Wednesday, October 24, 2007

El Imperio Contra-Ataca- Parte II”

Octubre 24, 2007 6:00 P.M.

Probablemente este escrito no va a ser muy largo. Estoy tanto confundido como enojado, y siento que hay una nube dentro de mi cabeza lo cual va a evitar cualquier elocuencia. He pasado los últimos dos días en oración y ayuno, pero no he encontrado discernimiento a las situaciones frente a mí. No dudo que esto se deba a mis propios defectos. En ocasiones estoy tan denso que siento como si el alga verde que crece en el cuarto de recreación tiene opiniones más intuitivas que lo que yo tengo (no es con intención de maltratar al viejo verde. Solo por que no tiene un sistema vascular no significa que no pueda jugar un juego de ajedrez lleno de maldad. Además, ha estado aquí más tiempo que yo).

Anoche, aproximadamente a las 10:15, me trajeron un colchón, para que por lo menos pudiera evitar la elección incómoda de tener que dormir ya sea en el suelo de concreto o en la cama de hierro. Ninguna de mis demás pertenencias me han sido regresadas. No tenía sábanas, pero, afortunadamente, no hacía frío (no tenemos calefacción durante el invierno) así que no fue gran cosa. Ninguno de los guardias tenía la menor idea cuando me regresarían mis cosas. A las 4:45 p.m. de hoy , el oficial encargado de retirar y regresar las pertenencias, rodó las mías, para regresármelas , en un carrito, y, después de la esposada obligatoria, la puerta de mi celda fue abierta y mis bolsas introducidas. Sentí gran satisfacción al darme cuenta de que nada había sido plantado, como drogas o un arma. De hecho, no encontraron nada por lo que me pudieran nivelar, porque no tenía nada. Sin embargo, sí confiscaron algunas cosas, y he incluido los documentos que se me dieron. No menciona muchas de las cosas que se llevaron, pero por lo menos muestra que no estoy inventando este hecho. Muestra que se llevaron revistas (Unas cuantas revistas de Geografía Nacional y Ciencias Populares, aunque no estoy seguro por qué, ya que ambas están permitidas), mis tres libros ( “Ejecutado sobre un Detalle Técnico” de David Dow, “Reconocimiento de Patrón” de William Gibson, y “Juegos de Tronos”, a los cuáles se les permitió entrada dentro de la unidad por el cuarto que revisa la correspondencia, solo para, de alguna forma, violar la política una vez que llegaron a la unidad), mis auriculares “alterados” (estaban hechos de plástico muy corriente, y se habían agrietado, por lo tanto, los reparé con un lápiz, unas ligas y un poco de pegamento), una bolsa de tejer alterada (ni idea sobre ésta. La compré de la tiendita exactamente como está), mi frasco de medicamentos “desconocidos” (este fue error mío. Había puesto mis pastillas de calcio y mis multi-vitaminas en el mismo frasco para ahorrar espacio…lección aprendida. Sin embargo, si hubiera sido droga, me hubieran nivelado rápidamente), 153 sobres y 24 estampillas de primera clase. Debes poner tu nombre en estos artículos, y así lo hice. Ellos afirman que no lo hice, pero si te fijas en el documento, la escritura de la frase “sin nombre ni número” es diferente a la demás. Te lo dejo para que saques tus propias conclusiones. No creo que haya sido una coincidencia que mi máquina de escribir desarrolló problemas en forma misteriosa, aunque la pieza quebrada del plástico que detiene uno de los soportes para el sujeta papeles de goma pudo haberse quebrado accidentalmente mientras la transportaban. De cualquier forma, es fácil de arreglar.

Las señales son fáciles de leer. El Departamento Correccional de Texas no es sutil. Esto continuará. La única decisión que debo tomar es, ¿Siento que el beneficio que proporciona este sitio web (aunque la mayor parte de esto es invisible para ustedes que no me escriben) invalida lo desagradable que es tener la ira del sistema dirigido hacia mi persona? ¿Encontrarán algo que me condene la siguiente vez que me registren? Suspiro. Tengo otro escrito que ya hice a máquina que tiene nada que ver con esto. Probablemente lo mande en unos cuantos días, pero puede ser que pase un tiempo antes que vuelva a escribir algo nuevo. Realmente voy a concentrarme en saber si esto es algo que Dios quiere que continúe.

Para aquellos de ustedes que me escriben, con los cuales he desarrollado una relación positiva basada en Dios y centrada en una evolución personal mutua, gracias por apoyarme en estos últimos meses. Aún seguiré aquí, aun cuando ya no exista el sitio Web. Para ustedes que me escriben sus estruendosos ataques verbales (aunque esta semana han sido más escasos que la última, para ser exacto), puede ser que hayan ganado esta. Está bien. No me siento enojado contra ustedes. Sé que algún día vamos a volver a ver esto desde un lugar mucho más alto, y echarle la culpa a Satanás y su presencia ruinosa. Hasta ese día.

© Copyright 2007 por Thomas Bartlett Whitaker.
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Tuesday, October 23, 2007

El Imperio Contra-Ataca Parte I”

Martes, Octubre 23, 2007 9:00 a.m.

Escribo esto en papel prestado. Estoy usando un lápiz prestado. Mi celda está completamente vacía. A las 6:45 de esta mañana, mi celda fue registrada. Me colocaron, esposado como siempre, en el cuarto de regadera en donde pude observar, mientras los empleados del Departamento Correccional de Texas, vestidos en sus uniformes grises, colocaban mis escasas pertenencias en bolsas rojas para cebollas y después las cargaron hacia abajo, por las escaleras, hasta colocarlas en un carrito de plástico con ruedas.
Nadie más en mi sección recibió este tratamiento. No me dieron explicación.

