Saturday, July 10, 2010

Cómo Pasar al Nivel 3 Para Tontos – Parte II (O, Cómo Aprendí a Dejar de Preocuparme y Amar Vivir con lo Mínimo)



(Nota Administrativa: La Parte I se puede leer AQUÍ)

Fuentes confiables me informan que las primeras impresiones son importantes. Si este adagio es verdad, entonces debo decir que la Sección-F (que en ocasiones, de aquí en adelante referiré simplemente como “Nivel”) calificó pobremente al presentarse ante mí. Después de que Su Majestad Vileza (El teniente Tolly) me privó de su expresión goteante y cáustica de satisfacción, intenté poner en orden la nave que se estaba yéndo a pique, dígase la celda F-68. ¿Cómo se puede resumir las jaulas de la Sección F en la menor cantidad de palabras posibles? Empecemos con: quemado. Quiero decir, “Dejé-la-freidora-prendida-durante-mi-siesta; el-carbón-te-hace-bien; extra-crujiente. Parecía como si alguien hubiera escrito algún tipo de símbolos astrológicos provenientes de los arcanos por toda la pared con carbón y olía como un montón de basura en quemazón. En el área de segregados, cuando uno tiene algún problema, el primer recurso es hablar con los oficiales que trabajan en la sección. Si ellos no lo pueden ayudar a uno, se supone que deben aventar el problema hacia los sargentos. Algunos lo hacen, y otros, claro, no lo hacen. Por lo tanto, empezar un incendio es una forma bastante buena para mostrar, en forma simultánea, la inconformidad, así como un medio casi garantizado de que un oficial de rango superior venga a tratar con uno. He visto bastantes FUEGOS EN OTRAS SECCIONES claro, aunque la Sección-F ciertamente es la que tiene mayor número de cicatrices causadas por fuego que cualquier otra sección en el Edificio-12. Más que eso, estas marcas de quemadura se encontraban dentro de las celdas; cada fuego que yo había visto hasta este momento era empezado mientras se corría. Debo reconocer que no entiendo como el auto-infligir problemas respiratorios debido a inhalación de humo pueda darle una lección al Departamento Correccional de Texas, pero tal vez simplemente estoy siendo demasiado denso. De cualquier forma, no me tomó mucho tiempo darme por vencido en la idea de intentar deshacerme de la fetidez de mi celda; simplemente iba a tener que acostumbrarme a ello.

Alvin Kelly (asesinado por el estado de Texas el 14 de Octubre del 2008) en una ocasión escribió esto sobre la Sección-F:

La sección-F es una sección de disciplina total de Nivel 2 y Nivel 3. Nivel 2 es restricción de propiedad, por ejemplo, radio, abanico, máquina de escribir, todo lo eléctrico, ninguna compra en la tiendita más que 10 dólares para material para escribir y enviar cartas (estampillas, pluma, papel para escribir, sobres, etc.) cada 2 semanas.

“El Nivel 2 también permite la compra de artículos para higiene personal una vez cada 30 días, por ejemplo, shampoo, pasta dental, desodorante. No se nos permite ninguna otra compra de la tiendita. Se nos permite solo una hora para recreación de lunes – jueves, 4 días a la semana. Los viernes, sábados y domingos se nos mantiene encerrados las 24 horas. Ni siquiera se nos permitió tener nuestra ropa interior termal este invierno, aún cuando afuera la temperatura se encontraba a los 30 grados farenheit. Solo se nos permitía 2 visitas regulares por mes. En el Nivel 1 se permite 1 visita por semana cada mes.

En el Nivel 3 no se permite ningún tipo de artículos de higiene personal, solo material para cartas cada 2 semanas. Por lo tanto, el ambiente acá está lleno de rencor. A las personas en este lugar se les niega cualquier cosa que vaya más allá de las escasas necesidades para sobrevivir con algún tipo de dignidad o humanidad. Es un lugar maléfico y vil. La atmósfera está llena de maldiciones, palizas y golpes e inundaciones, fuegos, heces y orina aventada a personas, gases rociados dentro de las celdas de las personas o en el cuarto interno de recreación de tal forma que todos tienen que sufrirlo; rehusar permitir visitación a algunos simplemente porque se encuentran en la Sección-F, y la lista sigue y sigue.


Tal vez sea un cuanto dramática esa descripción, aunque objetivamente certero. Creo que uno no ve la vida como es, sino según sea uno. Tal vez esa es la razón del por qué mis 90 días en el nivel no fueron miserables. He llegado a entender que estoy en este lugar solamente con el propósito de mi evolución personal durante las desilusiones inevitables de los años venideros. Mi teoría es que el sufrimiento no viene de lo que nos pasa, sino del hilo de pensamiento escondido que inmediatamente salta dentro de nuestra consciencia para convencernos que ciertas cosas son horribles; que nunca pensamos que tales cosas nos sucederían; ciertamente, que vuelcos negativos no deberían pasarnos a nosotros. La mente juega con nosotros todo el tiempo, y si no estamos alertas, en realidad somos solamente un pasajero – del asiento trasero – en el vehículo de sus propias vidas. Aún cuando no crean nada de eso, ¿seguramente podemos concordar que los períodos de turbulencia generalmente son los tiempos en la vida cuando crecemos más? Puede ser que algunas personas prefieran la felicidad, pero si solo experimentan felicidad mientras viven en esta pequeña piedra azul, van a ser unidimensionales. Más aún, serán aburridos.

