5:29, y escuchó a Jesús decirle que tomara el versículo literalmente. Ese fue su segundo ojo, aclaro. Se sacó el primero cuando estaba viviendo en la cárcel del condado, porque George W. Bush le dijo que tenía que hacer esto si el “quería ser el guerrero supremo”. “Ardilla” – el ciego, cuerdo (según el estado). Ardilla – no tiene elección, solo deseos y temores, que lo sarandéan de un lado a otro, sin misericordia, eternamente. Yo también viví así en un tiempo de mi vida. Me temo que muchos de ustedes nunca entenderán por qué, el darme cuenta de esto, altera todo. Y cómo esto me hace un hombre diferente del que fui antes. Todo el fundamento de mi vida era un pantano entretejido con estanques de veneno nocivo que ahoga. Unos cuantos pasos limpios, es todo lo que tenemos como una especie. Perdí la vista de eso. Ahora, lo veo.

Cinco años. Me tomó cinco años para elegir la acción correcta, me tomó cinco años para darme cuenta que la moralidad y propósito y… aún la belleza, todo eso ya estaba dentro de mí. He estado buscando estas cosas por cielo y tierra, y han estado aquí todo el tiempo. Están aquí en mi corazón y en mi mente y no me las pueden quitar porque mis creencias que van más allá de mí mismo se tambalean. Por primera vez en mi vida, yo creo en Thomas, y por lo tanto estas cosas valoro – moralidad y bondad y control propio – esas cosas soy yo. Nunca las hubiera encontrado fuera de mí mismo, esta semilla que Dios plantó en mi alma. Solo se puede comprender internamente, dentro de mí. Dentro de ti, también.

Durante cinco años he elegido quebrantarme diariamente sobre la rueda de mis cargas. Esta noche, he pedido mis disculpas. No las voy a degradar repitiéndolas aquí. Son mías, y le pertenecían a mi mamá y a mi hermano. Esta noche, estoy dejando todo ir. Tengo trabajo que hacer antes del fin, y no puedo levantar ambos pesos. Ya es suficiente, pienso. Suficiente.

Está nevando afuera. No cae nieve frecuentemente en el Sur de Texas. Ya nunca me asomo hacia afuera por mi ventana. De hecho, la mantengo cubierta con periódico enrollado, porque es más fácil vivir en un mundo de concreto cuando olvidas que existen los azules y verdes. Sin embargo, mi vecino empezó a gritar que estaba nevando, así que retiré los periódicos para poderlo constatar yo mismo. Lo que una vez fue tierra y metal y gris, ahora está blanco. Cientos, miles, millones de motas cristalinas bailan y se esparcen cuando dirijo mi vista hacia ellas. Un hombre en la sección de abajo está gritando que esto es una señal de Dios para el año nuevo. Llámenme escéptico , como siempre. No estoy seguro que anteriormente haya visto alguna vez la providencia divina especial. Puede ser que suceda. Mi opinión sobre este asunto es que cuando Dios quiere que algo pase en el mundo, Él actúa sobre el corazón y las consciencias de hombres y mujeres, en vez de ondear una varita mágica y descartar todo el gran número de leyes físicas que se tomó tanto trabajo en crear. Reconozco que estoy entre la minoría de los Cristianos, pero está bien. Creo que simplemente no soy tan egoísta en creer que Dios nos mandó una tormenta para decirnos que el 2009 sería un año mejor. Por otro lado, como metáfora, la entiendo. Parece ser una noche adecuada para permitirme ser cubierto de blanco también. Cada vez que un copo de nieve – individual, único – pase por mi ventana, susurro y conecto una pieza de mis arrepentimientos, mi culpabilidad, mis temores, a cada copo y los observo cargarlos hasta derretirse en el suelo. Dos horas, estuve allí, sobre la punta de mis dedos del pié, simplemente…soltando todo. Cosa tan enormemente complicada, sin embargo tan simple, de hacer. Simplemente. Dejarlo. Ir.

Pintaron nuestra sección en la prisión recientemente. Negro con blanco. Cuando pintaron la malla de alambre que cubre la pequeña abertura de ventana en mi puerta, saqué mi dedo índice por la abertura y toqué la pintura fresca. Escribí las palabras “No Más Mañana” arriba de mi puerta.

Esta noche, miro fijamente estas palabras.

No soy mi pasado. El pasado murió.

Mañana es un fantasma. Puede que nunca llegue.

Solo tengo el “aquí y ahora”, y la elección.

Elegí llenar mi vida y mis venas con veneno.

Elegí rodearme de hombres vacíos.

Elegí rendir mi libre albedrío al odio.

No más.

Elijo honor.

Elijo dignidad.

Elijo ser mejor de lo que jamás haya sido.

Elijo mantener mis ojos en el hecho de que tengo esta elección, mientras que a cada segundo entra una nueva.

Cinco años. Cinco años más que transcurrirán, más o menos. Cinco años para causar tanto daño, como me sea posible, a este lugar. Cinco años para seguir adelante con el proceso que empezé esta noche. Raro…en un momento todo lo identificas como temor, y repentinamente te das cuenta que el temor es una decisión, y poof!! Se va. No más temor. Moisés, Elías, Pablo, aún Cristo y el Buddha, todos escogieron el desierto como un lugar de sufrimiento y refugio, un crisol para el alma. Yo tengo Polunsky. Debido a este lugar, nunca he sido más libre. Solo puedes despertar una sola vez de un sueño. Estoy despierto, y mi corazón sonríe por primera vez en años.

“Un desfile vacío; una obra de teatro; rebaño de ovejas; manadas de vacas; una pelea de Spearman; un hueso aventado entre una jauría de perros; una migaja lanzada dentro de un estanque de peces; hormigas cargadas y trabajando; ratones, asustados y correteando; marionetas, tirando de sus cuerdas – eso es la vida. En medio de todo esto debes mantenerte firme en lo que crees, de buena manera y sin desdén.”

Marcus Aurelius, meditaciones.

© Copyright 2008 por Thomas Bartlett Whitaker.
Todos los derechos reservados.

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