La fecha es Octubre 23, el primer día de la rotación de guardias (llamados en la lengua vernácula, “naipes”) después de la historia sobre mi sitio web que salió en el noticiero de la tarde. No entiendo la reacción del Departamento Correccional de Texas hacia esa historia. No he sido exageradamente crítico de las condiciones aquí, aunque sería muy fácil para mí comentar sobre el gran número de violaciones a los derechos humanos de los que me doy cuenta a diario. No he hecho esto por dos razones: Se supone que la prisión debe ser mala. No me considero lo suficientemente inteligente para intentar argumentar que tú, el observador promedio, pudieras interesarte por los derechos de los prisioneros. Yo sé lo que yo llegué a sentir anteriormente cuando escuchaba acerca del sistema brutal de las prisiones Americanas: “Bien, ¡pues entonces mejor no vayas a prisión!” No me importaba. No me importa. No sé cómo explicar el masivo color gris (ni es blanco, ni es negro) que existe en este país entre el bien y el mal. Cómo explicarlo, sí, en realidad, la devaluación de vida de los prisioneros SÍ te afecta, aún cuando solamente sea en una frecuencia masiva social sub-audible. Simplemente no soy lo suficientemente inteligente. No sé cómo poner en palabras que, una vez que empiezas a decir que una vida tiene más valor intrínseco que otra, todo se dirige a un declive resbaloso hacia la perdición. Y así que, tenemos la Bahía de Guantánamo, y tenemos prisiones que son tan malas, que cuando el Juez Federal, William Wayne Justice, vio las condiciones aquí en el Pabellón de los Condenados a Muerte, comentó que estaban más allá de lo que pudiera soportar un humano. Así que, intento quedarme fuera de las aguas, que están, francamente, demasiado profundas para mí.

La segunda razón por la que no le doy un golpe al Departamento Correccional de Texas es porque no quiero que alguien piense que estoy pidiendo que sientan lástima por mí. No lo estoy. Pero en este momento…reducido nuevamente a la nada, sin saber si me van a “nivelar” por algo que “encuentran” entre mis pertenencias, me encuentro bastante airado. Ya me están matando. ¿Deberán también llevarse mis intentos por sanar? ¿Mi escaso intento en hacer ministerio? ¿Y, para qué? ¿Por un sitio web? ¿Por mí intento en abrirme? No tenía la expectativa de algún día lograr alcanzar un público. Simplemente deseaba dar a conocer, a algunas pocas personas claves de mi vida pasada, un poco acerca de mí sin obligarlos a realmente acercarse a mi plaga. ¿Se llevarán mi voz también. En poco tiempo estaré totalmente en silencio. ¿No puedo tener unos cuántos susurros antes del fin? Claramente, algunos piensan que no. Olvídense de ignorar las cosas que nos desagradan, un poco de ejercicio en lo que llamamos responsabilidad personal. Pueden ser que tengan victoria en esto, puede ser que me silencien. Pero quiero que piensen en esto: Si su preciado silencio requiere que un ser humano pierda la única conexión verdadera que tiene a estar vivo, ¿en qué los convierte a ustedes?

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Wednesday, October 17, 2007

Tratar De Entender El ‘¿Por Qué?’

Octubre 17, 2007 Miercoles

No es extraño que yo reciba correspondencia de odio.

La mayoría de las semanas recibo unas cuantas cartas del tipo de “lago de azufre” condenándome a mí y a mi pobre habilidad en la escritura. O.K., nunca afirmé ser bueno para escribir. Estoy haciendo lo mejor que puedo, y si no soy lo suficientemente bueno para algunos de ustedes, les invito a hacer clíck en esa pequeña “x” que se encuentra en la esquina superior derecha de su navegador.

Tuve esta idea, pobremente formulada y un cuanto nebulosa, de que podría, en cierta forma, aprender acerca de mí mismo a través de este proceso, y, al hacerlo público, podría ayudar a alguien a aprender algo acerca de ellos mismos a la misma vez. Tenía la esperanza de que pudiera hacer contacto con algunas personas de la fe Cristiana, y que pudiera tener una relación fraternal con ellos, ya que no tienen iglesia aquí en el Pabellón, y me hace falta. Me imagino que no estaba preparado para la mera cantidad de odio que vendría hacia mí a través del correo. Casi tengo que armarme de valor para enfrentar la terrible experiencia, como un boxeador se prepara para que lo golpeen en la cara. Reconozco que merezco mucha de la negatividad que viene de algunas personas. No lo discuto. Pero son las cartas de personas que ni siquiera he conocido que me tienen sin poder comprender. Solo me puedo imaginar cómo va a empeorar la próxima semana después de que pongan al aire el programa especial de 48 Horas de Misterio en CBS. ¿Realmente enriquece sus vidas el mandarme múltiples páginas con razones de por qué el mundo estaría mejor sin mí? ¿Honestamente? Tal vez tu tiempo sería mejor aprovechado en buscar la verdadera razón por la cual estás airado. Simplemente es una sugerencia.

La mayoría de los días me encuentro pendiendo de un hilo, y tal vez algunos de ustedes lo notaron. Tal vez es la razón por la cual escribieron. Pediré a Dios que puedan entender lo que esa acción hable en cuanto a ustedes mismos.

De todos modos, si les he ofendido, en alguna forma, con la presencia de este sitio web, lo siento. Nunca fue mi intención hacerlo. Tenía unas cuantas metas cuando empezé esto, y, aún cuando no sé qué tanto tiempo más podré escribir estos, me aseguraré que pueda completar por lo menos una de mis metas. La pregunta más común que se me hace diariamente es: “¿Por qué?”