Cualquiera sea el caso, nunca me sentí castigado mientras estuve en el Nivel. Escribí lo siguiente en Facebook el 14 de Abril:

Para Todas Las Personas que se están Poniendo Histéricos por mi Bajada de Nivel:

Alto. En serio. Respiren profundo…detengan la respiración…ahora, suéltenla.

Los amo a todos, pero estoy bien, en verdad. Puede ser que eventualmente llegue a comprender los detalles de lo que pasó el mes pasado, con la condición de que pueda hacerlo sin agregar mayores complicaciones a mi vida.

El meollo del asunto tiene que ver con el diario de Kevin, lo cual me dice que está haciendo bien las cosas. Yo nunca les he provocado tanta ira anteriormente…en cierta forma, en realidad siento algo de envidia. Si alguno de ustedes le escribe a Kevin, díganle que no se preocupe por mí, y que se mantenga fuerte. Tengo algunas notas en camino con unas caminos legales adicionales que vale la pena ponga en práctica.

Existió un tiempo en el no muy distante pasado cuando el ser aporreado en la cabeza (en forma figurada. ¡No me golpearon!) por ayudar a un amigo hubiera producido unas cuantas gemas perfectas de cinismo por parte de un servidor, pero siento que esos días ya pasaron.

Me siento bien. Aún puedo decir, grandioso. ¿Por qué? Profundizaré un poco más en eso en fecha futura también, pero por ahora solamente diré que he descubierto que no estoy lleno de basura. Las cosas que me digo que creo, bueno, realmente creo en ellas. Es más, las vivo, sin dilación o deliberación. Eso trae recompensa a alguien como yo, que ha buscado toda su vida un terreno ideológicamente estable en donde vivir. Realmente depende de nosotros determinar si las fluctuaciones de fortuna son “buenas” o “malas”; la forma de llamarlas es nuestra, y solamente nuestra. En verdad que somos nosotros los que permitimos que las cosas nos dañen. En verdad está todo en la mente. La voluntad lo es todo.

¿Y que de la Grande Indiferencia con la que he estado coqueteando aproximadamente ya por un año? Buena pregunta. Resulta ser que, al perder todo lo que creemos nos pertenece es una forma bastante buena para ganar control sobre la única posesión verdadera que tenemos: nuestras mentes.

Y ahora, nunca, nunca más podrán lastimarme de nuevo.

Los dejo. Sigan escribiéndole a Kevin. Mándenle mi cariño.

El Infame e Incorregible Habitante de Nivel 3, Thomas (pobre diablo, bromista)

“Trabajemos para que algún día, tal vez, uno que vaya pasando pueda ver en las líneas que están madurando en este momento, de la misma forma en que yo he puesto mi red dentro del estanque de días inservibles, algunas trazas de cielo tranquilizador que no puedo ver allí.”

Victor Sege
“Sobre el Río Ural”
Campo Orenberg, 1935

Eso también es un cuanto dramático, pero objetivamente exacto. ¿Tal vez los escritos de la Sección-F toman una capa agregada de emoción dado a la austeridad del lugar? Creo que la mayor diferencia entre el Nivel 1 y la Sección-F son las puertas: en el Nivel 2 y 3, las puertas están totalmente selladas con escudos de plexiglás y accesorios de metal. En el Nivel 3, aún la pequeña abertura entre el piso y la parte inferior de la puerta está sellada por un protector de hule pesado. Las puertas del Nivel 1 también son por su mayor parte sólidas, pero aquellos pequeños espacios dejan abierta la posibilidad de hacer comercio y conversar, cosa que está totalmente ausente para los prisioneros en los confines draconianos de Nivel. A estas celdas se les etiquetan, en forma muy apropiada, como “celdas de control” – un título muy apropiado por más de una razón.

Una de las cosas positivas de la Sección-F es que es bastante silenciosa. Creo que valoro el silencio más que la mayoría; en algunas de las secciones en las que he vivido se escuchaba como una escena de jungla por la noche, lo cual puede destruir bastante bien cualquier intento de productividad. Sin embargo, sí se tiene que mantener un ojo cauteloso sobre el comportamiento propio. Los humanos no están diseñados para vivir en aislamiento total, y son inevitables ciertos quebrantamientos sistemáticos, y esto está bien documentado. La soledad y aislamiento no son necesariamente conceptos equivalentes, pero el primero se va derritiendo suavemente dentro del último, y una vez que pasa esto, es muy difícil poder salir de allí. Para ser honesto, ni siquiera estoy seguro que un hombre que se ha desconectado completamente del mundo debería continuarse llamando “humano”,