¿Qué hace que una persona desee matar a toda su familia? El Asistente del Fiscal de Distrito le dijo a mi abogado, seis meses antes del juicio, que él sabía que el dinero no fue un objetivo para mí. Y sin embargo, este fue el ángulo principal que se enfatizó durante el juicio. ¿Por qué hicieron esto? La primera razón es muy sencilla: Nunca se tomaron la molestia de preguntarme; nunca en los 18 meses de encarcelamiento antes del juicio. La segunda razón es un poco más complicada, pero no mucho más. Es la naturaleza de dichos juicios darles un giro sensasionalista. Después de todo, el dinero SÍ fue la motivación para el verdadero asesino, y fue fácil hacer una conexión y suponer que sería la razón tras mis motivos también. Además, el dinero es fácil. Las personas hacen cosas terribles en nombre del dinero diariamente; no es difícil vender la idea. Cualquier acción que haga parecer al acusado menos como un ser humano y más como un monstruo insensible es algo grande para los procesos acusatorios de Pena de Muerte. Cualquier acción que demuestre que es una persona sumamente dañada en el aspecto psicológico es dañino para los procesos de Pena de Muerte.

Como ya dije, muy simple. La historia sobre el “pago de millón de dólares del seguro” mítico fue proporcionado por mi co-demandado, el cual fue el testigo estrella del Estado. (A decir la verdad, yo sabía que mis padres no tenían un seguro grande. Resulta que mi papá tenía una póliza de $50,000 dólares sobre él mismo, y ninguno para mi mamá, Kevin o para mí). Si no te puedes imaginar la situación en la que una persona pudiera mentir para evitar la Pena de Muerte(a cambio de una sentencia de 15 años de prisión), entonces deberías empezar a hacer rompecabezas Sudoku o algo así para que tu cerebro se ejercite.

He tenido mucho tiempo para pensar en esto. He pasado horas intentando colocar mi mente en un orden de apariencia para poder intentar contestar la pregunta ¿por qué? en tal forma que alguien más, además de mí, posiblemente pueda entender. Es en ocasiones como esta que siento, de modo penetrante, mi falta de habilidad para escribir. Las palabras me fallan, y me siento totalmente deficiente para la tarea. Parte de mi problema es que estoy intentando explicar algo que realmente no se puede racionalizar. Especialmente cuando estoy tratando de asegurar que no suene como que estoy tratando de justificarme. Nunca se puede justificar.

(Algo para tomar en cuenta: mientras que el mundo puede ser, de hecho, una realidad objetiva, cualquier cosa que exista deberá primero pasar por el filtro de tu percepción, así que en una forma muy real, aún cuando extraña, a la misma vez todo es subjetivo.)

Parte de la historia del “¿por qué?” está arraigado dentro de mí, percibiendo señales muy ciertas, seguidas por una pobre malinterpretación y computarización, lo cual torció la totalidad de mi percepción del mundo. Realmente eso no es tan extraño ya que probablemente existen muchas, muchas “verdades” que sabes no son, de hecho, enteramente exactas. De todos modos, lo siento mucho si estoy haciendo un mal trabajo de esto. Es muy difícil. Me hubiera gustado esperar hasta que pudiera manejar esta situación en una forma mejor, pero…ese hilo se vuelve más delgado cada día que pasa. Necesito intentar asentarlo, para que esté en forma escrita para que otros puedan ver.

En ocasiones la palabra “perdón” no es lo suficientemente buena, no importando con cuánta sinceridad la digamos. Nunca fue mi intención volverme tan frio por dentro; tan vacío. Siempre se trataba de sobrevivencia, el lento insensibilizar de todas las protuberancias que salían de mí y me hacían sentir tan fuera de lugar. Nunca sentí ser parte de nadie, aún cuando era muy joven. Mi abuelita recientemente le contó una historia muy interesante a mi papa, la cual él me re-transmitió a mí. Tuvo lugar siendo yo de cinco años, y la fecha exacta está impresa en concreto (literalmente). Estaba en la planta alta de su casa, que se encuentra pegada al campus de la Universidad de Houston, junto con ella, mirando hacia abajo, viendo a mi papá y a varios otros miembros varones de la familia de mi papá que se encontraban colocando el piso de una nueva área de estacionamiento de la casa. El tío de mi papá, Hank, estaba ayudando. Siempre fui un niño muy meditabundo, y al estarlos observando en silencio durante un rato, voltee hacia MeeMee (mi abuelita) y le pregunté, “¿Qué es Hank mío?” Ella explicó la relación de familia, que era el tío de mi papá, como lo era Bo (el hermano de mi mamá) de mí. Pensé sobre esto durante un tiempo, y dije: “Bo no debería ser mi tío. Él no me ama.” Aún a los cinco años de edad me daba cuenta de la dinámica familiar que sería como una plaga para mí durante años.

Mi segundo nombre, Bartlett, era el apellido de soltera de mi mamá. Me llamaban Bart cuando estaba creciendo. Y sin embargo, siempre sentí que, cuando estaba rodeado por los Bartletts, de alguna forma no era merecedor del orgullo de su apellido. Siempre estuve consciente de eso. Más adelante en mi vida, empezé a emular algunas de las cualidades que poseía Bo: fuerza, dureza, y tranquilidad estando bajo fuego, un toque de desdeño en cuanto a las reglas que todos los demás tenían que seguir pero que no aplicaban a él, y por último, orgullo. Creo que deseaba ser Bo. El tenía todo el poder en la familia, y si alguien no lo quería, bueno, ese era problema de ellos. Para alguien que vivió cada día de su vida buscando claves sutiles microscópicas en otras personas para saber si actuaba en forma aceptable o no, el deseo de ser tan…libre…de la preocupación de los que otros pensaban acerca de ti era sumamente abrumador.

Así que, intenté ser él, aún cuando el intento solo fue superficial. Fingí esa confianza. Ayudó, aunque por solo un tiempo. El Fiscal de Distrito le llama a estas emulaciones “máscaras”, lo cual suena siniestro. La verdad es, las he estado usando desde la primaria, y si no fuera por ellas, al intentar, sin éxito, encajar, me hubiera cortado las venas en desesperación antes de llegar a la preparatoria.

Mientras estaba en la etapa de crecimiento, era totalmente diferente a mis amigos. Mientras que ellos se veían seguros de sí mismos, eran rebeldes, yo era el chico que siempre ponían en el campo izquierdo y siempre fallaba en atrapar las “fly balls” porque estaba más interesado en el avión que pasaba por el cielo que en el juego, el cual odiaba. Los deportes en esa edad, determinan, en forma marcada, tu rango en la escalera social, y yo era la base de la escalera. Empezé a hacer que me anotaran los 3 “strikes” a propósito, con la esperanza de que cada año sería el año en que finalmente podría convencer a mis padres que no había razón para que siguiera jugando. Pero no les podía decir que no quería jugar porque tenía miedo que el que no me gustaran los deportes significaba que no estaba viviendo el estándar de lo que ellos esperaban de mí. Pero jugar pelota era un infierno para mí. Tuve que aparentar que estaba intentando, pero fallando. Pero su forma de resolver esto fue dándome más clases de cómo batear y comprandome un bat mejor. Cada vez que fallaba la pelota, o la canasta, o lo que fuera, secretamente me sentía vencedor en contra de ellos.

No pasó mucho tiempo antes que me escondiera en mis libros. Los niños no vienen con manual de instrucciones. No me puedo imaginar lo difícil que es criar a dos niños en estos tiempos. Mis padres vieron mi apetito voraz por la lectura, y me animaron a seguir. ¿Qué más podían hacer? Les permitió pasar tiempo con mi hermano, el cual, para ser honesto, a su edad, lo necesitaba. Kevin estaba teniendo un tiempo difícil en la escuela y necesitaba un poco de atención extra. Sin embargo, lo que yo percibí, era que Kevin, en cierta forma, era más merecedor de afecto, y mis propias dudas fueron creciendo. Y algo de celos. No sabía que estaba colocando un fundamento peligroso. Solo sabía que la única ocasión en que no tenía que estar constantemente vigilante de mis errores era cuando estaba solo con mis libros. No tenía que ser perfecto ante ellos. Me aceptaban tal y cómo era. Y aunque odiaba mi independencia, mi aislamiento, en eso me convertí.

Deseaba ser parte de la familia, pero para cuando ingresé a la secundaria, era un solitario. No quería serlo, pero no sabía qué se necesitaba para tener un amigo verdadero. Así que, intenté cosas diferentes. “Máscaras” diferentes, si es la palabra que prefieres usar para esto. Todos lo hacemos, hasta cierto grado, y en ocasiones ni nos damos cuenta. Pero yo sí me daba cuenta. Actuamos diferente cuando estamos en el trabajo vs. cuando en el club o en la iglesia. Eventualmente, encontré ciertos atributos que producían una retroalimentación positiva. Humor, era uno de ellos. Hacer reír a las personas mantenía alejada la soledad. Sentía que podía encajar, aún cuando fuera solamente por períodos cortos de tiempo. Pero el deseo de ser aceptado solo aumentó con esa pequeña probada.

El veneno tomó forma en esos días: la perfección traía felicidad. Lo único que tenía que hacer era ver revistas y televisión para notar que las personas perfectas tenían amigos, tenían amor. Así que, si eres estúpido y feo, ¿qué puedes hacer? Bueno, pues haces trampa. En cualquier forma que te sea posible. Haces hasta lo imposible por evitar que el mundo y aquellos que amas vean que tan triste y patético eres. No es culpa de mis padres que no hayan visto las señales, porque yo era experto en cubrirlas. Era crítico que no se dieran cuenta de mi secreto. Creí que definitivamente perdería su amor si ellos tuvieran siquiera la mínima idea de quién era yo verdaderamente. Así que, nunca se los hice saber a ellos, ni a nadie más.

(Ahora me doy cuenta que esto no era cierto, pero lo creía en ese tiempo. Traté de explicar esto al fiscal en mi juicio. Le dije que cuando estaba creciendo nunca me sentí amado, porque muy dentro de mí sabía que el niño que mis padres amaban no era el verdadero yo. Pero él lo rechazó totalmente, ignorando lo que yo intentaba expresar y enfatizando que mis padres nunca me abusaron o me negaron amor, participaban en actividades conmigo, me llevaban de viaje, así que, ¿por qué no me sentí amado? “No” dijo él, yo era incapaz de amar y yo había traicionado a las personas que habían intentado darme amor. Creo que la percepción equivocada es la parte peor de esta tragedia de múltiples percepciones equivocadas. Nadie entiende, y no tengo la capacidad para explicar para que puedan entender. Tal vez, para cuando estos diarios lleguen a su fin, podré expresarlo).

Al ir creciendo, empezé a poner mucha atención a la reacción que las personas tenían hacia mí, hasta llegar a ser tan bueno para detectar el humor más sutil de las personas que ya era una segunda naturaleza mía. Me convertí en un timador de 13 años de edad, no en el sentido de que robara cosas o tomara ventaja de las personas, pero de que me vendía a las personas como alguien que realmente no era. Sin embargo, algo más sucedió por debajo de las máscaras y en el sub-sótano de la auto-aversión. Empezé a odiar. Vi cómo todos eran felices (aún cuando realmente no lo fueran), y los odiaba por ello. No podía entender por qué algo tan básico estaba faltando en mi persona.