He escrito varios artículos ya sobre el Síndrome de Unidad de Albergue Solitario (SUAS), por lo tanto no voy a extenderme sobre este punto aquí, más que mencionar que básicamente yo presenté tres síntomas diferentes durante mi tiempo en la Sección-F. (O, debería aclarar, noté tres síntomas; es bastante posible que se me haya escapado notar algunos.) El primero fue una forma de vértigo “benigno” que iba y venía en intervalos al azar. En ocasiones duraba por minutos, y en otras, por horas. Solo en algunas ocasiones fue lo suficientemente fuerte para causarme vómito, pero aún en su punto más débil, no me permitía escribir. Estos efectos duraron hasta el 17 de Abril, dos días después de que me ascendieron de Nivel 3 a Nivel 2 (AQUÍ pueden ver los documentos que confirman mi ascenso de D3 a D2. Tomen nota de algunas cosas: En la parte central de la página, pueden ver el sello del Comité Clasificatorio del Pabellón de la Muerte, el cual toma nota que el programa de trabajo ha sido “suspendido”. El programa ha sido suspendido desde que el Pabellón de la Muerte fue cambiado a la Unidad Polunsky hace más de una década atrás, pero lo mantienen oficialmente en los libros para protegerse en contra de la inconstitucionalidad de nuestras condiciones de vida. Después de todo, una ley solo se “rompe” cuando alguien se toma el tiempo de notar ese acto. También verán que no se nos permiten corta uñas, aunque les venden a los prisioneros de población general artículos de este tipo. Este es solo uno de un largo hilo de ejercicios acondicionantes inventados por el sistema para controlar las mentes más débiles: reparten corta uñas una vez cada dos meses más o menos, y solamente cuando suficientes personas les ruegan que se las permitan. Esto los coloca en una posición de poder como “proveedor de cuidados”, una posición curiosa que en realidad engendra sentimientos positivos de parte de los hombres, aún cuando fue el sistema el que retuvo ese artículo originalmente. Los hombres verdaderos simplemente les dicen en qué lugar pueden meterse los corta uñas cuando son repartidos, y usan una navaja de rasurar para cortar sus uñas. Finalmente, hasta abajo, en la esquina inferior de la derecha de la hoja se encuentra un comentario garabateado el cual dice “Mon Ext/int” seguido por una firma de algún tipo. Nunca había visto esto en ningún otro documento que había recibido del Comité Clasificatorio del Pabellón de la Muerte anteriormente, por lo tanto, lo mande a algunos de mis vecinos. La única cosa que pudimos deducir fue “monitor externo/internet”, lo cual tiene sentido, una vez que me llegó esa sugerencia de significado. (Como quisiera poder leer la firma…parece algo como “PR” ¿tal vez?)

La segunda manifestación de SUAS que experimenté fue un sentido aumentado de cansancio y deseo de dormir. Escribí sobre esto también mientras me encontraba en Nivel, así que pueden leer sobre esto AQUÍ, completamente con una gráfica del promedio de incremento de horas en el sueño que experimentaron veinte de los hombres en la Sección-F.

La última patología que noté en mi persona es algo común a un cierto subgrupo de convictos, dígase a aquellos de nosotros que nos enorgullecemos de nuestra independencia. En Nivel, este deseo de auto dependencia se vuelve muy, pero muy fuerte, casi a la locura en sus demandas. Ya que me quitaron mis visitas, mi propiedad, mi recreación, aún mi cepillo de dientes, ustedes razonan, debería de una vez ser un muñeco para prueba de choque y experimentar hasta el límite máximo. Esta es una mala idea, completamente no recomendable, pero susurra constantemente en el oído de uno. Encontré otras formas de ventilar la presión, tal como rehusar comer de las charolas de comida que consideré atroces. Siempre he hecho esto, pero la táctica generalmente no es practicada en la Sección-F, lugar en donde no se tiene acceso a la tiendita. Yo y un buen amigo, Richard “Loco” Cobb, eventualmente expandimos esta campaña minimalista hacia otras partes de la vida. Cuando un oficial de rango amenazó quitarnos nuestros colchones si no presentábamos cierta información, empecé a enrollar el mío cada noche durante un mes y colocarlo en la esquina, lugar en el que él podría verlo y verme a mí durmiendo sobre el piso de concreto. Eventualmente ni siquiera estaba usando las sábanas. Creo que le llegó el mensaje: no puedes amenazar a un hombre que no tiene temor de perder todo. Si todo eso parece un cuanto loco, eso es exactamente mi punto: el aislamiento te cambia.

Otras cuantas cosas positivas en la Sección-F es que los oficiales tienden a ser “jefes de convictos” y es menos probable que te molesten sobre cosas pequeñas. Los hombres en la Sección-F son propensos a comportarse mal, por lo tanto generalmente no vale la pena tratar a estos hombres de la forma que sugiere el libro. Esto solo casi hace que el viaje a la Sección-F valga la pena. En ocasiones a un oficial se le olvidaba algo, y nosotros lo alineábamos, una actividad en la que generalmente yo no participo. Solo puedo decir que mis demonios ascéticos me empujaban a ver cuánto podía perder y sobrevivir. No me dejaron en paz hasta que regresé a Nivel 1.

Me imagino que el único evento mayor importante para hacer notar durante mi tiempo en Nivel tuvo que ver con mi susodicha vista disciplinaria. Esto sucedió el 24 de Marzo del 2010 y duró 13 minutos, aunque la mayor parte del tiempo se perdió esperando a que llegara el oficial que me escribió el caso disciplinario. Pueden ver los documentos de la vista AQUÍ. Fui “representado” en esta vista por un empleado del Departamento Criminal de Texas. El “juez” era uno de los Capitanes del Pabellón de la Muerte. Basándose en esos hechos, realmente no es un misterio por qué el que viste de blanco [el prisionero] nunca gana una vista, ¿no lo creen? Mi representante pasó la mayor parte de su tiempo halagando al Capitán con relación a su oficina recién pintada. (Curiosamente, todo el Pabellón de la Muerte fue recientemente pintado, después de que alguna basura del Pabellón de la Muerte publicó FOTOS de una línea azul ofensiva que anteriormente corría por el pasillo principal del Edificio-12, evocando las imágenes de monitor de corazón llegando hasta el punto de presentar una línea recta. De nada.)