Perdí a Dios en esos días. Lo odiaba por haberme creado como lo hizo, y por ser tan sádico. Lo odíaba por maldecirnos con el libre albedrío. Lo odiaba por darme vida. Sin embargo, es cosa delicada odiar algo tan grande como Dios. Él es demasiado estéreo. Le apuntas a Él, pero golpeas a todos los demás. Así que, aún cuando no estaba consciente de esto, mi odio por el mundo realmente estaba siendo dirigido a las personas que amaba. Y la soledad cavó profundamente. Y las máscaras llegaron a ser lo único que yo era. Ya no existían puntos de referencia para el “yo”, y todo se volvió muy líquido, muy mutable. Al ir mejorando la forma en que imitaba al ser humano, fui encajando mejor. Pero el odio nunca se alejó, y aunque principalmente te odias a ti mismo, existen límites a qué tanto te puedes odiar a ti mismo, vertiéndose sobre otras personas.

Agrega a esto la presión extrema que todavía sentía de ser perfecto de minuto a minuto, y algo verdaderamente diabólico nació. Puedo haber comenzado como un remolino de emociones, todo embrollado en una vórtice desordenada, pero en algún momento durante mi primer año de preparatoria, tuve una sobrecarga. Como un interruptor de corriente que se bota cuando hay una sobrecarga eléctrica, algo tronó en mi interior. Empezó con algo pequeño. Algo que puedes arriesgar perder. Piensas, “Algún día lo recuperaré, pero por hoy, necesito poder llegar al final del día.” Esto facilita más poder volverlo a hacer cuando te sobrecargas. Llegó a tal punto que, años más tarde, cuando supe que mi mejor amigo de la preparatoria, Lane, había muerto el mismo día que Matt, el mejor amigo de mi niñez, pude encontrar el centro de mi desprendimiento rápidamente. Cuando escuché la noticia, Lynne me preguntaba si estaba bien, y no lo estaba. Todo estaba mal, pero…encontré un lugar dentro de mí dónde estaba bien, y me fui hacia ese lugar, y allí me quedé.

Lynne había sido mi piedra angular desde mi último año de preparatoria. Ella era maravillosa, perfecta. Me salvó del suicidio en 1000 ocasiones. Creo que la amé desde la primera vez que la vi, pero estaba tan afuera de mi alcance. Cuando la oportunidad de realmente hablar con ella llegó…hice lo que siempre hacía, me re-inventé para ser la persona que pensé que ella quería. Y funcionó. Realmente me tomó cariño, en la forma que durante tanto tiempo había soñado. Excepto que estaba fundado sobre mentiras. Había querido dejar de ser invisible por años, y aquí, finalmente, estaba mi oportunidad, pero la había regado. Intenté desesperadamente llegar a ser el hombre que ella creía que yo era. Hasta me volví bueno en fingir, engañándome a mí mismo durante un tiempo. La mayoría de las ocasiones sabía, sin embargo, que existía un cisma entre la persona que ella quería que fuera, y la persona que verdaderamente era. Dios, sin embargo la necesitaba tanto, que estaba dispuesto a hacer cualquier cosa. Me hizo tan feliz…pero se debe dar resolución a la identidad. Ahora lo sé, aunque en ese tiempo no lo sabía. Así que, para mi vergüenza, mientras estuve en la universidad, la engañé. Nunca se trató sobre encontrar una que la superara, era siempre sobre buscar quién era yo en los únicos espejos que importaban: los ojos de otro ser humano. Nunca lo encontré. La lista de quien era Thomas Bartlett Whitaker se volvió aún más larga. Ahora existían por lo menos 15 diferentes versiones de mí, y tomó una extremada cantidad de energía para poder evitar que esos mundos hicieran contacto. El vacío dentro de mí se fue haciendo más y más grande. Intenté llenarlo con drogas y filosofía (en ocasiones las dos cosas…Nietzsche con metanfetamina cristalina haría que cualquier persona odiara al mundo). Empezé a hacer un poco de ejercicio. Me metí a clases de artes marciales, lo cual me ayudó durante un tiempo, aunque la mayoría de mis senseis sabían que algo en mí no estaba bien. La mayoría de las personas se congelan durante una pelea. Yo sonreía.

En algún lado, allí adentro, aproximadamente en el año 2000, el odio sobrepasó el amor. Me había vuelto fuerte en los últimos años, y sabía que definitivamente existían personas que eran responsables de que yo tuviera que estar vivo. Una sola noche de pasión, razoné, y ¿tengo que pasar por todo ESTO? Nunca seré lo que ellos quieren que yo sea, de todos modos. Decidí que realmente no me molestaría si cualquier persona en mi vida desapareciera del planeta. En ocasiones quería que fuera así. Y después, me di cuenta que lo que realmente deseaba, más que cualquier cosa, era venganza por estar vivo. Tan pronto como nació el pensamiento, tomó vida propia.

Nunca se trató de dinero. Nunca se trató de ver hasta dónde podía llegar sin ser descubierto. Deseaba venganza por ser invisible. Quería venganza por ser yo. En una forma real, sin embargo, fue simplemente solo una fantasía enferma, un intento desesperado de efectuar una sangría para aminorar un poco la presión. Si podía pensar en lo fácil que sería, descansaba un poco. Se convirtieron los chivos expiatorios de todos los problemas en mi vida. Podía jugar el juego de “si tan solo supieras”.

Sabía que no tenía el valor para llevarlo a cabo yo mismo. Ser diabólico no es un juego que podía jugar yo solo. Así que, encuentras a otros para jugar. Y haces planes, realmente nunca pensando que realmente iba a suceder. Pero, los disparos hacen estruendo, y 15 años de tu evolución personal son removidos, y ¡es verdad, oh Dios, es verdad! ¿Qué demonios estaba pensando? E intentas retroceder del horror que produce, de la imagen tuya que ves en el espejo, pero no puedes. Y mientes, y mientes, intentando retroceder. Solo que, dos de las únicas personas que realmente amabas están muertas, y esos que quedan vivos puede ser que mueran cuando se den cuenta de la verdad.