El oficial que escribió el caso en mi contra se mantenía inflexible en el hecho de que nunca, jamás comete errores en asuntos importantes. Este testimonio fue particularmente gracioso porque en 90 segundos, cometió exactamente tres errores mayores. (Estoy intentando conseguir las grabaciones de esta vista usando una petición FOIA; si tengo éxito, colocaré la grabación en la página web para que puedan escucharlo aseverar que sacó las pastillas de la celda # 55…la cual estaba vacía cuando llevaron a cabo la revisión minuciosa de celdas.) Aún el Capitán Price sacudía su cabeza cuando llegaba a su fin el testimonio del Oficial Mann.

Cuando llegó mi turno para mostrar la evidencia, expliqué lo que “V” había visto y escuchado mientras que esperaba su insulina. El Capitán Price se puso un cuanto agitado sobre esto, y finalmente aventó sus manos al aire, diciendo que iba a “estipular” el testimonio de “V”. (Pueden ver esto anotado en el documento cerca de la parte media de la hoja). En caso que les suene sospechoso – sí lo es. Toda la razón para el testimonio de un testigo es que le da al juez la oportunidad de evaluar la credibilidad del testigo. Estipular la declaración de un testigo básicamente significa que él ya sabía lo que “V” iba a decir – y no le importaba. Si les parece raro o injusto que al sistema se le permitió llamar testigos y a mí no, bueno, nuevamente están en lo correcto. Mi representante simplemente asentía a todo esto, dando, por lo tanto, suficiente evidencia sobre a quién verdaderamente estaba presente para representar.

El castigo fue rápidamente asesorado en 30 días de restricción de compras en tiendita (nada de compras en la tiendita, lo cual es más que las restricciones de por sí ya rigurosas de lo que lo que a los prisioneros de Nivel 2 y 3 se les permite comprar: jabón, shampoo, pasta de dientes, y una muy limitada cantidad de estampillas.) y 15 días de restricciones de celda (ningún privilegio de recreación, lo cual también está más allá de las ya restringidas oportunidades que se le permiten a uno en Nivel.). Fui sentenciado a 30 días en Nivel 3, para seguirle 60 días en Nivel 2, lo cual es el máximo permitido por la ley estatal. Nuevamente se me dijo que mi información referente a que el uso inadecuado de medicamentos de prescripción era una ofensa de Nivel 1 o 2 era incorrecta. (Vean AQUÍ en los documentos oficiales del Departamento Correccional de Texas lo cual comprueba sus mentiras). Esta vista básicamente violó toda faceta del concepto de Audiencia Evidencial que existe en los libros, y algunos aún esperando ser inventados. Ah, bueno: “Cae siete veces, levántate ocho”, o algo así. Para uno con déficit de atención es suficiente “El Crisol” de Arthur Miller, ¿no es así?

Digamos que no crees mi historia. Es justo. Me gustaría hacer notar solo un poco de información final la cual pienso que comprueba, en cierta forma, que mi viaje al Nivel tuvo nada que ver con algunas pastillas fabricadas, y que todo tuvo que ver con el diario de Kevin (lo cual, ustedes saben, sería ilegal que se me castigara por eso, por si a alguien le interesa saber). ¿Recuerdan cómo el día anterior al que me dieron mi caso, hubo un apuñalamiento en la Sección-A? El castigo de ese tipo fue exactamente igual al mío. Aún si hubiera sido sorprendido con una tonelada de cocaína en mi casa, no hubiera pasado un minuto más en Nivel 2 o 3 que lo que pasé por esas pastillas. Me querían ausente del cuadro durante los últimos meses que le quedaban a Kevin, así de simple. Si alguien más tiene una mejor explicación, me gustaría escucharla.

El 15 de Junio, ascendí de nuevo a mi Nivel 1. Alguna parte de mi propiedad estaba “faltando” (mayormente artículos de higiene, los cuales fueron robados por los guardias que embolsaron mi propiedad en Marzo). Fue bueno poder empezar a estudiar para mis clases nuevamente, aunque aún no estoy seguro por qué no se permiten los libros de pasta dura en la Sección-F (Saqué un “10” en mi curso de INGLES 203, por si alguien está manteniendo notas de mis calificaciones. Más sobre eso en el futuro.) A pesar de todo, y en general, agradezco mi tiempo en Nivel. Aprendí bastante sobre mi persona, lo cual nunca puede ser malo. Si se supone que debo acobardarme o intimidarme, siento que soy un poco demasiado duro de cabeza o terco para eso. Buscaría alguna forma para darles a conocer esto, pero, oye, ya han estado leyendo, ¿verdad “PR”?

Para ver cómo llevan a cabo un caso disciplinario en California, AQUÏ está una copia de un caso que le dieron a un amigo mío en Marzo, en el Pabellón de la Muerte en California. Aparentemente intentó dar algo de comida a un prisionero que tenía restricción de compras en tiendita, lo cual se consideró como “una violación que pone en peligro la seguridad de la institución”. Por lo visto, Texas no tiene el monopolio en crueldad, después de todo. Sin embargo, lógica interesante, ¿no lo creen? “No tienes empatía, así que debes morir; intenta mostrar sentimientos hacia otros, y te castigaremos.” ¡Tiene sentido para mí!

¿Efecto disuasivo? ¡No necesitamos ningún apestoso efecto DISUASIVO!