Así que, huí, huí de la pesadilla de lo que había hecho y en lo que me había convertido. Tanía miedo de lo que me iba a suceder, y estaba huyendo del horror de mí mismo. Lo vi todo: el juicio, la condena, la aguja. Durante semanas intenté borrar la imagen de la mirada de Ella observándome, a través del vidrio, mientras insertaban los tubos en mis brazos. La desilusión, el odio. Así que huí. El único poder que tenía ahora, razoné, era asegurarme que cuando llegara el día de la aguja, ella lo aplaudería, en vez de llorar. Así que, como un cobarde, los abandoné sin una palabra. No quería que estuviera nadie del otro lado del vidrio. Aún no lo deseo.

Hay aquellos que piensan que mi paréntesis de 18 meses en las montañas de México fue una acción egoísta. Qué bueno. Admitiendo, mi temor personal formó una buena parte de ese tiempo, pero la mayoría querían que todos pensaran que fue egoísta – fue diseñado para que así pareciera para que esos que me tenían cariño ya no lo tuvieran. Lo que yo no esperaba fue que encontraría a Dios nuevamente en esas montañas. O que mi padre me perdonaría por lo que hice. (Esa es otra historia, una muy grande, y escribiré sobre eso en otra entrada de mi diario.) Sin embargo, puedes considerar, que para esos de ustedes que me han escrito para decirme que tienen dificultad en ubicarme, en su imagen mental, como un prisionero del Pabellón de Condenados a Muerte, puede ser que se deba a ese perdón. Piensen lo poderoso que es eso, y cómo puede aplicarse a sus propias vidas. Todo lo que puedo decir como conclusión es esto: “Mamá, Kevin, cambiaría lugares con ustedes en la muerte 1000 veces por día. Debería haberme matado yo, en vez de lo que hice. Lo siento mucho. Lo siento mucho.”

Así que, mándenme su correspondencia de odio si esto los hace sentir mejor. Si, en alguna forma, es una sangría que les alivia la presión en su propia vida. Simplemente no me pidan que me odie más de lo que ya me odio. No es posible. No es posible.

Vuelvo a leer esto que he escrito, y todo está mal. ¿Cómo puedes reducir tu vida completa en el texto de unas cuantas páginas? Hice lo mejor que pude, y resultó tal y como me lo temía: totalmente inadecuado. Lo siento.

¿Por qué nunca se expuso nada de esto durante el juicio?, se preguntan. Buena pregunta. Mi abogado no pensó que estas situaciones psicológicas tendrían relevancia en este caso. Ni el abuso de drogas. Y además, los juicios están diseñados para filtrar todo este tipo de cosas. Ellos quieren hechos fríos, duros; no sentimientos.

No puedo escribir mucho más sobre esto en este momento, así que voy a terminar esto con las palabras de otra persona, ya que alguien más ya dijo todo, en forma mucho mejor que lo que yo hubiera podido decirlo. En El Paraíso Perdido de Milton, Satán dice que el infierno se encuentra dónde él esté, ya que él no puede escapar su propia mente. Amen, Lucifer, Amen.



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Monday, October 1, 2007

Coctel Del Infierno

Octubre 1, 2007 – 3:36 p.m.

Puede ser que hayas leído en las noticias esta última semana que la Corte Suprema de los Estados Unidos ha accedido a escuchar los argumentos en cuanto a si el método actual de inyección letal es inconstitucional. Es probable que accedieron a escuchar este asunto debido al aumento de número de ejecuciones estropeadas en el último año. Nunca entendí este asunto cuando me encontraba en el mundo libre. Nunca me gustó la pena capital, pero pensaba que si era necesario, simplemente poner a alguien a dormir con drogas era una forma bastante humana de hacerlo. Desde entonces he llegado a entender la verdad en cuanto al coctel de tres drogas, y presento la información aquí. La siguiente información viene directamente de un caso de ley. Nada de esto es nuevo, o desconocido para los oficiales del Estado. Los que tienen corazón débil, probablemente no deberían continuar leyendo.

El coctel de drogas que se usa al presente, causa la muerte envenenando a la persona con una combinación letal de tres sustancias químicas: Tiopental Sódico, o Pentotal Sódico (un barbitúrico de acción ultra corta); Pancuronium Bromide, or Pavulón (un agente derivado del curare, el cual paraliza todos los músuclos esqueléticos y voluntarios, pero el cual no tiene efecto sobre la conciencia, cognición o sensación.); y Cloruro de Potasio (un químico extraordinariamente doloroso el cuál activa las fibras nerviosas que forran la venas de la persona y lo cual puede interferir con las contracciones rítmicas del corazón y causar el arresto cardíaco). Mientras que cada uno de estos químicos individualmente crea preocupación en cuanto a su uso en el proceso de ejecución, en combinación no pueden pasar el filtro constitucional. Lejos de producir una pérdida rápida y sostenida de consciencia y una muerte humana, esta combinación particular de químicos frecuentemente causa que el prisionero sufra conscientemente una muerte espantosa y prolongada.

En las últimas dos décadas, sin embargo, numerosos estados, y más recientemente el estado de Texas, han promulgado estatutos que regulan la eutanasia de animales lo cual excluye el uso de la misma combinación de drogas que al presente se administran a seres humanos durante las ejecuciones. Si los estándares de decencia que van en evolución, tal y como se refleja por las acciones legislativas y la asociación profesional de veterinarios excluye el uso de estas drogas en particular cuando se mata a un perro o gato, entonces ciertamente esos mismos estándares de decencia requerirían una versión de la inyección letal más humanitaria y fácilmente disponible también para los seres humanos. Bueno. Aquí está la descripción de lo que las drogas causan en el cuerpo humano.