© Copyright 2010 por Thomas Bartlett Whitaker.
Todos los derechos reservado
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Sunday, July 4, 2010

Una Breve Nota sobre Correspondencia Desaparecida

En las pocas semanas pasadas he mandado cinco “Cartas a un Futuro Prisionero del Pabellón de la Muerte” adicionales a Tracey. Estas fueron escritas por algunos de los hombres en el Nivel 2, ya que pensé que sería interesante ver cómo otros hombres aquí considerarían dar sugerencias a un hombre recién llegado imaginario. Obviamente, ninguno de éstos llegó más allá del cuarto de correos (por lo menos hasta estas fechas en que escribo). También se me ha informado que un mayor porcentaje de mi correspondencia, de lo que es la norma, ha estado desapareciendo, así que quiero poner algunas reglas de base para todo aquel que me escribe, ya que estoy malditamente cansado de estar perdiendo amigos debido a correspondencia que se traspapela. Si están en los Estados Unidos y me mandaron una carta o un correo electrónico y no han recibido respuesta mía en el transcurso de cuatro semanas, asuman que nunca recibí sus comunicaciones. Simplemente impriman de nuevo y manden de nuevo. Agreguen dos semanas para todos aquellos que están fuera de los Estados Unidos. Así quedamos. Simple. No más confusión ¿verdad? Uno puede tener esperanza (Uno también puede esperar que éste llegue…)

© Copyright 2010 por Thomas Bartlett Whitaker.
Todos los derechos reservados

Saturday, July 3, 2010

Cómo Pasar al Nivel 3 Para Tontos – Parte I



Durante meses ya, he estado desviando las preguntas acerca de mi viaje desafortunado hacia el calabozo que es Nivel 3. Me imagino que he estado jugando estira y afloja conmigo mismo, sobre si realmente quería ir picando de nuevo al desarrolladamente incapacitado gigante durmiente que es el Departamento Correccional de Texas. “Eleve mi categoría” al status de Nivel 1 a mediadas de Junio, y debo reconocer, se sintió agradable ser dado la bienvenida a la buena relación de la máquina. Gozo tener un radio, una olla de calentamiento, libros y comida en mi casa nuevamente (aunque no mi máquina de escribir, la cual está descompuesta; debido a la falta de un contrato con un distribuidor, puede ser que no pueda comprar una durante meses, lamentablemente). En resumen, me agradó estar confortable de nuevo. Fue mi visión consciente del deseo subconsciente de alivio el que ultimadamente meció la balanza hacia una revelación completa: Simplemente me reúso permitir que cosas que son de mi pertenencia se apoderen de mí. Uno tiene que aprender a usar cosas sin requerirlas. Si no existió algo más, mi tiempo en el Nivel 3 me enseño que necesito mucho, pero mucho menos de lo que mi cerebro me dice necesitar, y uno no puede simplemente desechar una excelente lección como esa al momento en que de nuevo el camino se vuelve terso.

Aún así, cuando me senté a escribir esto, me debatía en cuanto a cuáles detalles debería incluir. Al final, pensé sobre las cosas que se preguntaría un visitante desconocido, si llegará a cruzarse con Minutos a diez años de esta fecha, mucho después de que yo ya no esté aquí. Esta perspectiva coloca cualquier cálculo temporal de riesgo/premio totalmente bajo una nueva luz, y lleva a uno a enfocarse en el principio de la cosa; por lo tanto, a honestidad y detalles completos se ha dicho, y, “deja de ser un maldito cobarde, Whitaker”. Si resultan repercusiones debido a esto, bueno, he sido castigado por cosas peores que ser honesto. Para alguien que no ha siempre sido un representante de las fuerzas de verdad (hacia el mundo o hacia sí mismo), aún es posible que exista un toque de placer en dicho castigo. Sea lo que sea: es lo que es. Crean todo, o parte, o nada de lo que sigue; mi principal esperanza no es probar mi inocencia (tal cosa sería imposible debido a la forma en que se presentaron las cosas), pero al contrario, es para mostrar los errores en el sistema. Bajo esa luz, esta narrativa es un microcosmos de la totalidad de este sitio, y uno podría fácilmente elegir una legado peor que el de encender una linterna en un cuarto sumamente oscuro.

Bueno, allons, allons: la vie est la farce á mener par tous [Vamos, vamos, la vida es la farsa que dirige a todos]. Esta historia empieza la mañana del domingo, 14 de Marzo. En ese tiempo estaba viviendo en la Sección – A, 12AS-celda 53, para ser exacto. Los domingos no hay recreación en el Pabellón de la Muerte, por lo tanto, los guardias tienen solamente un solo deber verdadero, lo cual es llevar a los hombres a las regaderas. Generalmente hacen esto en algún momento después de las 7:00 a.m. Resulta que las tensiones entre dos prisioneros se derramaron esa mañana, lo cual resultó en un apuñalamiento muy malo. Toda la acción sucedió como a ocho pies de mi puerta. Los detalles de este evento no tienen importancia, y de todos modos no sería apropiado que yo los expusiera en este foro, solo a decir que uno de los individuos tenía un pedazo de fierro metido tan profundo en su costado que puncionó, y subsecuentemente colapsó su pulmón. Inmediatamente fue llevado al hospital (léase: una hora después fue finalmente llevado al hospital), y la parte culpable fue trasladado a Nivel 3. El casi medio litro que esta persona derramó, sin embargo, se quedó en un charco congelado en el piso durante dos días. Claro, menciono todo esto porque enmarca lo que sucedió a continuación.