Tíopental Sódico: Esta droga, también conocida como Pentotal Sódicom es un barbitúrico el cuál generalmente es usado para poner en inconsciencia durante pocos minutos a un paciente quirúrgico, solo para la fase de inducción de la anestesia, específicamente para que el paciente pueda despertar y respirar por ellos mismos si resultan complicaciones al insertar la cánula traqueal antes de la cirugía. Debido a esta corta duración, el Tiopental Sódico puede que no proporcione un efecto sedativo durante las últimas dos etapas del proceso de ejecución. Dado el hecho de que pasan varios minutos entre la administración de la primera y segunda droga, esto está virtualmente garantizado. El Dr. Dennis Geiser, presidente del Departamento de las Ciencias Clinicas de Animales Grandes en el Colegio de Medicina Veterinaria en la Universidad de Tennessee, explicó recientemente:

“El Tiopental Sódico no es un anestésico apropiado para usar en la inyección letal. Realmente, los estándares para eutanasia de la Asociación Médica Veterinaria Americana indican que el derivativo ideal del ácido barbitúrico para la eutanasia de un animal debería ser potente, de larga duración, estable en cuanto a solución, y barato. El Pentotobarbital Sódico (no el Tiopental Sódico) es el que más se acerca a este criterio. El Tiopental Sódico es un potente derivante del acido barbitúrico, pero de acción muy corta cuando se administra una sola dosis terapéutica”

(Véase su declaración jurada AQUÍ)

Debido a la combinación química usada en el proceso de ejecución en Texas, también existe la posibilidad de que sea neutralizado el efecto sedativo del Tiopental Sódico a causa de la administración del segundo químico, pancuronium bromide. Como afirma el Dr. Mark Heath, Profesor Asistente de Anestesia Clínica en la Universidad de Columbia:

“El Tiopental Sódico es un barbitúrico de duración ultra corta. No sería usado para mantener a un paciente en un plano quirúrgico de anestesia con el propósito de llevar a cabo procedimientos quirúrgicos. Es innecesario y riesgoso, usar una anestesia de duración corta en el procedimiento de ejecución. Si la solución de Tiopental Sódico llega a estar en contacto con otro químico, tal como el pancuronium bromide, la mezcla de los dos causará la precipitación o cristalización inmediata del Tiopental Sódico. Estos factores son significativos en el riesgo de que un prisionero no esté anestesiado apropiadamente, especialmente debido a que nadie revisa si el prisionero se encuentra inconsciente antes de administrar la segunda droga.”
(Véase su declaración jurada AQUÍ)

La preocupación en cuanto al uso de Tiopental Sódico es más marcada debido a la falta de personal médico, la falta de monitoréo apropiado del prisionero durante el proceso, y la falta de dosificación adecuada de acuerdo a cada prisionero del barbitúrico. De acuerdo al Dr. Geiser:

“La dosis del Tiopental Sódico debe ser medida con un grado de precisión, y la administración de la cantidad apropiada de dosis depende en la concentración de la droga y el tamaño y condición del individuo. Adicionalmente, la droga deberá administrarse apropiadamente para que la cantidad completa de la dosis entre directamente en el flujo sanguíneo del individuo a una velocidad apropiada. Si la dosis no es la correcta, o si la droga no es administrada apropiadamente, no anestesiará adecuadamente al sujeto, y el sujeto podrá experimentar los efectos perjudiciales del agente bloqueador neuromuscular…”

En otras palabras, el paciente sentirá todo lo que está pasando.

Pancuronium Bromide: El segundo químico usado en el proceso de ejecución, llamado pancuronium bromide, o Pavulón, es un derivante de curare que actua como un agente bloquedor neuromuscular. Si, como es probable en el proceso de ejecución en Texas, el efecto sedante del Tiopental Sódico es infectivo o neutralizado, el pancuronium bromide serviría solo para enmascarar el dolor espantoso del prisionero condenado. El pancuronium bromide hace parecer sereno al paciente debido a su efecto paralizante sobre los músculos. Los músculos de la cara no pueden moverse o contraerse para mostrar dolor. Por lo tanto, proporciona un “velo químico” sobre los procedimientos. Al paralizar por completo al prisionero, el pancuronium bromide enmascara los parámetros físicos normales en los que un anestesiólogo o cirujano se basaría para determinar si el paciente está completamente inconsciente o en un plano quirúrgico de anestesia adecuado. Debido a que el pancuronium bromide es un velo químico invisible y no un velo físico como una cobija o capucha que fácilmente se identifica, el uso de pancuronium bromide en inyección letal crea un doble velo. Oculta el hecho de que existe un disfraz sobre el proceso. (Ver declaración jurada AQUÍ).

En el caso de Abdur Rahman vs. Bell, el Dr. Geiser declaró que mientras el Pavulon paraliza los músculos esqueléticos, incluyendo el diafrágma, no tiene efecto sobre la consciencia o sobre la percepción de dolor o sufrimiento. La administración del Pavulón es como “ser atado a un árbol, recibiendo dárdos aventados hacia ti, y sintiendo el dolor sin tener la habilidad para responder.” (Declaración jurada del Dr. Dennis Geiser, en el caso de Abu-Ali Abdur Rahman vs. Bell, 226F.3d 696 ‘ 6to. Cir. 2000. Cert. concedida en base, 122S.Ct 1463 – EUA Abril 8, 2002, No. 01-9094).