El inoportuno tiempo de este suceso fue desafortunado, por dos razones principales: El primero y más importante, a Kevin se le había dado fecha un mes antes, y había mucha comunicación yendo y viniendo entre nosotros. El área de Espera de Ejecución también se localiza en la Seccion – A, por lo tanto era un procedimiento relativamente sencillo mandarnos mensajes uno al otro, y me agradaba que por lo menos podía estar algo presente para mi amigo durante ese tiempo tan horrible. Estaba preocupado que este apuñalamiento daría al Departamento Correccional de Texas una razón válida para cambiarme lejos de Kevin, ya que sus primeros 29 diarios acababan de aparecer en Minutos. Estuvo correcta mi deducción, solo que había juzgado mal la ira con la que soy visto por ciertas personas aquí en el sistema. (debo reconocer que este hecho me agrada, en una forma extraña).

La segunda razón detrás de esta afirmación del tiempo inoportuno tiene que ver con el hecho de que el Equipo de Revisión Minuciosa acababa de pasar por nuestra sección y pasillo apenas la semana anterior, el 11 de Marzo. Este pelotón fue formado desde el incidente Tabler, y es una unidad totalmente voluntaria. Pienso que su propósito puede obviamente ser deducido por su nombre: esculcan las celdas e intentan caerle a un cierto número por día, siguiendo una cierta lógica desconocida. Como pueden imaginarlo, son universalmente non gratos – aún se puede decir, odiados. Saben, se requiere de cierta psicología “especial” para gozarse al ser odiado por todos. Tienen sombreros y hebillas fabricadas con características específicas para el “Equipo de Revisión Minuciosa del Pabellón de la Muerte”, y realmente se ufanan de cuántas veces han sido apuñalados o golpeados, o se les ha aventado con heces/orina. En resumen, las personas como las de este equipo fueron los que manejaban los campamentos de concentración en Alemania, y verdaderamente creen que es aceptable ignorar aún los componentes más básicos de un código moral al afirmar que simplemente estaban “siguiendo instrucciones”. Fatwas´s [reglamento basado en un punto de ley Islámica] y edictos y persecución organizada, ¡sorpresa! (Niños, la palabra para hoy es “antinomiano”; adelante, búsquenlo. Es una palabra grandiosa).

Así que, este equipo (el cual solo trabaja de Lunes a Viernes) llegó al trabajo el Lunes por la mañana. Se les recibió con la noticia de que un hombre había sido casi asesinado con una arma en una sección a la que le acababan de caer. Un oficial con el que me siento cómodo me había confirmado unas semanas después que el equipo había sido verbalmente reprendido a causa de este hecho; una experiencia lo cual, sin duda, encontraron no placentera. Dicho eso, verdaderamente siento que con personas de este tipo, fue un ataque sobre su orgullo que los hizo estar más airados: habían sido golpeados con basura prisionera, y de ninguna manera iban a permitir que eso pasara sin tener algo de venganza.

Ahora, como pueden imaginarlo, tal evento fue gran tema de conversación en esa sección ese domingo por la tarde. No tomó mucho tiempo para que se formara un consenso de que íbamos a recibir una atención no deseada llegara el Lunes. No soy el más inteligente de los hombres, pero de seguro me pueden conceder intelecto suficiente para hacer conexión: “Mañana, toda mi propiedad será revisada” con “tengo contrabando en dicha propiedad”, y darme cuenta que tenía que tomarse algún tipo de acción. Como la mayoría en mi sección, me deshice de mi contrabando el domingo en la tarde.

Y sí llegaron. El equipo se pasó todo el día en las 14 celdas de la Sección – D, un verdadero bacanal de intromisión, invasión, destrucción; una plaga salida de Egipto con sombreros hechos a la medida y para la ocasión y pobre limpieza dentaria. Cayeron sobre mi celda alrededor de las 2:00 a.m. Los otros cuatro prisioneros en el pasillo 2 también estaban siendo retirados de sus celdas en este momento, lo cual es un poco fuera de lo común, aunque no sin precedente. Fui colocado en la regadera, lugar donde permanecí durante los 75 minutos que estuvieron en mi casa. Eventualmente, llegaron a buscarme, y me regresaron a mi celda. Como siempre, toda mi propiedad estaba apilada en una pila masiva sobre el piso. No se me mencionó, en ese tiempo, que hayan encontrado material ilícito en mi casa, ni hubo discusión de que se me iba a presentar con algún caso.

Esto es importante: El Equipo de Revisión Minuciosa me ha confiscado muchos artículos: Auriculares rotos que he pegado con cinta, radios que he modificado para que capten el audio de la televisión, bocinas que he fabricado a cambio de algo para comer, las pinturas que fabrico de lápices de color disueltos en agua, etc. etc. Siempre se me presenta con los documentos en forma inmediata, los cuales tengo que firmar. Nunca hay una desviación a este procedimiento; nunca. En el caso de contrabando que se considera lo suficientemente serio para tomar acción disciplinaria, al prisionero se le informa de esta acción inmediatamente, y un juicio es agendado, el cual valorará los hechos y después se da el castigo. Hay una serie de documentos para esto, los cuales también deberán ser firmados en forma inmediata. Este día, ni una sola palabra se me dijo acerca de algo como esto. Continué limpiando mi celda, considerando que lo poco placentero ya había pasado.

Resultó que aún no había terminado. Más en la tarde, a tres convictos en el pasillo 2 se les ordenó empacar. Yo fui uno de ellos. Le mandé rápidamente una nota a Kevin explicándole todo, y después procedí a embolsar mi propiedad. Estaba un cuanto desconcertado porque no tenían razón alguna para cambiarme. Los otros tipos eran cada uno de ellos amigos de los dos hombres involucrados en la riña, así que entendí el razonamiento tras esa separación. Pero yo no tenía ninguna verdadera conexión a ninguno de ellos: la víctima era Afro-Americana, el atacador, Mexicano; Agrupar a los blancos dentro de este potaje racial volátil no era necesario ni pertinente. Francamente, en general están más alertas a este tipo de cosas. (Como resultado de mi cambio, surgirían de mentes sospechosas y aburridas los rumores que de alguna forma yo había estado involucrado en el pleito, el cual precipitó el apuñalamiento. Nunca han visto tal molino de rumores como el molino de rumores en una prisión, les aseguro.) Para este tiempo, una sospecha se iba formando en mi mente de que algo que no concordaba estaba tomando lugar.

Fui cambiado a la Sección-B, celda 12-BF-75. Desempaqué y continué con mi vida. Dos días después, el miércoles, 17 de Marzo, a las 4:30 p.m. (una hora antes de cambio de turno), el Sargento Farris me presentó un caso mayor, por “almacenar drogas psicóticas.” (lo cual, debo agregar, no consumo. También se reusó explicarme por qué el caso no se me había presentado el lunes). Me mostró una fotografía de unas pastillas, las cuales se encontraban escondidas dentro de dos cajas de Ibuprofeno y Alamag, un antiácido que se vende en la tiendita. Estaba un cuanto sorprendido, pero no permanecí así por mucho tiempo. Rápidamente le pregunté si ella tenía en su posesión estas dos cajas, y ella confirmó tenerlas. A continuación le presenté mi caja de ibuprofeno, y como solo le permiten a uno tener una caja en su posesión, esto produjo cierta confusión en la Sargento Ferris. También hice notar, y después le mostré, que tengo una prescripción para una droga para reflujo gástrico del tipo que se requiere sea comprada en la farmacia, así que no había razón para comprar una caja de Alamag corriente.

De inmediato se puso mejor: Desde dos celdas más allá, un convicto llamado “V” había estado escuchando. Inmediatamente llamó al Sargento hacia a su celda y le explicó que él era insulina dependiente y que él había estado en la oficina de la enfermera esa tarde para recibir su inyección, cuando dos miembros del Equipo de Revisión Minuciosa llegaron. Se encontraban allí para que se identificaran las pastillas, lo cual intentó hacer la enfermera. Mientras que las comparaba a muestras conocidas, “V” los escuchó discutiendo sobre la documentación: parece que nadie se tomó la molestia de llenar las formas sobre esta “evidencia” y ya no estaban seguros de cuál celda habían salido las pastillas. Mantengan en mente: esta conversación entre “V” y la Sargento Farris se llevó a cabo durante la presentación de los documentos de caso. Esta fue la primera ocasión en que me dí cuenta de la existencia de un caso o acusación contra mí, así que no es posible que “V” haya inventado esta historia antes de tiempo. En cualquier caso, no es práctica común que un Mexicano ande fabricando historias a favor de los hombres blancos en prisión, haciendo a un lado las tonterías de Hollywood. La Sargento Farris se retiró de la sección totalmente convencida de que había habido una equivocación.

¿Y por qué no? Todas las celdas son idénticas en el edificio 12. Cuando retiras a todos los convictos, y la propiedad es apilada por todos lados, con el personal yendo de celda a celda cada cuantos minutos, es muy fácil confundirse. Y cuando no te tomas la molestia de completar los documentos hasta dos días después de los hechos, los accidentes no solamente son una posibilidad; están garantizados. Sí, en mi naïveté [ingenuidad], en este momento aún seguí viendo todo el incidente como un error.

Cuando no supe nada al siguiente día (jueves), empezé a suponer que el caso había sido desechado. Intenté conseguir que me viniera a ver la Sargento Farris de nuevo, pero mandó palabra de que estaba ocupada y que “no debía preocuparme por nada”. Lo tomé como que toda este desorden había sido limpiado.

Fui a una visita ese viernes por la tarde, sintiéndome bastante bien en general. No había regresado de la visita ni noventa segundos antes de que el Teniente Tolly y nueve oficiales entraron a la sección y rápidamente se dirigieron a mi celda. Se me ordenó quitarme toda la ropa o estarían “sujetos a usar los agentes químicos”. Unos cuantos segundos más tarde, se repitió lo mismo mientras yo retiraba la hamburguesa con queso y jalapeño de mis pantalones que había contrabandeado del cuarto de visitas. Quiero decir, si vas a ir al hoyo, mejor ir con la panza llena, ¿no creen? Eventualmente salí, después de comerme mi sándwich, y empezé la larga caminata hacia la sección F.

Deténganse un minuto y mediten sobre la secuencia aquí. Aún si sienten que soy un pedazo de fango mentiroso, y que sí tuve una farmacia completa y una cocina de metanfetaminas en mi celda, ¿qué dice acerca del sistema que lo manda a uno a prisión (Nivel 2 y 3) antes que siquiera uno vaya a corte (para el juicio disciplinario)? Aquí en el Departamento Correccional de Texas, se te presume culpable, y esto tiende a evocar imágenes de Lubyernka, ¿no es así? Mantengan ese pensamiento: Si ponen atención, encontrarán evidencia adicional de parte de nuestros viejos amigos: guiñeo y saludo.