Esta declaración es corroborada mediante la experiencia de un paciente durante una cirugía ocular, Carol Weihrer. Durante la cirugía de la Srta. Weihrer, el sedante que recibió fue infectivo y la Srta. Weihrer estuvo consciente durante toda la cirugía. Sin embargo, debido a la administración del agente bloqueador neuromuscular como el pancuronium bromide, ella no pudo dar indicación de su consciencia a otros.

“Experimenté lo que se ha llegado a conocer como “percepción intraoperatoria”, durante la cual pude pensar lucidamente, escuchar, percibir, y sentir todo lo que estaba pasando durante la cirugía, pero no me podía mover. Me quemó como los fuegos del infierno. Fue la experiencia más aterradora y tormentosa que te puedes imaginar. La experiencia fue peor que la muerte misma.”
(Ver su declaración jurada AQUÍ).

En resúmen, el segundo químico, pancuronium bromide, o Pavulón, en el protocólo de inyección letal, no sirve más que para garantizar que el prisionero condenado será obligado a estar en una camisa de fuerza y mordaza química total mientras conscientemente experimenta el cloro de potasio hace estragos en sus órganos internos. Las personas que observan la el procedimiento de inyección letal y el público, nunca se darán cuenta de que un fraude cruel está siendo perpetrado sobre ellos: en vez de ser testigos de lo que aparentemente es un prisionero acostado quietamente y sin moverse mientras “lo duermen”, están presenciando un encubrimiento de un acto deliberado de tortura del cual solamente el prisionero se da cuenta.

Cloruro de Potasio: Finalmente, el uso de cloruro de potasio en sí causa inquietudes importantes en cuanto a la Octava Enmienda. James J. Ramsey, un perfusionista certificado y al presente Director de Programa en el Programa de Perfusión Cardiovascular en el Centro Médico de Vanderbilt en Nashville, Tennessee, proporcionó una declaración larga en el caso de Abdur Rahman en cuanto al uso de cloruro de potasio en inyección letal. Perfusión es el estudio médico relacionado a técnicas de circulación artificial, incluyendo, aunque no límitado a, el manejo de la máquina de corazón y pulmón, un aparato médico que se usa comúnmente durante cirugías de corazón abierto de todos tipos. El área que tiene que ver con el paro cardíaco químico se encuentra en forma única dentro de la práctica del perfusionista clínico. En lo que se refiere a la administración y eficacia de el cloruro de potasio en el contexto de la inyección letal, Ramsey declaro que:

“Es mi entender que durante el ejecución de la inyección letal, tal y como la llevan a cabo en la pena de muerte, el potasio (y otros agentes) es administrado intravenosamente al culpable. Tal administración es, en my opinión profesional basada en mis conocimientos, entrenamiento y experiencia, y dentro de un grado razonable de certeza médica, totalmente inadecuada para poder alcanzar un paro cardíaco razonable. Ya que los agentes son introducidos intravenosamente, existirá una dilución inmediata de la solución, debilitando cualquier efecto potencial que pudiera tener. Como ilustración, una persona con peso de 80 kgs., tendría un volumen sanguíneo de aproximadamente 5.5 – 6 litros. La administración de 100 mili-equivalentes de potasio por medio intravenoso a la persona de 80 kgs. Resultaría en una concentración sanguínea de solo 16.6 meq/lt. Tal dosis es, de acuerdo a literatura científica…y evidenciada en mi práctica, inadecuada para obtener un paro cardíaco. Todavía más, debe recordarse que en contraste a la administración de cloruro de potasio en el contexto quirúrgico, tal administración es: 1) no dirigida dentro de las arterias coronarias 2) dirigida solamente siguiendo el flujo sanguíneo 3) es aplicado a temperatura ambiente (37º Celsius y NO a 5º Celsius). Sin datos razonables en cuanto al estado anatómico y patológico en cuanto a su función del miocardio antes de administrar el potasio, no puede existir ninguna certeza razonable de que la solución de potasio intencionada para detener el corazón sería distribuída de tal manera que pudiera causar el paro cardíaco. Por lo tanto, los bien orquestados y metódicos métodos usados en cirugía no deberían considerarse como la forma para óptimizar un paro cardíaco, pero debería ser considerado como necesario solamente como el medio razonable de asegurar que el corazón está en paro. La ciencia animal e investigación nos dice que la simple inyección intravenosa de potasio no es suficiente. Adicionalmente, en mi opinión profesional y dentro de un grado razonable de certeza médica, a menos que exista un paro cardíaco efectivo, es totalmente posible que una inyección letal, como lo entiendo, SOLAMENTE servirá para detener el funcionamiento del sistema pulmonar, por lo tanto, causando un estado de isquemia a todo el cuerpo (debido a falta de oxígeno circundante), el cual, a cambio, ultimadamente causará un paro cardíaco también (por no recibir oxígeno). Como resultado, el acusado simplemente es sofocado debido a falta de oxígeno."

Así que, básicamente, te paralizan, y después llegas a sentir como el potasio detiene el funcionamiento de tus órganos internos. Esa es la historia larga y corta. Si algo del lenguaje en esto pareció ser abogadesca, y fuera de mi estilo normal de escribir, es porque simplemente me robé mucho de lo que escribí de los resúmenes legales. Personalmente, quisiera que regresaran al pelotón de ejecución. Por lo menos, morirías de pié, como hombre. Dame mi cigarro (no fumo, pero, oye, ¿por qué no?) y mi aire casual de indiferencia. (Inserta el acento Francés aquí) “Bueno, adelante, no tengo todo el día.” Por lo menos eso es mejor que ser amarrado a una camilla, usando un pañal. Lo que decide la Corte Alta, hasta entonces, Texas va a continuar matando gente (como se evidencia por la ejecución de Louisiana Red el martes pasado). Estoy seguro que Texas aún tiene la silla eléctrica lista, por si las dudas.

© Copyright 2007 por Thomas Bartlett Whitaker.
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