El verdadero estado de asunto empezó a tomar forma bastante rápido. Mientras que los C.O´s (oficiales regulares) empezaron a empacar mi propiedad para almacenar, el Teniente Tolly me escoltó él mismo hacia la Sección F. Esto generalmente no es una práctica aceptada, y nos desviamos aún más de la norma al detenernos en su oficina en el camino. El único testigo de esta parada fue el Sargento McGee (el perrito faldero de Tolly), el cual se colocó en el pasillo mientras que Tolly tomó su lugar detrás de su escritorio. (Se deberá también notar que el Sargento McGee es la contraparte de Farris; no fue coincidencia de que esperaran hasta que saliera de turno la Sargento Farris para asaltarme con esta.

“¿Asi que pastillas, eh, Whitaker? Nunca te conocí como un adicto a pastillas, pero me imagino que la vida está llena de sorpresas, ¿eh?” Estaba sonriendo en la forma más condescendiente que se pudiera imaginar, así que nunca ni me cruzó por la mente intentar poner objeción al comentario en este momento del proceso; realmente uno tiene que escoger sus campos de batalla con cuidado cuando tienes que tratar con personas como Tolly, el cual probablemente llegue a ser mayor algún día. Creo que fue en este momento que simplemente le pregunté cuándo sería mi vista, pero puede ser que fue un poco más adelante. Lo que más recuerdo de nuestra conversación son dos cosas; la primera fue la satisfacción que exudó durante nuestra pequeña conversación. Tolly me ha estado circulando ya durante tres años, desde que era Sargento en el 2007, una persona que conocí en el mundo libre, llamese la oficina del Fiscal de Distrito de Fort Bend, y le preguntó a uno de los fiscales que me sentenciaron a muerte si las personas en el Pabellón de la Muerte podían hacer llamadas telefónicas. De alguna forma, esta pregunta se “confundió” (sí, ¡claro!), y cuando mi abogado acusatorio me llamó a este lugar, se reportó que yo había estado haciendo llamadas. Después de que aclaré todo el asunto mediante unos escritos juramentados, Tolly se quedó convencido que yo tenía un teléfono celular. Sus sospechas fueron agrandadas por una táctica que el Talibán Americano uso en mi contra en el 2008-2009, en el que llamaron aquí a la Unidad y dieron “acusaciones secretas” anónimas de que yo les había llamado. Para el Teniente Tolly esto significaba su momento de venganza por las aproximadamente 40 revisiones de celda en que se encontraron precisamente cero teléfonos celulares.

Cuando habla, le gusta usar muchos adjetivos muy fuertes, como: comportamiento peligroso criminal, desacato vicioso de las reglas. ¿Han alguna vez notado como las personas que son medias malvadas se calman con este tipo de cosas? Es como si su subconsciente está diciendo: o.k., lo siento, soy un bastardo cruel, pero por lo menos no soy tan malo como este tipo. Es una salvia moral. Claro, deleitándose en los pecados de otras personas – imaginadas o reales – no lo convierte a uno en santo, aunque, por todos los cielos, no le vayan nunca a decir eso a un evangélico; solo los confundirán.

La segunda cosa que recuerdo fue que muy rápidamente preguntó sobre por qué “estaba recibiendo todas estas llamadas con relación a (mi) maldito blog.” La única cosa que me sorprendió acerca de su comentario fue que lo sacó con tanta claridad: esto fue, sin duda, la razón para todo. Continuó durante un rato, dándome a conocer que “ellos” (aún no estoy seguro quienes estaban incluidos bajo el paraguas de ese pronombre en particular) sabían todo: lo relacionado a mis escritos, el casi constante contacto entre Kevin y yo (lo cual es, técnicamente, una actividad que vale un caso mayor), y los esfuerzos de salvar la vida de Kevin. Todo se sentía muy Kafkaesaque. En un momento lo amolé todo e interpuse que no era de su incumbencia lo que yo decidía escribir para subir al internet, y me gritó que “cualquier cosa que sucediera en (su) casa era de (su) incumbencia”. Me quedé callado a partir de ese punto porque…bueno, realmente no hay cabida para discutir con personas como Tolly, especialmente cuando está de modo. Se cansó poco después, y no era el único sintiéndose así: todo en todo, la experiencia me dejó exhausto, como si hubiera pasado un conversacional equivalente a tortura de ahogamiento simulado.

Tolly me condujo personalmente a mi nueva casa, 12-FE-70, la última celda en Nivel 2. Esto también es importante: a este momento, aún no tenían idea exacta de cuál era mi acusación, y si debían meterme al nivel 2 o 3. Otro suceso de tiempo inafortunado les hizo tomar su decisión: en el tiempo de tres días, cuatro más de los diarios de Kevin salieron en mi página web, y esa noche se me cambió a nivel 3. Cuando protesté que “el mal uso de drogas de prescripción” era solo ofensa de Nivel 1 (lo cual cambio a ser ofensa de Nivel 2 el 21 de Mayo del 2010), se me informó que “no tenía ni idea de lo que estaba hablando” Oh, creo que no debía haber haber tocado ESTE tema, ¿eh? Whooops.

De toda mi propiedad, solo se me permitió llevar mi trabajo legal, cinco barras de jabón y mis artículos dados por Departamento Correccional de Texas: (toalla, uniforme de reo, calcetines y bóxers). No estaba seguro de cuánto tiempo iba a estar allí, pero sabía que definitivamente esta iba a ser una experiencia de aprendizaje.

Para ser continuado…
“La vida es un naufragio, pero no debemos olvidarnos de cantar en los salvavidas.”


Voltaire


© Copyright 2010 por Thomas Bartlett Whitaker.
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